01 junio 2008
JDF debuta con exito en su primer "Orfeo"
EL TENOR PERUANO JUAN DIEGO FLÓREZ HIPNOTIZÓ CON UN NUEVO RETO EN SU CARRERA AL PÚBLICO DEL REAL TEATRO EN LA CAPITAL ESPAÑOLA
Por Yolanda Vaccaro. Corresponsal
El Comercio, Peru
MADRID. "Mejor es imposible" ("El Diario Vasco"), "Flórez alcanza el cielo del Real" (diario "El Mundo"), "La sustancia del alma. Un Orfeo que enamora" (diario "Abc"), "Un cantante que hipnotiza" (diario "El País"). Estos son algunos de los titulares de las críticas que ha publicado la prensa europea acerca del estreno como Orfeo del tenor peruano Juan Diego Flórez en el Teatro Real de Madrid. Una apoteosis de alabanzas para un ensueño de presentación. El tenor repite triunfo en el Real, donde ya puso al público a sus pies con su interpretación de "El barbero de Sevilla".
En versión concierto, el peruano debutó esta semana en Madrid con "Orfeo y Eurídice" de Gluck, un nuevo reto en su fulgurante carrera tanto por el drama interpretado como por la forma de la puesta en escena, sin decorados, sin actuaciones, con el teatro pendiente únicamente de un Juan Diego Flórez estático, de pie, de negro, con la única pero imbatible arma de su voz. Lo ha hecho con un éxito que no por esperado es menos impactante.
"El País", en palabras de su crítico J. A. Vela, no lo duda: "Ha estado habilidoso el Real al atrapar al cantante más deseado en este momento del planeta. Lo ha sacado además del repertorio rossiniano, donde es una referencia histórica. Juan Diego ha lucido de principio a fin una línea de canto celestial, con un fraseo inmaculado y una belleza tímbrica prodigiosa. Hasta cierto punto produce un efecto similar a la hipnosis. El efecto dramático es irresistible. En ningún momento pierde la dulzura, la belleza, la inteligencia del canto. La perfección se toca. El canto se eleva a unos territorios estéticos inalcanzables y la ópera justifica su grandeza".
Milagros Martín-Lunas escribe en "El Mundo": "Flórez sedujo al público del Teatro Real con su poderosa y sobrehumana voz. El coliseo madrileño tembló con la ovación final que le regaló al tenor peruano. Cantó con ese timbre que se cuela hasta el tuétano, una técnica exquisita y un control de los agudos como pocos".
El crítico Joaquín Turina, en el mismo diario, expone: "Conmovedor y al mismo tiempo arrebatador en su sincera expresión de las pasiones de un amor desgraciado. Ni la antinatural postura quieto, de pie ante el atril, pudo atemperar su capacidad de transmitirle al público cómo se llora y cómo se ríe con las penas del corazón. Para él fueron las ovaciones y los 'bravos' de la noche".
Críticas emocionantes aparte, no hace falta ser un entendido para apreciar el timbre sin igual de nuestro compatriota, tenor lírico ligero que promete ser "mucho más que el sucesor de Pavarotti", como comentaba tras la función de ayer una aficionada italiana, una de los miembros de esa legión de seguidores que se apuntan a todas las presentaciones del tenor más brillante del mundo, cueste lo que cueste (en Madrid las entradas no bajan de 150 euros). Para el público común y corriente, no iniciado, para el simple mortal, el talento de Flórez se palpa en lo profundo del alma y en la superficie de los sentidos.
EL DATO
Tres únicas funciones no alcanzan para el tenor
Tres únicas funciones ofrece Flórez con su Orfeo en Madrid. Ayer tuvo lugar la segunda y la tercera y última se producirá el próximo lunes. Obviamente ya no hay entradas. Apenas media hora después de haber sido puestas a la venta las localidades se agotaron. Una muestra del éxito de nuestro tenor en tierras ibéricas.
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