Foto: GTN |
Por Gonzalo Tello (Operaperu.com) Este viernes 17 de mayo en el Gran Teatro Nacional de Lima la OSN presentó dentro de su temporada de otoño al violinista Oscar Bohórquez y al director argentino Enrique Roel en un programa que incluía dos piezas clásicas del repertorio universal: El concierto para violín y orquesta de Tchaikovsky y la Cuarta sinfonía de Johannes Brahms. Ambos considerados clásicos y obras maestras.
Oscar Bohórquez, reconocido a nivel mundial y con vasta experiencia en las mejores salas del mundo tiene un estilo virtuoso particular, y es capaz de crear toda una personalidad y atmósfera energética alrededor de su instrumento. Conoce muy bien este concierto y seguramente le ha dado muchas vueltas antes de sacar esta interpretación. Si bien no fue un derroche de pirotecnia como muchos suelen hacer, lo suyo es una muestra con carácter íntimo y directo. Por otro lado la OSN dirigida por Roel parece que pensaba mas en el estilo de Brahms, ya que mostró cero brillo y poca flexibilidad. Imperdonables las entradas fuera de tiempo, ¿cómo un corno va a entrar dos compases después? ¿la cornista se durmió?
Como fuera, el desfase entre solista y orquesta fue mas que evidente dando un resultado por debajo de lo medianamente aceptable.
La sinfonía de Brahms fue mejor, se adecúa en volumen y temperamento a la orquesta y se lograron ciertos pasajes virtuosos. Aunque personalmente ciertos tiempos del director no me gustaron sintiendo que se le quitó peso a la obra, última de las sinfonías del compositor alemán.
Y a pesar de todo lo dicho, el público ovacionó al director, por ende el bis. En ese caso ya entran otros factores a tallar, pero fue una noche extraña. Es la primera vez en la vida que escucho que el 'bis' del concierto (que hasta el momento no se cual es, posiblemente una obra argentina)* es lo único que sonó bien. Parece que fue lo único que se ensayó adecuadamente.
Si uno se anima a comentar este tipo de cosas es porque el escenario es sagrado. Todos los que están sobre un escenario son artistas, y están obligados a mostrar lo mejor de si. No es un ensayo de rutina ni un dia mas, es una presentación que de una u otra forma quedará en los registros y la memoria. Me aburre mucho y distrae ver a músicos desconectados de lo que interpretan. Se nota hasta de los pisos de arriba.
Próximamente la OSN interpretará la Sinfonía no. 2 de Mahler, tremenda obra. ¿Sonarán igual que el viernes?
*El bis ejecutado fue el "Libertango" de Astor Piazzolla
La obra del bis me parece que fue un fragmento de Piazzolla. En todo caso, concuerdo en que fue la ùnica pieza que contó con una orquesta entusiasta y segura de sí. Por mi parte creo que las piezas del programa no estuvieron mal ejecutadas, aunque sí dejaron mucho que desear.
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