31 marzo 2013

"Marina" en el Teatro de la Zarzuela de Madrid


Nuestro amable colaborador Carlos Corzo envía comentarios desde Madrid para Ópera Perú de "Marina", que hoy está en cartelera en el Teatro de la Zarzuela con primeras figuras españolas y con espectacular vestuario hecho en Perú. Esta producción de "Marina" podrá ser vista vía satélite este 3 de abril desde la 1:50 pm exclusivamente por estudiantes en el Gran Teatro Nacional de Lima. La asistencia es gratuita previa inscripción al correo:
publicos.gtn@mcultura.gob.pe Capacidad limitada.

Fotos: Neil Becerra. Teatro de la Zarzuela de Madrid

Por Carlos Corzo Castañeda, 
desde Madrid para Ópera Perú

Luego de un año de preparación y de varias semanas de intensos ensayos, el viernes 15 de marzo se estrenó en el Teatro de la Zarzuela de Madrid la nueva producción de Marina, que constituye la primera escenificación en el siglo XXI de esta emblemática obra del género lírico español en el sesquicentenario coliseo de la calle Jovellanos.

Marina, con música de Emilio Arrieta y libro de Francisco Camprodón y Miguel Ramos Carrión, es por muchas razones una pieza única en su género: es una zarzuela que se convirtió en ópera, es la primera ópera que se escribió en idioma castellano, incorpora por primera vez en una ópera aires hispanos como las seguidillas y la habanera y, a pesar de llevar el nombre de la heroína, es considerada por muchos como una “ópera para tenor”. Fue estrenada como zarzuela en el Teatro Circo de Madrid en 1855, transformada por Arrieta en ópera a pedido del famoso tenor italiano de origen rumano Enrico Tamberlick y presentada como tal en el Teatro Real de Madrid en 1871.


 En nuestro medio goza de gran popularidad y se ha representado cientos de veces a través de los años con intérpretes de la talla de María Francisca Caballer, cuya grabación del año 1954 en disco de vinilo es probablemente las más difundida de la obra y en este momento se encuentra en exhibición, junto con otros documentos relativos a Arrieta y a Marina, en el ambigú del teatro de la Zarzuela. La Caballer vino a Lima en varias ocasiones en la década de 1960 con la compañía de Pepita Embil y Plácido Domingo (padre), destacando además como Concha en El Niño Judío.                 

Como preludio a la temporada de Marina, que va del 15 de marzo al 21 de abril e incluye 26 presentaciones de la obra, el lunes 11 el prestigioso programa Los Clásicos de Radio Nacional de España se transmitió en directo desde el Teatro de la Zarzuela y, además de selecciones de Marina cantadas por cuatro de los solistas, incluyó el dúo de Julián y Susana de la zarzuela La Verbena de la Paloma, cantado por un grupo de niños y niñas de dos colegios locales. El presentador, la presentadora y los cuatro cantantes dialogaron con gran fluidez y de manera muy amena, ilustrando a los oyentes sobre la obra. Ese mismo día el eminente musicólogo Emilio Casares disertó sobre Marina, generando tal interés que la sala resultó pequeña y numerosos asistentes tuvieron que escuchar la conferencia de pie.   


La versión del Director de Escena Ignacio García se aparta de la tradicional y folclórica, que hemos disfrutado por décadas pero que ya resulta un poco trillada y anticuada, trasladándose la acción de Lloret de Mar 1855 a un pueblo pesquero no identificado de la costa levantina en las postrimerías de la era industrial y dándole un carácter mucho más realista, reforzando así la credibilidad de la trama. Su propuesta se plasma estéticamente con el apoyo  de la bella y original escenografía de Juan Sanz y Miguel Ángel Coso, el vestuario de Pepe Corzo, que empleando materiales experimentales logra sutiles matices, y la iluminación de Paco Ariza.

A diferencia de otras versiones en las que el mar se observa sólo en el fondo, en este caso el lado del escenario que da a la platea es una playa con agua y arena, en la que inclusive un simpático pescador desarrolla su faena a lo largo de la obra.

Durante la ejecución de los preludios del primer y tercer acto el telón se levanta y se produce movimiento escénico, dando mayor continuidad a la parte teatral pero restando protagonismo a la musical, especialmente al famoso solo de trompa, que pasa desapercibido.       

Bajo la dirección musical del maestro Cristóbal Soler, doce destacadas figuras internacionales de la lírica, todos ellos españoles, conforman tres repartos diferentes, que en ocasiones se combinan, para los cuatro roles principales de la obra.


En el rol protagónico la eminente tiple ligera granadina Mariola Cantarero deleitó al público con su hermosa voz, la también tiple ligera Sonia de Munck, con su presencia escénica y solvencia vocal, encantó a la audiencia y  encarnó a la Marina ideal y Carmen Romeu ofreció una grata variante con su registro de tiple lírica pero con amplio dominio de la coloratura. 

Como Jorge, el afamado tenor canario Celso Albelo lució su notable dominio del registro agudo, Antonio Gandía resultó el Jorge ideal con su registro de lírico spinto y su excelente legato y el tenor lírico Mikeldi Atxalandabaso destacó por su musicalidad y bello timbre de voz.     

En el papel de Roque, los barítonos Juan Jesús Rodríguez y Ángel Ódena fueron muy aplaudidos por la gran calidad de sus voces, mientras que Luis Cansino destacó además por su acertada interpretación del viejo lobo de mar decepcionado de las mujeres y amante de la bebida.

El bajo-barítono Simón Orfila y el barítono Marco Moncloa cantaron y actuaron muy bien en el rol de Pascual, pero el que lo interpretó con mayor propiedad fue Ruben Amoretti, por tratarse de un bajo, cuerda para la que lo concibió el compositor navarro. La diferencia se nota particularmente en los cuartetos y en los concertantes.     

De estos artistas han actuado en nuestro medio Sonia de Munck (Doña Francisquita), Marco Moncloa (La del Manojo de Rosas), Luis Cansino (Luisa Fernanda, La Leyenda del Beso, Don Giovanni, La Boheme), Rubén Amoretti (Turandot) y Simón Orfila (Norma). 

Cabe destacar la participación como el capitán Alberto del barítono Gerardo Bullón, quien a pesar de su breve intervención fue muy aplaudido.    

La orquesta, bajo la batuta de Cristóbal Soler y el coro, dirigido por Antonio Fauró, aportaron el marco adecuado para el desarrollo de la obra. 


En esta versión, gracias al trabajo de María Encina Cortizo, se han recuperado dos números, ambos en el segundo acto, que figuraron en la partitura original y que con el tiempo se habían perdido. Se trata de un bello dúo entre Marina y Roque y de una sardana, elegante danza catalana bailada inicialmente por un pequeño grupo al que luego se va uniendo todo el coro. 

Si bien el desarrollo de esta Marina cautiva al espectador de principio a fin, si tuviéramos que elegir un número como el mejor logrado optaríamos por el cuarteto del primer acto, con cualquiera de los repartos.

La combinación inédita de una partitura belcantista con una puesta en escena verista dio, en este caso, un excelente resultado. Las funciones se vienen dando a teatro lleno y son entusiastamente recibidas por el público, que goza con el espectáculo y lo premia con sus sostenidos aplausos.                

Esta nueva producción de Marina constituye un importante hito en el cumplimiento del objetivo que el musicólogo veneciano Paolo Pinamonti, Director del Teatro de la Zarzuela, se ha trazado de poner en valor el género lírico español, tan apreciado en España e Hispanoamérica, y proyectarlo a nivel global, como corresponde a su riqueza musical y teatral. 

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