29 octubre 2009

Cien años del Teatro Segura: Zarzuela brava


EL CENTENARIO DEL TEATRO SEGURA SE CELEBRA CON UN DESFILE DE MAJAS, CHISPEROS, ABATES Y CASTAÑERAS. “LAS BRAVÍAS” Y “LA CHAVALA”, PIEZAS DEL MAESTRO RUPERTO CHAPÍ, ABREN LA TEMPORADA DE ZARZUELA DE ROMANZA

Por: Enrique Planas
El Comercio, 29 de octubre

Todo verdadero amante de la zarzuela puede canturrear los dúos más conocidos de “La revoltosa” (estrenada en Madrid en 1897), una de las más célebres zarzuelas del maestro español Ruperto Chapí. Sin embargo, pocos saben que esta pieza formaba una trilogía junto con otras dos obras olvidadas por un siglo: “Las bravías” (1896) y “La chavala” (1898), ambas redescubiertas recientemente por el director madrileño Juan de Udaeta y que sonarán en Lima por primera vez en casi un siglo, en la breve temporada con la cual la Asociación Cultural Romanza celebra en grande los 100 años del teatro Segura.

Con estas composiciones, Chapí concibió tres historias de mujeres, de carácter y destinos distintos. Si la hoy famosa Maripepa era la revoltosa y desenfadada gitana que se divierte provocando a los hombres del modesto patio madrileño en el que vive, la menos conocida Patro de “Las bravías” aprenderá que la dulzura vence a la agresividad en los terrenos del amor; y Concha, la gitana protagonista de “La chavala”, conmueve por su frustrado, contenido y silencioso amor, obligada por las circunstancias a convertirse en “confidente” del hombre que desea.

En ambas piezas de género chico, por llevarse a escena mañana y el sábado 31 de octubre, hay un elenco notable: desde España arribaron las sopranos Milagros Martín y Guadalupe Sánchez, el barítono Javier Galán y el tenor cómico Carlos Crooke, quienes se encontraron en los ensayos con sus pares peruanos Francesco Petrozzi, Andrés Veramendi, Jackeline Terry, José Marino y Lorena Aranda.

LO POÉTICO Y LO POPULAR
Además de contar con la maestría del compositor Chapí, la trilogía compuesta por “La revoltosa”, “Las bravías” y “La chavala” tuvo como libretistas a un extraordinario tándem: José López Silva, un experto en el habla popular madrileña, y Carlos Fernández Shaw, académico y gran poeta lírico en su tiempo. “Es de admirar que en esa época el ego del creador no era tan fuerte como hoy”, comenta el director De Udaeta. “En el trabajo de ambos se dio una coincidencia histórica: el gracejo y el conocimiento del habla popular pasan por una estructura muy pensada y un altísimo vuelo poético. Allí está la genialidad de estas obras: saber combinar en su medida exacta el populismo y la finura del trazo del personaje”, explica.

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