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01 junio 2013

Apoteosis musical en el Gran Teatro Nacional

Orquesta Sinfónica y Coro Nacional se lucen en el estreno en Perú de la
Sinfonía no. 2 "Resurrección" de Gustav Mahler
Por Gonzalo Tello (Operaperu.com)

Gustav Mahler
Sinfonía no. 2 "Resurrección" (Estreno en Perú)

Orquesta Sinfónica Nacional
Director: Fernando Valcárcel
Coro Nacional
Director: Javier Súnico
Ximena Agurto, soprano
Caridad Herrera, mezzosoprano

Gran Teatro Nacional, viernes 30 de mayo de 2013


"Apoteosis" es la única palabra que se me viene a la mente luego de haber disfrutado de hora y media de una extraordinaria interpretación de esta obra, y justo como estreno en Perú, gracias a la Orquesta Sinfonica nacional y el Coro Nacional, dentro del "Festival Mahler"

La Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por Fernando Valcarcel, ha dado un giro de casi 180 grados, desde el "oscurantismo" que vivió en la década de los noventa e inicios del 2000 bajo los nefastos Jose Carlos Santos y Mina Maggiolo, en que los repertorios eran repetitivos y medianamente bien ejecutados, en un auditorio insultante como el Auditorio Los Incas. Una vez recuerdo a mitad de los noventa, cuando ni era mayor de edad, haber ido a un concierto en que repetían dos semanas consecutivas la suite "La Arlesiana" de Bizet. Un senor en primera fila le increpa a Santos el porque no ponen otra obra y repiten esta, a lo que el director, enfurecido le grita "es lo que hay pues". Ese era el nivel de entonces. Esperemos ese tipo de mediocridades no se repitan nunca mas.

A pasar a una etapa de crecimiento con el italiano Matteo Pagliari, quien inicio esta onda de interpretar sinfonías de Mahler. Aunque la orquesta ya había interpretado estas obras, como la tercera sinfonía, bajo la dirección de Santos. La OSN es una orquestas de muy buenos maestros, que lo que tiene que trabajar a fondo es la unidad y la perfección en la ejecución  Eso lo da la experiencia con buenos directores solistas y la variedad de estilos y obras, algo que precisamente hace la nueva direccion. Ver y escuchar tan bien interpretada una segunda de Mahler, tener la posibilidad de escuchar obras de compositores peruanos, y atreverse con el repertorio del siglo XX son precisamente los deberes de un director y de nuestra primera orquesta. Vamos por un excelente camino.

Mahler fue uno de los grandes sinfonistas y de final del siglo XIX e inicios del siglo XX, y uno de los últimos grandes orquestadores, antes que la moda y la música vuelvan al intimismo que encontramos en Debussy y otros. Gran director de orquesta, escribió 9 sinfonías en las que expone grandiosidad y ese toque provenzal que encontramos en todas sus obras, sobretodo el los lieder. Quizá no haya sinfonía mas imponente que la octava (sinfonía de los mil) que requiere un millar de músicos para ser ejecutada adecuadamente.

La OSN incremento su numero de músicos a 100, un numero mas que adecuado para esta partitura. Lo mismo el Coro, que convoco a mas cantantes y llego a 80 personas. Hay que destacar el excelente trabajo que se hizo incluyendo a estos nuevos músicos y haber logrado ese resultado tan parejo. Como nunca se exploto al máximo la acústica del GTN especialmente en los fortisimos de la orquesta. Los cuatro cornos que durante el ultimo movimiento suenan fuera de escena tuvieron un eco tenebroso y extraordinario.

Desde el inicio la orquesta estuvo bien controlada por Valcarcel. Pianos precisos, crescendos poderosos y afinación al máximo  Grande el trabajo de los metales, los cuales son protagonistas durante toda la obra. Excelente la precisión de cellos y contrabajos. Violas y violines produjeron un sonido delirante.

El texto cantado por la soprano, mezzosoprano y coro habla de la muerte y resurrección  y son temas de diversa procedencia, muchos del folklore. Como en las sinfonías 3 y 4, las voces aparecen en los últimos movimientos, en este caso en el cuarto y quinto. La mezzosoprano Caridad Herrera le puso drama e intensidad con una voz oscura, que perdía un poco enfrentada a 100 músicos  pero con liricismo estremecedor. Ximena Agurto  correcta en su breve participación del ultimo movimiento. El Coro Nacional controlado al milímetro  excelente balance entre grupos y volumen perfecto. Una masa coral que retumbo en el teatro.

El publico que llenó el GTN respondió con efusivos aplausos de pie que duraron varios minutos. Una merecida retribución a gran esfuerzo de los elencos.

El Festival Mahler de la OSN continua próximamente con la Sinfonía no 1. "Titan", obra también imperdible que demuestra la maestría de este compositor y sobretodo porque sus obras son infrecuentes en nuestras salas de concierto.

Próximamente la OSN nos sorprendera con grandes artistas invitados de primer nivel y obras de gran envergadura, sobretodo estrenos del siglo XX que vale la pena disfrutar. Un proyecto como este va bien encaminado y solo debe dedicarse a perfeccionar su trabajo.

Muy adecuadamente se hacen no una sino dos funciones de "Resurrección". La segunda función es este domingo a las 11:30 am en el Gran Teatro Nacional. No se la pierda, la va a disfrutar.

29 mayo 2013

OSN: "Festival Mahler" continua este fin de semana con la Sinfonía "Resurrección"



La Orquesta Sinfónica Nacional continúa con el Festival dedicado a Gustav Mahler presentando la Sinfonía no. 2 "Resurrección" junto a la soprano Ximena Agurto, la mezzosoprano Caridad Herrera y el Coro Nacional. 

Habrán dos funciones, el viernes 31 a las 8:00 pm y el domingo 2 de junio a las 11:30 am en el Gran Teatro Nacional (GTN).

Las entradas se venden como siempre con anticipación en Teleticket y boletería del GTN 

20 noviembre 2012

"El Diluvio de Noé", ópera para niños en un fastuoso montaje

Fotos: Ministerio de Cultura

Por Gonzalo Tello (Operaperu.com)

Muchas veces el término "ópera para niños" nos remite a muchos prejuicios: Que son historias muy simples, fáciles específicamente para un público infantil y ‘naive’, con música muy fácil y sosa, y que resulta aburrida para los adultos. Nada más lejano de la realidad cuando se decide poner en escena una producción con música exigente, como la es la del compositor británico Benjamin Britten.

Britten, nacido el 22 de noviembre de 1913 (en un par de días cumplirá 99 años, y el próximo año será su centenario) y fallecido en 1976, fue un compositor de ópera y música académica que llegó muy alto y hoy es considerado como de los más importantes compositores británicos del siglo XX. Ha escrito mucha música de cámara, oratorios, por supuesto óperas, siendo “Peter Grimes”, “Billy Budd” y “Sueño de una noche de verano” sus obras cumbre y de las más representadas en nuestros días. Britten se destaca sobre todo por su profundo interés en difundir la música en los más jóvenes, escribiendo una “Guía de orquesta para jóvenes” en 1946. “El Diluvio de Noé”, ópera escrita para coro de niños y solistas, requiere una orquesta de cámara, incluso para músicos amateur. Es una obra que utiliza la bíblica historia del pastor que ante un llamado de Dios, construye un Arca lo suficientemente grande para albergar a todas las especies animales, ya que Dios manda un diluvio que acabará con la humanidad, llena de pecado.


“El Diluvio de Noé” es una excelente idea para que el Coro Nacional de niños del Perú, dirigido por Mónica Canales inicie su primera temporada en el Gran Teatro Nacional. Excelente pues pedagógicamente es una obra que le da oficio y experiencia a los niños, y contiene música agradable para la joven audiencia, siendo esta para nada simple, pues contiene por momentos una estructura compleja, tanto para las voces como los instrumentos. Junto al Ensamble “Artifex”, un conjunto de cámara dirigido por Javier Sunico y solistas internacionales junto a jóvenes cantantes peruanos, presentan un espectáculo que sorprende y satisface, ya que se utilizan todos los recursos de este moderno teatro, algo muy poco usual, ya que producciones de este tipo no han tenido la suerte de utilizar un escenario tan moderno y que impacte en la audiencia. Esa es la gran ventaja que tiene hoy los elencos nacionales y que aporta con creces a sus interpretaciones.


La dirección escénica y escenográfica recaen sobre el cantante y regista venezolano Víctor García Sierra, quien ha visitado varias veces Lima anteriormente para presentarse en las temporadas de ópera de Prolírica. García Sierra opta por escenarios minimalistas llenos de color, y con una propuesta dramática y exigente para los adultos como para los mismos niños. Los movimientos por momentos son dramáticos, expresivos y definen a los diversos personajes de una manera clara. Mucho profesionalismo respalda el trabajo de García Sierra, quien debuta en Lima como director escénico y nos trae una mirada fresca, poco convencional y muy atractiva en esta obra.

La iluminación del GTN debe ser la mejor que tenemos en el país, la cual es de última generación y funciona a un nivel óptimo y está perfectamente coordinada con la acción en escena. Además, los tres ascensores del escenario permiten mostrar de manera espectacular los cambios de escena y sobretodo la aparición del Arca. El foso con la orquesta sube al nivel de la platea varias veces para permitir el movimiento de los cantantes, los cuales utilizan todo el espacio del teatro.


El mismo director, Víctor García Sierra, interpreta a Noé de manera contundente e histriónica, pensando en la idealización del personaje que tienen los niños. La mezzosoprano cubana Caridad Herrera interpreta el breve rol de la esposa de Noé, con temperamento y buena musicalidad. Los hijos de Noé y sus esposas, interpretados por Noé Valdivieso, Israel Díaz, Oscar Cuya, Elisabeth Guerrero, María Luisa Bringas, y Zamy Juárez, son jóvenes cantantes que en conjunto logran una buena interpretación musical y escénica, aprovechando una buena oportunidad para madurar en la carrera lírica. Los personajes de las chismosas, interpretadas también por jóvenes cantantes, logran un efecto contundente expresando los vicios y el lado diabólico en que ha caído la humanidad.


El Coro Nacional de niños denota que ha trabajado con esmero, sobretodo la parte escénica. Contrariamente a lo que podría pensarse de un elenco tan joven y sobretodo tan numeroso como este (más de 120 cantantes), El nivel alcanzado es de destacar, y se nota el entusiasmo en el trabajo, y sobre todo la concentración y coordinación entre ellos. El Coro está presente en su totalidad interpretando a los animales que van al Arca, niños del pueblo hebreo, y también como las olas del diluvio.

También hubo puntos que se deben revisar y considerar. Si bien esta obra es cantada en español muy entendible, así como en la zarzuela es importante considerar los subtítulos, pues la lírica muchas veces no es comprensible por adultos, menos por niños, y esto puede hacer que se pierda la continuidad del texto. Por otro lado, si bien son ideas originales y espectaculares, la propuesta de los niños interpretando las olas del diluvio y la forma como las aves cuelgan del techo se ven deslucidas y le quitan fuerza a la obra. Los vestuarios de la reconocida diseñadora Sumy Kujón son funcionales aunque por momentos se ven muy simples, algo que con iluminación se puede arreglar. Muy bonitos esos si los diferentes vestuarios de los animales, los cuales llevan un gorro y estilo de acuerdo a las diversas especies.


“El Diluvio de Noé” es un espectáculo que impresiona a grandes y chicos. Para mi fue una experiencia peculiar, por no decir "atemorizante", estar sentado en un teatro tan lleno de niños, siempre inquietos y curiosos. Estos, iniciada la obra, la siguieron atentos, y muchos de ellos con cara de asombro ante tal despliegue escénico y de color. Muchos de ellos habrán salido impresionados y querrán volver al teatro con entusiasmo. Los precios son realmente bajos lo cual lo hace accesible a mucha gente y ese es otro punto a destacar en la propuesta del Ministerio de Cultura.

Todavía quedan dos funciones este sábado y domingo a las 11:30 am en el Gran Teatro Nacional de San Borja. Esperamos una reposición en 2013, para celebrar en el centenario a Britten.