18 mayo 2007

La Opera en el Peru

Hola! estuve buscando en Google y por diversas formas, blogs en espanol en los que se hable de opera, opera como nos gustaria que se hablara. La verdad no encontre ninguno.

Hace mucho tiempo sigo atentamente blog en ingles, principalmente de bloggers en Nueva York. ya que yo paso algun tiempo al ano ahi, y estoy muy al tanto de lo que pasa en el Metropolitan cada temporada, puedo seguir las novedades, los comentarios y polemicas de los entendidos y aficionados, que no se cansan de comentar, proponer, ( y por que no, destruir) producciones, elencos, cantantes nuevos, cotidianos y ya reconocidos.

Este blog esta creado para aquellos peruanos, y latinos en general, que como yo, disfrutan con la opera, ya sea escuchandola en CD, LP, cassettes, ipods, radio, etc; Yendo a los teatros en su ciudad o viajando especialmente, o acudiendo a conciertos.

Opera no es solo ir al teatro, dormir un rato en la butaca, y aplaudir al final de la funcion. Es algo mas. No es teatro, no es musica, no es poesia ni expresion corporal o plastica. Es todo lo anterior. Ademas, es un incentivo adictivo para nuestros sentidos profundos, y nos atrapa mejor que cualquier droga.

El titulo que le pongo a esta primera entrada del blog no tiene un significado especifico. No me pondre a narrar la historia de la opera en el Peru...me daria mucha flojera y eso se lo dejo al estimado Alejandro Yori... La idea es hablar de lo que pasa ahora, y de lo que mucha gente en el mundo comenta.

La opera en el mundo es un arte cada vez mas popular. Alguna vez algunos desubicados dijeron que era un arte elitista y en extincion. Asi posiblemente se pensaba en los 80's. Ahora todo es diferente. Las nuevas tendencias en puestas en escena, ademas de la increible cantidad de gente joven que se interesa a seguir esta profesion, ha hecho de esto un negocio multimillonario, que gracias a las nuevas tecnologias, se expande con rapidez por el mundo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Anoche estuve en el desastre del concierto en el Santa Úrsula. Nada que ver. Un nuevo capítulo de miseria para la ópera en el Perú. El primer acto, si se le puede llamar así, transcurrió entre las arias archiconocidas que los cantantes yanquis cantaron y los esfuerzos de la orquesta por seguir al incapaz que hacía de conductor. El público se comportaba con el entusiasmo del que no quiere aceptar que ha invertido mal su dinero, así que estaban listos para el aplauso siempre.
Pero el segundo acto... ¡memorable!
La luz se apagó, de repente por culpa del candelabro, y tras el ataque de histeria del conductor decidieron cantar a oscuras en el escenario. La gente se sintió feliz en la platea, era como una cena a la luz de las velas en Huampaní. Para darle más calor al asunto, el conductor pidió palmas como acompañamiento para el brindis de La Traviata. Una peña criolla no podría haber estado más alegre que el Santa Úrsula. Finalmente, como el programa no podía completarse, nos mandaron a nuestras casas. Claro, previa repetición del brindis traviatero una vez más con palmas.