Teresa Berganza esta en Lima y despedira a su amigo Alva esta noche en concierto de Prolirica. Aqui la entrevista de Enrique Planas, publicada en El Comercio de hoy.
Para entender a Carmen
Por Enrique Planas
Se dice que usted es la cantante más grande con el repertorio más pequeño... Yo me doy cuenta cuántas voces empezaron a la vez que yo, cantando "Caballería Rusticana", y hoy ya no están. Es muy difícil que una sola voz pueda hacer un Mozart con la pureza que exige, o un Rossini con las dificultades que tiene, un Vivaldi, un Puccini... necesitan cada uno un tipo de voz. Cada cantante tiene que saber muy bien su repertorio.
Declaraba hace poco en la prensa que hoy se vive una enorme confusión en la lírica. Los que verdaderamente están destruyendo la ópera son los directores de escena, a quienes se les permite todo. Señores que han llegado adonde están muchas veces sin saber de música ni de ópera. Ellos no tienen derecho a cambiarle nada a la música que han escrito los grandes compositores. Ni siquiera la época. Las obras de arte no se pueden tocar. Son sagradas.
¿Cree que las producciones de ópera son demasiado concesivas con el público? A mí me parece que es un aprovechamiento enorme de estos directores para hacerse de un nombre. Muchos de los que están ahora no los conocía ni su madre.
¿Cómo se llevan la pasión, tan característica de sus interpretaciones, con la técnica? Lo técnico está allí. Yo soy una artista de las que sienten dentro, de las que las tripas se les revuelven, y a veces se me cierra la garganta de la emoción, algo que es muy peligroso. Y he tenido que controlarlo toda mi vida. Por eso he tenido mucha suerte con mi vida artística: cuando he salido a cantar, lo hago con mi personalidad, mis debilidades, se canta como se es.
Por eso dicen que no hay personaje con el que se haya identificado más como Carmen, de Bizet. Carmen tiene la lucha, la pasión por el hombre que ella quiere. Hay quienes creen que Carmen es una prostituta, pero si lo fuera no estaría trabajando en una fábrica de cigarros, sudando con las gitanas y la gente pobre. Carmen me cambió la vida. Ojalá la hubiera cantado antes.
Quizás se hubiera ahorrado sus tan famosos divorcios... ¡Me hubiera ahorrado mucho dinero! Porque me tocó pagar mucho en mis dos divorcios. Lo más importante en mi vida son mis padres, mis hijos y mi carrera. Los hombres... sí, me han dado seguridad, los he querido. Con uno he tenido tres hijos. Pero prefiero las pasiones enormes y cortas. Por eso me identifico tanto con Carmen. A mí me gusta mucho conquistar, pero a quien yo quería conquistar. Y lo he hecho sin esfuerzo, a veces solo con la mirada. Una mujer para seducir a un hombre no lo hace a gritos, lo hace al oído, y le habla, lo acaricia, con los ojos. Y no como ahora que las jóvenes que interpretan el papel lo hacen a los gritos.
Hay muchos directores de escena que se han hecho un nombre a base de crear producciones escandalosas, buscando únicamente la provocación gratuita, sin conocer ni respetar la obra de los creadores, etc. Pero estos individuos no pasarían de ser directores de un grupo de teatro aficionado de un pueblo cualquiera de la geografía de su nación, si no existiera la complicidad culpable de otra mucha gente: directores artísticos que miden su éxito por escándalos, cantantes de ópera reconocidos que aceptan participar en producciones demenciales, directores de orquesta con similar desvergüenza y público progre que piensan que alabar la estupidez es una indicación clara de modernidad y progreso.
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