29 julio 2009
Prima Donna
Por: Raúl Cachay
El Comercio
“La ópera es un arte sincrético. La posibilidad de encarnar a otra persona y expresarte a través de la voz es algo que me apasiona muchísimo, además del hecho de participar en una puesta en escena, que siempre es fascinante”, explica la soprano búlgara Ina Kancheva, una prometedora figura de la ópera europea que ha empezado a encandilar a la cátedra no solo por la versatilidad y la coloratura de su voz, sino también por su singular belleza física.
Kancheva llegará en los próximos días a Lima para participar en la nueva temporada de ópera organizada por Romanza, que empezará el 14 de agosto con una innovadora puesta en escena de “La Traviata”, de Verdi, que se realizará en el siempre hermoso teatro Segura del centro de la ciudad.
“Estoy muy emocionada por conocer y trabajar con los músicos y los cantantes peruanos en ‘La Traviata’. Cada lugar es diferente, pues siempre conoces a gente distinta con la que terminas teniendo una suerte de intercambio cultural, artístico y espiritual que siempre te nutre y te deja lecciones valiosas. Creo que en el Perú aprenderé mucho, y eso me pone feliz”, afirma la cantante, quien nunca antes se había presentado en escenarios latinoamericanos, pero que ha desarrollado una importante carrera en Europa, Asia y Norteamérica.
“Yo debuté en la ópera cuando tenía 23 años con el papel de Violetta en ‘La Traviata’; así que se trata de uno de mis personajes favoritos. Desde entonces, lo he vuelto a interpretar en varias oportunidades, como hace muy poco en el Staatsoper de Stuttgart, y siempre te presenta grandes desafíos. Es un rol complejo, que precisa de altos niveles de coloratura. Es difícil, pero muy hermoso”, explica.
“La Traviata”, ambientada en los años 30 del siglo pasado (de ahí lo novedoso de la propuesta), contará con la dirección escénica de Vivien Hewitt y la dirección musical de Enrique Ricci.
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