Fotos: Ministerio de Cultura |
Por Gonzalo Tello (Operaperu.com)
Muchas veces el término
"ópera para niños" nos remite a muchos prejuicios: Que son historias
muy simples, fáciles específicamente para un público infantil y ‘naive’,
con música muy fácil y sosa, y que resulta aburrida para los adultos.
Nada más lejano de la realidad cuando se decide poner en escena una producción
con música exigente, como la es la del compositor británico Benjamin Britten.
Britten, nacido el
22 de noviembre de 1913 (en un par de días cumplirá 99 años, y el próximo
año será su centenario) y fallecido en 1976, fue un compositor de ópera y música académica que
llegó muy alto y hoy es considerado como de los más importantes compositores británicos
del siglo XX. Ha escrito mucha música de cámara, oratorios, por supuesto óperas,
siendo “Peter Grimes”, “Billy Budd” y “Sueño de una noche de verano” sus obras
cumbre y de las más representadas en nuestros días. Britten se destaca sobre
todo por su profundo interés en difundir la música en los más jóvenes,
escribiendo una “Guía de orquesta para jóvenes” en 1946. “El Diluvio de Noé”, ópera
escrita para coro de niños y solistas, requiere una orquesta de cámara, incluso
para músicos amateur. Es una obra que utiliza la bíblica historia del pastor
que ante un llamado de Dios, construye un Arca lo suficientemente grande para
albergar a todas las especies animales, ya que Dios manda un diluvio que acabará
con la humanidad, llena de pecado.
“El Diluvio de Noé” es una excelente idea
para que el Coro Nacional de niños del Perú, dirigido por Mónica Canales inicie
su primera temporada en el Gran Teatro Nacional. Excelente pues pedagógicamente
es una obra que le da oficio y experiencia a los niños, y contiene música
agradable para la joven audiencia, siendo esta para nada simple, pues contiene
por momentos una estructura compleja, tanto para las voces como los
instrumentos. Junto al Ensamble “Artifex”, un conjunto de cámara dirigido por Javier Sunico y solistas
internacionales junto a jóvenes cantantes peruanos, presentan un espectáculo que
sorprende y satisface, ya que se utilizan todos los recursos de este moderno
teatro, algo muy poco usual, ya que producciones de este tipo no han tenido la
suerte de utilizar un escenario tan moderno y que impacte en la audiencia. Esa
es la gran ventaja que tiene hoy los elencos nacionales y que aporta con creces
a sus interpretaciones.
La dirección escénica y escenográfica recaen
sobre el cantante y regista venezolano Víctor García Sierra, quien ha visitado
varias veces Lima anteriormente para presentarse en las temporadas de ópera de Prolírica.
García Sierra opta por escenarios minimalistas llenos de color, y con una propuesta
dramática y exigente para los adultos como para los mismos niños. Los
movimientos por momentos son dramáticos, expresivos y definen a los diversos
personajes de una manera clara. Mucho profesionalismo respalda el trabajo de García
Sierra, quien debuta en Lima como director escénico y nos trae una mirada
fresca, poco convencional y muy atractiva en esta obra.
La iluminación del GTN debe ser la mejor
que tenemos en el país, la cual es de última generación y funciona a un nivel óptimo
y está perfectamente coordinada con la acción en escena. Además, los tres
ascensores del escenario permiten mostrar de manera espectacular los cambios de
escena y sobretodo la aparición del Arca. El foso con la orquesta sube al nivel
de la platea varias veces para permitir el movimiento de los cantantes, los
cuales utilizan todo el espacio del teatro.
El mismo director, Víctor García Sierra, interpreta
a Noé de manera contundente e histriónica, pensando en la idealización del
personaje que tienen los niños. La mezzosoprano cubana Caridad Herrera interpreta
el breve rol de la esposa de Noé, con temperamento y buena musicalidad. Los
hijos de Noé y sus esposas, interpretados por Noé Valdivieso, Israel Díaz,
Oscar Cuya, Elisabeth Guerrero, María Luisa Bringas, y Zamy Juárez, son jóvenes
cantantes que en conjunto logran una buena interpretación musical y escénica,
aprovechando una buena oportunidad para madurar en la carrera lírica. Los
personajes de las chismosas, interpretadas también por jóvenes cantantes,
logran un efecto contundente expresando los vicios y el lado diabólico en que
ha caído la humanidad.
El Coro Nacional de niños denota que ha
trabajado con esmero, sobretodo la parte escénica. Contrariamente a lo que podría
pensarse de un elenco tan joven y sobretodo tan numeroso como este (más de 120
cantantes), El nivel alcanzado es de destacar, y se nota el entusiasmo en el
trabajo, y sobre todo la concentración y coordinación entre ellos. El Coro está
presente en su totalidad interpretando a los animales que van al Arca, niños
del pueblo hebreo, y también como las olas del diluvio.
También hubo puntos que se deben revisar y
considerar. Si bien esta obra es cantada en español muy entendible, así como en
la zarzuela es importante considerar los subtítulos, pues la lírica muchas
veces no es comprensible por adultos, menos por niños, y esto puede hacer que
se pierda la continuidad del texto. Por otro lado, si bien son ideas originales
y espectaculares, la propuesta de los niños interpretando las olas del diluvio
y la forma como las aves cuelgan del techo se ven deslucidas y le quitan fuerza
a la obra. Los vestuarios de la reconocida diseñadora Sumy Kujón son
funcionales aunque por momentos se ven muy simples, algo que con iluminación se
puede arreglar. Muy bonitos esos si los diferentes vestuarios de los animales,
los cuales llevan un gorro y estilo de acuerdo a las diversas especies.
“El Diluvio de Noé” es un espectáculo que
impresiona a grandes y chicos. Para mi fue una experiencia peculiar, por no decir "atemorizante", estar sentado en un teatro
tan lleno de niños, siempre inquietos y curiosos. Estos, iniciada la obra, la siguieron atentos, y muchos de ellos con cara de asombro ante tal despliegue escénico y
de color. Muchos de ellos habrán salido impresionados y querrán volver al
teatro con entusiasmo. Los precios son realmente bajos lo cual lo hace
accesible a mucha gente y ese es otro punto a destacar en la propuesta del
Ministerio de Cultura.
Todavía quedan dos funciones este sábado y
domingo a las 11:30 am en el Gran Teatro Nacional de San Borja. Esperamos una reposición
en 2013, para celebrar en el centenario a Britten.
Una exelente produccion asi como las bodas de figaro, no soy mucho de ir a la opera por altos costos no soy musico pero si fanatica de la opera, pero los precios estan acequibles por eso me anime, y la puesta de scena de las bodas de figaro minimalista es algo que nunca se ha visto en Peru. Agradesco al Ministerio de Cultura y al Gobierno por darnos esta grandiosa oportunidad. Quien iva a poder soñar tan pronto que tendriamos Opera Nacional con inversion del Estado! Es algo que debemos aplaudir. La cultura es para todos y la unica forma de cambiar al Pais.
ResponderEliminarOjala el otro año hagan temporada tambien! Bravii para todos
Atte
Eliana G.
Tuve el agrado de ver la Opera y me pareció un gran espectáculo artistico y despertador de conciencias para los niños.En cuanto a los vestuarios, coincido con usted, muy simples por parte de Sumy Kujon, pero si aplaudo a Amiel Cayo y Ana Gladys Arce por el diseño y realización de las máscaras. Espectáculos así deberían haber más en Lima.
ResponderEliminarFelicitaciones a la producción, concuerdo con el comentario del señor Tello completamente, las voces de los niños, la iluminación, etc son excelentes, pero también debieron coordinar la parte del mar, se desluce y nos pone tensos al saber si colocarán o no el armado para agitar las olas, punto a parte es el ruido terrible que hace el riel que los traslada, en mi humilde opinión pudo ser reemplazada por alguna bailarina de ballet, a los niños les encanta!! la escena de ingreso de los animalito es lo mejor!! muchas felicitaciones!!
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