EFE |
Roma, 22 sep (EFE).- El director Riccardo Muti, que abandona el Teatro de la Ópera de Roma después de seis años, avivó hoy la polémica en la que está sumido desde hace meses este prestigioso teatro construido en 1879.
"Estoy asombrado y frustrado con la dimisión de Muti", confesó hoy a Efe el representante del sindicato italiano Cgil, Silvano Conti, antes de añadir que "es vergonzoso que el ministro italiano de Cultura (Dario Franceschini) eche la culpa del suceso a los sindicatos".
Muti presentó ayer su carta de dimisión al director del Teatro de la Ópera, Carlos Fuortes, y al alcalde de la capital, Ignazio Marino, un texto que hoy difunde la prensa italiana y en la que explica que no podía seguir desarrollando su trabajo porque "no existen las condiciones necesarias" que le garanticen serenidad.
"Por desgracia, a pesar de todos mis esfuerzos para contribuir a vuestra causa, no se dan las condiciones para garantizar la serenidad que necesito para lograr el éxito en las representaciones", escribió Muti.
Con estas palabras, uno de los directores de ópera de mayor reconocimiento a nivel internacional comunicaba su renuncia a dirigir la ópera "Aida", que se representará el 27 de noviembre, y también "Las bodas de Fígaro", prevista para mayo.
En la misiva, según refirieron los medios locales, Muti explicaba que ha decidido dimitir porque "perduran las polémicas surgidas en los últimos meses", y añade que, a partir de ahora, se dedicará "a los jóvenes músicos de la Orquesta Juvenil 'Luigi Cherubini'", fundada por Muti en 2004.
La decisión, tomada, según Muti, "con gran pesar y después de largas y atormentadas reflexiones", resulta complicada para Fuortes que se ve ahora obligado a buscar un sustituto antes de finales de noviembre.
"Se trata de una elección, sin duda, influida por la inestabilidad en la que está sumido desde hace meses el Teatro de la Ópera, debido a las continuas protestas, a los conflictos internos y a las huelgas", escribieron Fuortes y Marino en una nota conjunta tras conocer la noticia.
También el ministro Franceschini ha afirmado que entiende las razones que han llevado a Muti a presentar su dimisión "dolorosa para él y para todos" y ha subrayado que es consecuencia de una "resistencia corporativa y autodestructiva".
"Espero que esto abra los ojos a aquellos que impiden, con resistencia corporativa y autodestructiva, el compromiso para alcanzar el cambio que la música y la ópera italiana esperan desde hace demasiado tiempo y que les permitirá mantenerse al día", dijo.
Todos los implicados aluden al enfrentamiento que viven desde hace meses los sindicatos y la dirección, que llevó a algunos empleados de la orquesta a no acudir a la representación de "La Bohème", de Giacomo Puccini, el pasado 14 de julio, por lo que tuvo que hacerse solo con un piano.
Las protestas continuaron durante los días posteriores y las Termas de Caracalla ofrecieron el 18 de julio la representación de la obra de Puccini de forma gratuita.
La Ópera de Roma ha sido uno de los puntos de referencia para el mundo de la lírica italiana y también a nivel internacional, y en su escenario han cantado algunos de los grandes, como Maria Callas, Renata Tebaldi, Montserrat Caballé, Alfredo Kraus, Plácido Domingo o Luciano Pavarotti.
Pero desde hace meses los sindicatos y la dirección están enfrentados por la aprobación de un plan de saneamiento de las cuentas de la institución, que cerró en 2013 con un déficit de 12,9 millones de euros y que acumula una deuda de 33 millones de euros.
Hasta el momento, Fuortes ha aprobado un proyecto de recuperación con el apoyo de dos de los cuatro sindicatos del teatro, Cisl y Uil, mientras que Cgil y Fials insisten en que desconocen el contenido del proyecto y que Fuortes no ha detallado los términos del acuerdo.
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