(Difusión) En carnavales el compás del vals invade los salones de
Viena. Los vieneses están de fiesta sumergiéndose en una atmósfera de glamour
de antaño. La época de Johann Strauss resucita con su música alegre, sus bailes
elegantes y sus fiestas opulentas. Ahora los limeños tendrán la oportunidad de
vivir en carne propia esta tradición, probar un sorbo de “Sangre Vienesa” y
bailar con música en vivo hasta el alba. El segundo baile vienés en Lima se
realizará del 22 de junio del 2013 a las 8 p.m. en el Westin Lima Hotel. También
los amantes de la música vienesa tendrán la oportunidad única de dejarse llevar
a la era dorada del vals y de la opereta. Con la orquesta austriaca
“Fledermaus” acompañada por dos cantantes de opereta podrán pasear por “El
Danubio azul” en un concierto de gala de música de Johann Strauss el 25 de
junio del 2013 a las 8 p.m. en el Gran Teatro Nacional. Ambos eventos son a
beneficio de la Asociación Emergencia Ayacucho.
La orquesta “Fledermaus” (murciélago) con 17 excelentes músicos llevará
en su equipaje desde Austria las melodías más famosas de Johann Strauss padre e
hijo, de Carl Millöcker y Franz Léhar. En nuestro Baile Vienés creará un ambiente alegre con valses y polkas después
de la apertura tradicional en que jóvenes parejas vestidas de blanco y con
smoking negro realizan la típica cuadrilla, una contradanza que en bailes
vieneses siempre se acompaña con la música de “Murciélago”. Dos cantantes, el peruano Xavier Fernández Santa
María y la estadounidense Alicia O’Neill, deleitarán con solos y dúos de las
operetas de aquella época dando así al ambiente la última sazón con una pizca
de chispa y unas gotitas de magia.
En el Concierto
de Gala en el Gran Teatro Nacional la orquesta junto con los cantantes se
dedicarán a la dinastía Strauss y en especial a Johann Strauss hijo, el “Rey de
los valses”. La orquesta “Fledermaus” es una típica orquesta de
cámara y de Baile vienés y será dirigida por la violinista Iva Nikolova que mostrará
su gran virtuosidad presentando una selección de obras magistrales. Es el mismo
papel que Johann Strauss asumía durante sus conciertos. Los músicos destacan sobre todo por su
gran cuidado vital de la música clásica vienesa, combinado con el placer por el
arte de hacer música, que desde hace ya más de 150 años, con los conciertos de
Strauss, caracteriza a la ciudad de Viena.
El vals vienés y la opereta
Las primeras melodías de Vals Vienés datan
de 1770. Los
dos siguientes siglos originaban generaciones de músicos y compositores en toda
Europa que se dedicaban al vals. Sin embargo Viena se convirtió en el centro de
este baile y sigue siéndolo hasta hoy. El vals vienés está incrustado en el alma de los
vieneses. Todos los años reciben el año
nuevo bailando “El Danubio azul” donde estén - en la plaza principal de Viena, el
“Stephansplatz” , en las “Carpas de Vals”
que se emplazan en todas partes de la ciudad, en sus casas y también en la discoteca - a las
doce en punto toda la ciudad unida vive esa tradición que tiene sus orígenes en
el pueblo: Hasta el siglo XVIII, mientras la clase alta bailaba noblemente el
minué, el pueblo se divertía en los bares con el vals lleno de alegría y chispa.
Cuando durante el Congreso de Viena de 1815 se bailó por primera vez el vals en
un ambiente de salón se alzaban las voces advirtiendo el peligro para la salud
de tanto girar y girar. La moral pública estaba en peligro con tanto contacto
corporal se decía. Sin embargo las advertencias fueron en vano y pronto el vals
vienés conquistó también el corazón de los nobles. Fue Johann Strauss que
finalmente logró encumbrarlo. Comenzó la era dorada de la opereta y en los
salones se entonaban las melodías contagiosas de las operetas más famosas de
Strauss. “El Murciélago”, “El Barón
gitano”, “Sangre vienesa” contienen mucha música bailable como valses,
polkas y marchas. La opereta se
caracteriza por su música alegre, sus diálogos bromistas y elementos
folklóricos. Trata de amores difíciles, intrigas, confusiones, mentiras y finalmente
el reencuentro feliz de los amantes.
Johann Strauss
Johann Strauss, hijo del famoso padre del mismo nombre, nació en 1825.
Se hizo músico y compositor contra la
voluntad de su padre que veía un rival en su hijo e hizo lo posible para
impedir su ascenso. Mientras el padre era leal a la monarquía, Johann Strauss
hijo apoyó a los revolucionarios del 1848. Su debut en 1844 en el Casino
Domayer fue un éxito total. El público entusiasmado le pidió una y otra vez un
bis. ¡Hasta 19 veces tuvo que repetir algunas piezas! La prensa escribió: “¡Buenas
noches Lanner! ¡Buenas tardes Strauss padre! ¡Buenos días Strauss hijo!” Pronto
se convirtió en la estrella de su época,
las mujeres adoraban al guapo y elegante concertino. Strauss viajaba por muchos
países incluso Estados Unidos haciendo famoso sus valses a nivel mundial. En
1863 se hizo “Director
Musical del Baile de la Corte”. Falleció
en 1899 dejando una obra de 16 operetas, 500 valses, polkas y cuadrillas, un
ballet y una ópera.
Del vals vienés al vals criollo
El vals vienés llegó primero a Espana donde vivía una primera
transformación. Enqriquecido con nuevos ritmos llegó a mediados del siglo XIX al
Perú. Se difundía primero por bandas militares que tocaban para entretener a los
soldados; a la vez, la clase alta peruana bailaba la danza de estilo formal en
los eventos sociales. Sin embargo, fue la población criolla de la clase media
limeña que empezó a transformar este baile europeo dándole una característica
inconfundible. Para armonizar mejor con la música y los bailes del lugar se fue
cambiando el ritmo original y el estilo de bailar con la influencia de la música criolla y
afroperuana.
Como resultado el vals peruano introduce pasos más cortos y giros
acrobáticos. También los instrumentos difieren producto del viaje sobre el
atlántico: En vez de una orquesta de cámara son ahora la guitarra y el cajón
los que llevan la melodía y el ritmo convirtiendo el vals en una tradición muy peruana
y muy popular hasta hoy en día.
Bailes vieneses entre
tradición y modernidad
La magia de la época Johann Strauss y su música se vive hasta hoy en
día. En los meses de
enero y febrero se organizan más de 450 bailes vieneses en toda la ciudad de
Viena pero también en casi todas las otras ciudades y pueblos del país. Estos
eventos son una fusión de elementos tradicionales y modernos. En el Baile de
los Cafeteros por ejemplo tocan entre 10 y 15 orquestas y grupos musicales cuyos repertorios abarcan
valses de Strauss, Samba, Jazz, ritmos africanos y también música de discoteca,
presentando casi todo tipo de música bailable que existe hoy en día.
500,000 personas, o sea un cuarto de la población vienesa, se divierten
unas 2,000 horas en estos eventos tradicionales ayudando que estos sean también
un éxito económico ya que el volumen de ventas llega a 17 millones de euros. Muchas
asociaciones profesionales organizan sus propios bailes vieneses: hay el Baile
de los médicos, de los abogados, de los pasteleros. También se organizan eventos más exóticos como el “Baile
de los cuidadores de los animales del zoológico de Schönbrunn”, el ”Baile de los
carniceros”, el “Baile de los deshollinadores” o el “Baile de las personas sin
hogar”. Es tanta la popularidad de los
bailes vieneses que por ejemplo
en 2012 las 6,000 entradas del “Baile de los monteros” se vendieron dentro de los
primeros diez minutos de salir a la venta!
El Baile de la Ópera es el evento internacionalmente más
conocido: Es un baile enorme y el “baile del estado” del gobierno austríaco
donde se encuentran también estrellas y celebridades internacionales. Su
equivalente moderno es el “Life Ball”, el evento de este tipo más grande del
mundo a beneficio de la lucha contra el VIH/SIDA.
Especialmente excepcionales y bonitos son el “Baile de la Orquesta
Filarmónica de Viena” donde toca la Filarmónica de Viena y el “Baile de las flores” que se caracteriza por
el mar de miles y miles de flores con que se decoran los salones. En el “baile de los caramelos” todo se centra en
dulces culminando con la elección de la Miss Caramelo. La ganadora se sube a
una balanza y su peso se compensa con wafers. En 2013 los 648 paquetes de
wafers fueron donados a un orfanato. También la asociación de homosexuales en
su lucha contra la homofobia y discriminación organiza el “Baile del arco iris”
donde la cuadrilla tradicional se baila entre parejas del mismo género.
Además de los bailes de máscaras tradicionales (“G’schnas”) existen los
“Redouten” una tradición que ha sobrevivido sólo en el baile de las asociaciones
estudiantiles (“Rudolfina
Redoute”): Ahí las damas cubren sus rostros con una máscara elegante
al estilo veneciano. Así se puede fácil y anónimamente conocer a varios
caballeros y desaparecer nuevamente en la multitud sin ser reconocido. Hasta la
media noche son sólo las damas que pueden solicitar bailar con los caballeros y
no al revés. A la media noche se baila la cuadrilla tradicional en que las
damas salen del anonimato quitándose las máscaras. Recién a partir de este
momento los caballeros pueden invitar a bailar.
En fin, cada baile tiene sus características pero todos también siguen
reglas tradicionales que de ninguna manera se pueden cambiar. Las damas tienen
que usar un vestido largo de gala, los caballeros un frac o smoking negro o un
uniforme. Los organizadores tienen el derecho de negar la entrada en casos que
no se cumpla con el código de vestuario.
En la entrada las damas reciben un pequeño obsequio y el evento comienza
con una fanfarria de apertura y la cuadrilla de los debutantes. Las palabras
“todo vals” dan inicio a la fiesta. Tradicionalmente sólo los varones pueden
pedir a las damas un baile aunque ellas tienen la opción de negarse con
elegancia y amabilidad. Sin embargo cuando el concertino proclama “elección por
las damas” también ellas pueden elegir su pareja de baile. Negarse a la
invitación de una dama sería un faux pas imperdonable que un caballero de
verdad jamás cometería. Típico es la cuadrilla de media noche en que todo el
público participa con más o también menos destreza. Aunque tradicionalmente se
bailaba sobre todo valses y polkas entretanto hay música bailable para todos
los gustos. Hoy en día incluso una discoteca no puede faltar. En la madrugada
la fiesta se va terminando. Los bailarines cansados y un poco achispados cierran
la noche recuperando fuerzas con un Gulasch, un guiso tradicional austriaco.
La Asociación Emergencia
Ayacucho
El baile vienés que se realizará el 22 de junio es a
beneficio de la Asociación Emergencia Ayacucho (AEA) que fue fundada como
institución privada sin fines de lucre en 1985. En este año, beato Juan Pablo
II visitó la región Ayacucho. Al saber de la orfandad de muchos niños, debido al
accionar del senderismo, donó $ 50,000 dólares para ser
utilizados urgentemente a su favor.
El objetivo de la
AEA es mantener esta obra y en particular las Casas Hogar Juan Pablo II que
proveen a los niños, que necesiten ayuda, de refugio. Además es deseo de AEA
crear Casas Juveniles para los anteriores residentes de los hogares hasta el
final de su formación profesional. Una tarea muy urgente al
presente momento es la remodelación de la Casa Juan Pablo II de Huancapi, por
cuya ubicación está expuesta a lluvias fuertes. Una parte del techo ya se ha
caído.
AEA colabora intensivamente con iglesia católica;
Monseñor Salvador Piñeiro, Arzobispo de Ayacucho, es Presidente honorario de
AEA. La asociación organiza varios eventos para financiar su misión, como el
Bazar de Navidad, la Cena de Gala y el Té Juego y tiene sedes en el Perú,
Luxemburgo y Miami.