El teatro, considerado como la mejor sala de ópera del mundo, fue remozado por casi 1.500 trabajadores que comenzaron sus tareas en 2001 y para las cuales la alcaldía de la ciudad invirtió 340 millones de pesos (86 millones de dólares).
Desde la Dirección de Cultura de la capital argentina explicaron a esta agencia que los trabajos incluyeron tareas en el frente y techo, en su interior y la sala principal, que tiene capacidad para 2.500 personas sentadas y 300 de pie.
Para la función del 24 por la noche se ha previsto un programa que permita el lucimiento de los cuerpos estables del teatro.
Quienes asistan a la gala de reapertura podrán disfrutar de La Bohème, de Giacomo Puccini,cuyo segundo acto será representado por la soprano argentina Virginia Tola en el papel de Mimí y la estadounidense Nicole Cabell como Musetta. Los amantes del ballet, en tanto, verán una selección del tercer acto de El lago de los cisnes, de Chaikovski.
El Teatro Colón, de unos 60.000 metros cuadrados de superficie, fue inaugurado el 25 de mayo de 1908 con la ópera Aída, de Verdi, que estrenó entonces la Compañía Lírica Italiana que dirigía Luigi Mancinelli.
Desde entonces, pasaron los directores Richard Strauss, Igor Stravinsky, Manuel de Falla, Daniel Baremboin y Arturo Toscanini, los cantantes líricos Enrico Caruso, María Callas, Luciano Pavarotti, Plácido Domingo y Monserrat Caballé y bailarines de renombre mundial, como Anna Pavlova, Vaslav Nijinsky, Rudolf Nureyev y Maia Plissetskaya.
La función de reapertura será transmitida en directo por la televisión como, según dijo el alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, "expresión de unión nacional en el Bicentenario Patrio".
Los presentes contemplarán además la puesta en valor del sitio, a través de la renovación de las 2.500 sillas, cuyas panas de seda roja y amarilla son ahora de carácter ignífugo, la restauración de la araña de tres toneladas de peso y 700 luces que engalana el salón principal y hasta los colores originales del inmueble obra de los arquitectos Francisco Tamburini, Víctor Meano y Jules Domal. Para ello, se procedió a limpiar con bisturíes las distintas capas de pintura con que se habían colocado en 102 años de historia.
Entre los más grandes de la lírica y la danza que se han presentado en el Teatro Colón, faltan los nombres de Birgit Nilsson y Alicia Alonso.
ResponderEliminar