por Rodrigo González M.
(tomado de La Tercera, Chile)
En los primeros meses de 1981, Oscar Dudamel acostumbraba a pasear a su hijo en coche mientras irrenunciablemente escuchaba su vieja radio Sanyo. La música emitida por aquellos desvencijados parlantes fue la banda sonora de la tierna edad de su hijo, el futuro director de orquesta Gustavo Dudamel.
Dudamel padre era un músico tropical innato, y exponentes como Willie Colón y Oscar D'León siempre lo marcaron. Aun así había en él unas ganas de ir más allá. Le gustaba Mahler, pero también Beethoven y Mozart. Quiso ser un músico docto, pero en la Venezuela de los 70 la pista estaba difícil. Su hijo, sin embargo, sí tendría la posibilidad a través del Sistema Nacional de las Orquestas Juveniles Infantiles de Venezuela, más conocido como "el sistema".
Gustavo Dudamel, que a los 10 años tenía sus primeras clases de violín en "el sistema", fue avanzando rápidamente en el mundo de la música clásica, sorprendiendo a maestros, colegas y alumnos. Deslumbrando, después de todo, como un verdadero prodigio.
Hoy, a los 30 años, es uno de los directores de orquesta más prestigiosos del mundo, titular de la Orquesta Filarmónica de Los Angeles desde el 2009 y habitual conductor de las Filarmónicas de Berlín y Viena. Hace dos años, el conocido programa televisivo estadounidense 60 Minutes le dedicó un espacio llamado "Gustavo the Great" y en Los Angeles una popular cadena de comida rápida creó un hot dog con su nombre. A su modo, es una celebridad.
El director estará en el país la próxima semana, junto a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela. Ligado por un contrato exclusivo al sello discográfico Deutsche Grammophon, el más importante del mundo en clásicos, Dudamel ha grabado con esta misma orquesta en varias oportunidades.
En esta ocasión, el venezolano se presentará a las 20 horas en el Teatro Municipal, con un repertorio que incluye la Séptima sinfonía de Mahler y obras de Ravel, Stravinsky y el mexicano Carlos Chávez. El concierto de los más de 100 músicos de la Orquesta Simón Bolívar se enmarca en las actividades del Bicentenario de Venezuela y entre los invitados habrá 400 integrantes del programa de Orquestas Juveniles de Chile.
Se tratará de una presentación no abierta a todo público. El día jueves 30, Dudamel y José Antonio Abreu -su mentor y creador del sistema venezolano- firmarán un acuerdo con la Fundación de Orquestas Juveniles de Chile, que nació siguiendo el ejemplo de Venezuela.
Juventud en el podio
En un mundo -el de la música clásica- donde se suelen respetar la edad y las canas antes que nada, Dudamel ha demostrado que la juventud puede traerles un nuevo vigor a las orquestas. En el 2006, con sólo 25 años, debutó en La Scala de Milán. Luego, a los 26, ya estaba dirigiendo la Filarmónica de Viena, la orquesta más tradicional y conservadora del mundo. Después se enfrentaría a la de Berlín, tanto tiempo manejada por Herbert von Karajan.
Nacido en Barquisimeto, ciudad del noroeste de Venezuela famosa por sus carnavales y su sólida tradición folclórica, Dudamel es un caso ejemplar del sistema de orquestas de su país, que tiene 250 mil muchachos en formación. Hace 40 años, Venezuela contaba sólo con dos orquestas formadas por extranjeros. Hoy, su discípulo más aventajado comanda una de las agrupaciones más importantes del primer mundo.
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