05 septiembre 2010

Daniel Barenboim y la orquesta del Diván Este-Oeste en Buenos Aires

Foto: Monika Ritterhaus for Warner Music Germany


Por Ramón Jacques
operaperu.com

Orquesta West-Eastern Divan
concierto del segundo ciclo presentado por el Mozarteum Argentino en el Teatro Colón de Buenos Aires el 19 de agosto del 2010.
Director: Daniel Barenboim.
Obras: Sinfonía No. 4 en Si bemol mayor, op. 60 y Sinfonía No. 3 en Mi bemol mayor, op. 55, “Heroica” de Ludwig van Beethoven (1770-1827)

El 19 de agosto de 1950 y con tan solo ocho años de edad, debutaba en su natal Buenos Aires, en un concierto de piano, Daniel Barenboim. Él mismo día, pero sesenta años después, el celebre pianista y hoy director de orquesta argentino se encontró en el podio del Teatro Colón de Buenos Aires dirigiendo en un programa monográfico de Beethoven a su Orquesta East-Western Divan, a la que considera su proyecto musical mas ambicioso porque la conforman jóvenes músicos provenientes de Israel, Palestina y otros países árabes, y cuyo fin es el de difundir la convivencia y el dialogo intercultural.

Como parte de la gira que realizan Barenboim y la orquesta por diversos países hispanoamericanos, los conciertos en la Argentina donde se interpretaron todas las sinfonías de Beethoven, se realizaron gracias a la asociación Mozarteum Argentino. Las colaboraciones pasadas entre esta asociación y Barenboim, han rendido frutos musicalmente muy interesantes ya que ha tenido la posibilidad de ofrecer al publico argentino sus interpretaciones al piano de las Variaciones de Goldberg y El clave bien temperado, ambas de Bach, así como todas las sonatas para piano de Beethoven.

Por tratarse de un importante aniversario en la vida del intérprete, el concierto resultó ser muy emotivo ya que después del intervalo y antes de dar inicio a la segunda parte, Barenboim se dirigió al público con palabras de agradecimiento y explicó un poco sobre esta idea, que inició en 1999 al lado del intelectual palestino Edward Said, y la cual considera un proyecto tan “humanitario” como musical.

Desde el punto de vista orquestal, se interpretó la Sinfonía No 4 en Si bemol mayor, Op. 60 de Beethoven, música y repertorio que son afines al gusto y al temperamento del director, quien dirigió con maestría y elegancia la partitura, con sutileza y vigor cuando fue necesario, y de la que fue capaz de extraer interesantes y sutiles tonalidades timbricas, desde el reflexivo Adagio inicial, que continuó con un gracioso Allegro vivace, al sereno Adagio del segundo movimiento y hasta los alegres últimos dos movimientos, en los que se notó el contraste entre la sólida sección de cuerdas que posee la orquesta, con la sección de vientos, particularmente de instrumentos como el fagot y el clarinete.

La ejecución de la Sinfonía No. 3 “Heroica” fue notable, conmovedora y emocionante, con la segura e incisiva baqueta de Barenboim de la que emanó un sonido compacto y homogéneo de todas las fuerzas musicales de la orquesta, pero que fue sobretodo trabajado con mayor brilló y exaltación: como en la Marcha Fúnebre, y el muy alegre Finale. Al concluir el concierto, el publicó premio con largos aplausos a “su” músico, y a la muy grata interpretación musical que ofreció.

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