23 diciembre 2008
El buen año de los tenores latinos Rolando Villazón y Juan Diego Flórez
por EFE (La Tercera) | Algunos de los más importantes tenores del momento, como el peruano Juan Diego Flórez o el mexicano Rolando Villazón conocieron en 2008 grandes éxitos y también momentos de crisis o de reflexión sobre sus carreras.
Para Villazón el año empezó con su regreso a los escenarios tras un parón de seis meses por agotamiento. Su reaparición fue a principios de enero en la Opera de Viena con un papel que la crítica vio como muy apropiado para su estado emocional, el del hipersensible Werther de la obra de Massenet del mismo nombre.
El público lo arropó dándole la bienvenida con un fuerte aplauso nada más entrar en el escenario, aunque la mayoría de la crítica destacó al día siguiente el nerviosismo del tenor y que como escribió el diario austriaco Die Presse "su prestación escénica fue superior a la vocal" y "con el dramático papel de Werther tocó sus límites".
A finales de noviembre el mismo tenor triunfaba en el Covent Garden de Londres con Los Cuentos de Hoffmann, de Offenbach.
El diario The Guardian escribió sobre el estreno que, tras su "mala racha", Villazón volvía a estar "en plena forma vocal", mientras le revista especializada Intermezzo saludaba la aparición de un Villazón "más maduro, sabio y sobrio".
"El guerrero que regresa después de haber perdido un par de batallas es, seguramente, un luchador más rico en su interior", contó el propio Villazón en una entrevista con ocasión de la salida en marzo de su último disco Cielo y Mar.
La edición de Cielo y Mar, que lleva el nombre de una romanza de Amilcare Ponchielli, e incluye también obras, a veces poco conocidas, de Cilea, Verdi o Donizetti, fue uno de los logros de Villazón en este año.
En Viena rodó también la versión fílmica de la ópera La Bohème con Anna Netrebko, la soprano rusa con la que forma la pareja operística más aplaudida del momento, y en Francia, el país donde vive, fue nombrado caballero de las Artes y las Letras.
El mexicano fue recibido como un ídolo popular en muchas de sus apariciones, como en el Festival de Salzburgo, donde, según la televisión austríaca que retransmitía el espectáculo, actuó en un ambiente propio de "un concierto pop", o cuando en París provocó delirio en el recital que dio con Juan Diego Flórez, el otro gran tenor latinoamericano actual.
Los blogs de aficionados suelen criticar el entusiasmo indiscriminado con que los fans de los cantantes de ópera siguen sus actuaciones y advierten del peligro para los artistas, que pueden perder el sentido de la realidad y aventurarse en terrenos poco apropiados para su voz o su temperamento y dañar así sus facultades.
Los entendidos por ello se alegraron cuando Flórez canceló su participación en el Rigoletto que el Teatro Real de Madrid montará en 2009.
"Siempre he pensado que de Verdi cantaré únicamente Rigoletto, sólo que ahora es demasiado prematuro", dijo Flórez al anunciar su decisión en una rueda de prensa en Barcelona antes de explicar que es "bastante autocrítico" y pone todo su empeño en mejorar.
Flórez había interpretado ya al duque de Mantua de esta ópera de Verdi en el Callao de Lima y en la Semperoper de Dresde, pero la crítica, tras el estreno en la ciudad alemana, coincidió en que el tenor ligero, de 35 años, aún no está maduro para ese papel.
La revista alemana especializada Opera Point escribió que "Flórez no tuvo su mejor noche", mientras la emisora Deutschlandradio estimó que "no pudo convencer de verdad" y que el artista acostumbrado al bel canto penetró con la obra de Verdi "en terreno dramático desconocido y cantó con demasiada circunspección".
Pese a este contratiempo, y a unos problemas de voz pasajeros que tuvo en una actuación en Londres, el peruano ha sido consagrado este año por un grupo de críticos convocados por el BBC Music Magazine para elegir a los 20 mejores tenores de todos los tiempos.
En la lista, Flórez es el único tenor más joven que el número uno, Placido Domingo. Los especialistas vaticinaron que Flórez es el tenor con mayores posibilidades de suceder a Domingo y éste dijo de él que es "el más grande tenor ligero de todos los tiempos".
Flórez triunfó este año en numerosos escenarios y ofreció dos bises históricos, uno en la Scala de Milán donde estaban prohibidos desde hacía 74 años y otro en el Metropolitan de Nueva York donde no ocurría desde 1994 con Pavarotti.
Asimismo sacó un disco, Bel Canto Spectacular, que incluye cinco arias y cinco duetos con Plácido Domingo, Anna Netrebko, Marius Kwiecien, Patricia Ciofi y Daniela Barcellona.
En la presentación, Flórez dijo que ahora se siente "más libre de ponerle corazón a lo que canto y olvidarme de la técnica".
Flórez, pese a su estilo reservado, demostró este año también que es un personaje popular cuando se casó con la ex modelo Julia Trappe.
La boda, celebrada en la catedral de Lima, cuya puerta grande se abrió por primera vez en 60 años para un enlace, fue casi un asunto de estado: la televisión peruana la retransmitió en vivo, el novio llegó escoltado por la policía y entre los invitados estaba el presidente Alan García.
Entre los cantantes latinoamericanos, muchos de los cuales surgieron en los 90 al amparo de la popularización de la ópera impulsada entre otros por Plácido Domingo, destacó también este año el argentino Marcelo Alvarez que, a sus 46 años, dice tener cada vez mejor voz porque la dejó evolucionar sin forzarla.
Alvarez triunfó en el Real de Madrid en Un Ballo in Maschera, de Verdi, cuyo estreno se retransmitió en 87 cines europeos y está prevista su edición en DVD.
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