06 enero 2018

Año Nuevo de lujo en la Filarmónica de Berlín

(Fotos y videos: Berliner Philharmoniker y Ópera Perú)
Por Gonzalo Tello desde Berlín
La Orquesta Filarmónica de Berlín tiene una de las temporadas mas completas y largas que se puedan ver en general. Conciertos en la Philharmonie (su sede principal), giras nacionales e internacionales, conciertos para niños, de cámara y múltiples actividades de formación de públicos. Dentro de este parámetro, la orquesta trabaja incluso hasta en Año Nuevo, literalmente.
Y es que el último concierto del 2017 se dió en la legendaria großensaal de la Herbert Von Karajan Straße en Potsdamer Platz, para recibir el nuevo año en el célebre "Silvesterkonzert", bajo la dirección de su titular, Sir Simon Rattle. Como solista invitada, disfrutamos de la exquisita mezzosoprano Joyce DiDonato, quien interpretó canciones de Richard Strauss y de Leonard Bernstein.
En una noche lluviosa del 31 (en Berlín anochece a las 4:00 pm en estos días) llegué a este concierto de localidades agotadas, sabiendo que no sería uno común y corriente. Desde la entrada el impecable atuendo del personal así como un gran destacamento de mozos se preparaban a ordenar el ambiente. Una cantidad de mesas fueron dispuestas con grandes hieleras y decenas de botellas de Moët et Chandon para recibir al público y personalidades especiales.
Este concierto fue transmitido en vivo no solo a través del Digital Concert Hall, la web de la Filarmónica de Berlín en que se puede ver sus conciertos en vivo y diferido bajo suscripción, sino que se transmitió a cines de Europa a 14 países y 280 salas, y por televisión, a través de la cadena ARTE. Mas de 10 cámaras dispuestas en la platea, escenario y galerías mostrarían este concierto especial.
Fue especial además, porque el programa era algo poco común. Si bien en Europa la norma es que los conciertos de Año Nuevo se celebren con valses u obras populares, destinadas a todo público, el programa de la Filarmónica de Berlín fue mucho mas selecto, escogido bajo un criterio vanguardista, sin dejar de lado piezas de gran inspiración.
El concierto inició a las 5:30 pm y con atuendos y expresiones en el público mas contentas de lo acostumbrado. No solo uno se preparaba para celebrar el nuevo año sino que las cámaras y toda la disposición para ser vistos por millones, no solo artistas sino también público, era mas que obvia.
Una maestra de ceremonias y la conductora de la transmisión toma el podio para dirigirse al público en alemán, inglés y francés para presentar el programa a continuación. Sir Simon Rattle aparece inmediatamente y se inicia el programa con la "Obertura Carnaval" Op. 92 de Anton Dvořák, música vivaz y de alto impacto. La orquesta y director dan todo de si desde el inicio con un sonido y brillo contagiante, pues el alma checa es bienvenida en este inicio de celebración. La precisión y exhuberancia de Rattle se complementa bien con los maestros de la orquesta, los cuales demuestran cada uno su apreciado talento. Seguidamente pasamos a una  breve obra, el "Pas de Deux" del ballet "Apollon musagète" de Igor Stravinsky, a ritmo de vals. De alguna manera, y aunque las obras del programa no tienen mucho en común, este bocado ruso nos conecta con lo que vendrá a continuación.
Joyce DiDonato hace su entrada en vestido de noche negro brillante, con esa elegancia característica e interpreta sin interrupciones cinco canciones de Richard Strauss. Da inicio con la breve Zueignung, op. 10 No. 1 (orquestada por Robert Heger), con el brillo y fuerza del compositor en su etapa juvenil. Luego la sutilidad e imperceptibilidad de Wiegenlied, op. 41 No. 1. DiDonato canta en pianissimo junto con la orquesta, quien la acompaña en esta casi canción de cuna.
La también breve Müttertändelei, op. 43 No. 2 es casi un aria en la cual la voz de la mezzo se apoya en pizzicatos y las flautas. Damos paso ahora a Morgen, op. 27 No. 4, la canción mas conocida de este grupo, la cual canta acompañada del concertino Noah Bendix-Balgley en un bello solo, de aletargada melodía y como en trance. Finalmente, Die heiligen drei Könige aus Morgenland, op. 56 No. 6 es una bella canción con texto de Heinrich Heine que habla de los Tres Reyes Magos que vienen a ver al recién nacido en Belén. La música final, muy Straussiana, los lleva no solo a su destino, sino a los confines del cosmos.
Vale mencionar que entre los maestros que interpretaron solos durante estas canciones pude divisar a quizá el músico mas popular de la orquesta, el clarinetista austríaco Andreas Ottensamer, quien hace carrera como solista mientras cumple con su oficio dentro de la Filarmónica de Berlín.
 La orquesta dirigida por Rattle da el tono desenfadado y virtuoso, con 3 danzas de On the Town, famoso musical compuesto por Leonard Bernstein. La nota musical y jazzística la dan con fortes y mucho ritmo.
Luego, vuelve DiDonato y Rattle toma el micrófono para dar unos breves comentarios sobre la canción "Take Care of this House", escrita por Leonard Bernstein de la "White House Cantata". Rattle explica  que le letra de la canción habla de cuidar la casa del Presidente, como símbolo de la tradición americana. Esto, en cierto modo irónico al momento tan duro que atraviesa el gobierno de EE.UU.
El concierto, que se dio sin interrupciones y desde las galerías, era narrado por la conductora de la transmisión, justo debajo del órgano y a vista de la platea. Rattle y la BPO interpretan la suite "La era dorada" Op. 22a de Dimitri Shostakovich, en sus cuatro movimientos. Como todas las suites del compositor ruso, la música incluye música para todos los grupos musicales, con sus melodías características y su pompa y circunstancia. 
Tras los aplausos de final de programa, Rattle vuelve rápidamente al podio para interpretar dos "encores" adecuados para la ocasión. La danza eslava no. 2, Op. 72, de Dvořák. Obra íntima y elegante, muestra un color brillante y deliciosos volúmenes de la orquesta. Cierran con la elegante y exhuberante Danza húngara no. 1 en sol menor de Johannes Brahms, con una fastuosidad impresionante. Un autor alemán para un cierre de Año Nuevo muy alemán.
Cabe notar que al final del concierto, Rattle recibe el tradicional ramo de flores, y este inmediatamente procede hacia la platea y sube, a la misma fila en la que me encontraba, pero a unos 10 asientos del lado derecho. Entrega el ramo a una invitada especial, la canciller Angela Merkel, quien llegó sin que el público se diera cuenta, y ante tal sorpresa se dio una ovación de pie general.
La velada terminó con champán para todos en el foyer de la Philharmonie, mientras la señora Merkel se retiraba entre el público. Fue una excelente velada y con un elenco y solistas insuperables. Este programa ya ha sido editado en video y saldrá próximamente a la venta.
Estas crónicas desde la Philharmonie permitirán acercar a la Filarmónica de Berlín con nuestro país, ya que además de poder disfrutar de sus conciertos a través de internet, se pueden ver varios de ellos en diferido en el Goethe Institut de Lima, y hay un plan para llevar estos conciertos a auditorios mas grandes. Próximamente daremos mas información.

05 enero 2018

Navidad en Berlín con un solemne Thielemann

Vimos al legendario director alemán dar una exquisita rendición de la "Missa Solemnis" de Beethoven con la Filarmónica de Berlín. (Fotos y videos: Berliner Phil y Ópera Perú)
Por Gonzalo Tello, desde Berlín 
La Navidad trae consigo a la capital alemana un ambiente festivo y alegre. Desde las plazas y las principales avenidas decoradas con luces de colores, desde Kurfürstendamm a Potsdamer Platz, pasando por el Gendarmenmarkt hasta Alexanderplatz, Berlín se llena de ferias, música y entretenimiento callejero, en las cuales locales y turistas pueden disfrutar de comida típica o comprar detalles navideños. A pesar de no hacer tanto frío como debería para esta época del año, Berlín es mi sede desde donde el mes de diciembre me dedico a asistir a una serie de conciertos y ópera, aprovechando la inmensa oferta cultural de una de las ciudades mas intensas de Europa.
Gracias a una gentileza de la oficina de prensa de la Berliner Philharmoniker, pude asistir a dos fechas especiales en la famosa Philharmonie de Berlín para asistir a dos conciertos especiales. El primero de ellos el que narro en esta nota.
La atracción de esta época del año es la presencia del legendario director de orquesta Christian Thielemann, uno de los nombres mas reputados del mundo y quien está al frente de uno de los elencos mas importantes, la Staatskapelle de Dresde. Thielemann, como cada año, se pone al frente de la Filarmónica de Berlín para dirigir en tres fechas la célebre "Missa Solemnis" de Ludwig Van Beethoven, una de sus grandes creaciones vocal-sinfónicas.
Hablar de Thielemann y Beethoven, así como de la unánimemente considerada como la mejor orquesta del mundo, llaman al éxito asegurado.  Esta presentación, de la cual la última función (a la que asistí), fue transmitida por el canal Digital Concert Hall, en HD y sonido surround en vivo y que puede verse bajo suscripción.
La Filarmónica de Berlín está acompañada por el Coro de la Radiodifusión de Berlin (Rundfunkchor Berlin) y de cuatro imponentes solistas: La soprano Luba Orgonášová, la mezzosoprano Elisabeth Kulman, el tenor Daniel Behle Tenor, y el barítono Franz-Josef Selig.
Si bien la Missa Solemnis en Re mayor, Óp. 123 no es tan popular como la Novena SInfonía o incluso la Fantasía Coral, esta obra, escrita hacia 1823 y dedicada al Archiduque Rudolph de Austria, contiene un estilo del período tardío de Beethoven, con una complejidad y amalgamiento refinados y que integran voces y orquesta.
Una de las principales características que podemos rescatar de la dirección de Thielemann es su sobriedad. Sin batuta, y movimientos casi imperceptibles, conecta con la orquesta y coro prácticamente con la mirada. La obra se inicia con el Kyrie, con una poderoso toque de metales, y cuerdas en pianissimo, como si escucháramos a una orquesta de cámara, y que mantienen la solemnidad. El coro y solistas desbordan con fortes pero manteniendo el volumen y el temperamento de la obra, como Thielemann lo indica. Los cuatro solistas se mezclan en variaciones que en el caso de las voces masculinas resulta incluso imperceptibles, no por falta de voz sino por darle un toque barroco y sacro.
La virtuosidad de la orquesta y potencia del coro llegan en el Gloria, en que los instrumentos desbordan en un prestissimo imposible para orquestas "regulares". El coro muestra un sonido brillante en los agudos y perfección en los volúmenes. Los solistas se suman. Orgonášová y Kulman en perfecta armonía y potencia, Mientras que el barítono Selig, conocido por su voz portentosa en roles wagnerianos, mantiene el estilo con una voz abierta y pastoral. En el Miserere, las voces de soprano y tenor se confunden en una bella melodía y gran legato de los cantantes. Esta obra en general no contiene pasajes exclusivos para una voz, por lo que los solistas se lucen en diversos momentos, en ensemble. El final del Gloria es pura perfección y lucimiento por parte del coro, y un control visual perfecto de Thielemann. La virtuosidad de los solistas llega en el Amen.
El Credo dedica una introducción importante al coro, antes de pasar a un tema pastoral de los solistas. EL brillo de las cuerdas y vientos destaca en esta parte, en la que el tenor tiene un segmento lírico y dramático importante junto al coro.
La introducción del Sanctus es la mas solemne de la obra, en la que el concertino Raimar Orlovsky (a quien se puede ver conversando con Thielemann en una entrevista en la web del Digital Concert Hall dedicada a este concierto) toma la parte solista en una profunda rendición lírica. ¿Pudo solo esta inspirada melodía influenciar a tantos compositores posteriormente? De seguro que si. El coro ni solistas nunca opacan al concertino en esta bellísima e inspirada sección.
Cuerdas y fagotes, junto a la voz oscura de Selig inician el Agnus Dei, melodía de recogimiento y resignación. Su oscuridad es de un refinamiento único, en la que Beethoven se adelanta a su tiempo y nos muestra una serie de acordes únicos en su creación.
La Missa Solemnis es uno de los oratorios mas importantes creados. Beethoven dejó un legado extraordinario con esta obra, que poder disfrutar con un elenco insuperable, me llenó de satisfacción.