Por Gonzalo Tello
Esta semana que pasó, se dio un estreno muy importante en la escena operística. La nueva producción de “Don Carlo” de Giuseppe Verdi que presentó el Royal Opera de Londres. Esta producción de Nicholas Hytner y Bob Crowley importante, pues, es el primer “Don Carlo” en italiano visto en Londres desde 1989, una co-producción entre la ópera de Noruega, y el Metropolitan Opera. Además, marca el retorno de Rolando Villazón a los escenarios de Covent Garden después de su receso. Así que la expectativa fue grande.
Las críticas son mixtas de acuerdo a la producción y cantantes. Pero lo que más destaca es le decepción que provocó Villazón en el papel principal, al que aparentemente ese descanso de tantos meses no le sirvió de mucho, para regresar en un papel que no está a su altura y el que le mereció tremendo esfuerzo.
El problema con estrellas como Villazón, es que gozan de tremenda popularidad, y garantizan con esto teatros llenos y miles de discos vendidos. Lo cual afecta en cierta medida la calidad y la objetividad de las criticas a las producciones, haciéndose estas totalmente parcializadas hacia un cantante determinado, solo para lograr mayor afluencia de público, lo cual incluso merece un pago a los críticos que escriben a favor.
Cuando recién Villazón empezaba a hacerse famoso, muchos lo elogiaron y detectaron en él una voz muy similar a la de un joven Plácido Domingo. Aquí es donde muchos pronosticaron a este cantante como su sucesor definitivo. Lamentablemente para Villazón, éste, a sus 36 años, no ha logrado sorprender y posesionarse artísticamente por ese repertorio tan amplio, y muchas veces inadecuado, que tiene. Domingo hizo de “Don Carlo” uno de sus mejores interpretaciones, y para esta misma edad, ya cantaba “Otello”, rol que Villazón, por más intensiones que tenga de cantarlo, sería fatal para su carrera.
Otro de los puntos flojos de la producción fue la elección de los cantantes. Al ser Villazón el centro de la atención, el resto del reparto fue adecuado a su pequeña voz por voces mucho mas ligeras que las realmente requeridas para esta obra. Ahí si que hay un problema, pues lo interesante de esta ópera es la potencia y fuego que los cantantes deben imprimir a los personajes de esta obra, para ir de la mano con el tremendo argumento, plagado de conspiraciones, arrebatos e intriga política y social.
El tema de la producción ha provocado sentimientos encontrados entre los críticos y aficionados, siendo ésta una que verá Nueva York dentro de 3 años. Lo simple y geométrico de los escenarios en ciertas escenas, y una dirección floja en otras hace que, según muchos, este sea un Don Carlo que se desinfla a la mitad y carezca de emoción. Algo desilusionante si se tiene en cuenta que las producciones anteriores, de Luc Bondy en Londres, y John Dexter en Nueva York, si cuentan con los ingredientes perfectos de grandes óperas.
Este “Don Carlo” será transmitido por BBC Radio 3 este 28 de Junio por Internet.
Fotos de la producción:
Pues la producción de Dexter que creo es la que está en DVD con Domingo, no es de gran ópera, sólo es funcional, si es esa, en palabras del intendente del Teatro del Palacio de Bellas Artes de México es un decorado en el cual se canta y no es una propuesta escenica.
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