LA RECUPERACION DE UN SIMBOLO PORTEÑO
Por: Eduardo Slusarczuk
El análisis de los planos oficiales de las reformas del Teatro Colón, a los que accedió Clarín después de varios meses de haberlos solicitado, ratifican los lineamientos del proyecto presentado en septiembre de 2008 por Mauricio Macri y el Director General, Horacio Sanguinetti. A diferencia del Master Plan, que intervenía la sala principal y la maquinaria escenotécnica, el foyer y el Salón Dorado, el actual plan de trabajo abarca también las áreas laterales del edificio histórico y las ubicadas bajo la calle Cerrito y la Plaza Vaticano.
Las críticas que despertó, nueve meses atrás, la sustancial reducción de los espacios destinados a la producción técnica y escenográfica a menos de la mitad del que disponen en la actualidad, a cambio de una mayor superficie para los cuerpos estables del Teatro motorizaron, en parte, la salida del director ejecutivo Martín Boschet, y obligaron a Sanguinetti a poner la propuesta en un compás de espera.
Pero la renuncia de Sanguinetti, en enero, seguida por el nombramiento de Pedro Pablo García Caffi, un mes después, puso nuevamente sobre el escritorio el plan cajoneado, y ya muestra algunos avances en el terreno. "Lo que era un taller de escultura ahora son baños", comenta un especialista del área escenotécnica. Y un reciente llamado a licitación para la "Refuncionalización de áreas laterales del edificio, salas de ensayo y mejoras en los talleres", publicado el viernes, confirma su vigencia.
La "refuncionalización" comprende, entre otras cosas, la creación de una sala de ensayo de ópera en el actual Taller de Escenografía Saulo Benavente, de 895 metros cuadrados, el reemplazo de la sala de escultura, de 112 metros, por vestuarios y sanitarios, y la conversión de otros 670 de talleres en oficinas. También implica la reasignación de salas de las áreas operativas disueltas por García Caffi, medida en suspenso por una medida cautelar apelada anteayer por el Gobierno de la Ciudad; la relocalización y refacción de camarines y áreas de ensayo y la readecuación de otras oficinas. Nada dice -aunque aparece en los planos-, del emplazamiento de una nueva confitería en el segundo piso del ala sobre Tucumán, donde ahora hay camarines. Ni menciona que la intervención sobre la "rotonda de ballet", actual rotonda de músicos, transformará camarines de los integrantes de la orquesta estable en depósitos.
Las modificaciones continuarán con la construcción del Instituto Superior de Arte, cuyas aulas, más la sala de ensayo de la Orquesta Académica, que hoy se autogestiona fuera del ámbito del Teatro, y la Orquesta Filarmónica; el Centro de Documentación, Biblioteca y Museo; y las salas de máquinas avanza sobre otros 2200 metros de depósitos y talleres de utilería.
"Hay un proyecto para que el Colón deje de ser un teatro fábrica", señalaron a Clarín varios escenotécnicos consultado. "El proyecto que compró el gobierno es equivocado. En un mundo con muchos teatros de ópera sin talleres propios, hay más argumentos para que el Colón sea un exportador y no un importador de producciones", coincidieron.
Al contrario, alguien muy cercano al núcleo que conduce el Teatro, que circunscribe a "Horacio Rodríguez Larreta, Matteo Goretti -vinculado al ministro de Hacienda Néstor Grindetti-, Martín Boschet, Mónica Freda y Lucas Felgueras, además de García Caffi", aseguró que la reducción de los talleres, como la del personal escenotécnico, no impedirá que se produzca al ritmo que requiere una "programación normal". El funcionario explicó que "hasta 1970, la Benavente no existía, y los telones de fondo del escenario se pintaban igual", al tiempo que reconoció que "está previsto que en el mismo predio en que se localicen los depósitos y los talleres de riesgo, también haya un espacio para lo que, eventualmente, no se pueda hacer en el Teatro".
"La decisión fue recuperar espacios para los artistas. Si acordamos que la sala principal no es para ensayar, no hay espacios suficientes", cerró. Argumento que García Caffi sostuvo desde que asumió, y al que fuentes cercanas al Ejecutivo porteño agregan "la necesidad de acotar el poder de los sectores gremiales escenotécnicos".
El proyecto mantiene, además, las dos salas especiales y la tienda de regalos en el foyer, que está siendo restaurado, como las butacas de la sala y los palcos, de cara a la reapertura del Teatro, anunciada para 2010. Un plan que la fuente citada reconoce que fue puesto en duda, y que significó un llamado de atención para el ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chain. Lo que justificaría, sugiere, la reciente inauguración del Centro de Interpretación montado junto al Teatro y la visita guiada, para algunos medios, por la sala principal y el foyer.
Fuente: Diario El Clarin
Esto oas por cuanto en la Aegentina tenemos políticos que son unos burros totales en cuanto al arte se refiere. Van a destruir el Colón y será dificil que se lo pueda regenerar luego.
ResponderEliminarEste ingeniero nos engañó a todos (yo incluído) y pretende medir con la vara de una supuesta eficiencia (debe ser tan ignorante que no podría contestar los autores de tres óperas)
pero si sabe los jugadores de futbol de todos los equipos.
El 25 de mayo de 2010 si se tiene un Colón como era los porteños deberemos convertirnos
a mandraquismo, por cuanto como andan las obras no acaban ni en el 2050.
J.Ordoñez
rio2manso@yahoo.com.ar