"Götterdämmerung" se repite en diferido este sábado 18 a las 10 am en UVK Caminos del Inca.
Venta de entradas en la boletería del cine.
Por Heriberto Ascher para Ópera Perú
Fotos: Ken Howard / The Metropolitan Opera
Y llegamos al final. 16 a 17 horas de música y de drama. Sólo Wagner puede brindarnos esa experiencia. Con "El Ocaso de los Dioses" terminó la llamada Tetralogía, o "El Anillo del Nibelungo", directamente desde el Metropolitan Opera House de Nueva York, en esta nueva experiencia que nos brindan las transmisiones en cine que pudimos escuchar a ver el sábado 11 de febrero.
Es, definitivamente una nueva experiencia. Cómodas butacas, sonido excelente, video en HD, y cámaras que captan cada movimiento de los cantantes y de la escena. Puede todo ello distraer de la música? Definitivamente no, hace que sea más fácil la concentración y la comprensión del texto, al poder leer los subtítulos en forma muy clara. Es mejor que el teatro? Claro que no, nada reemplaza a la participación en vivo de una puesta en escena en una ópera, con todo su ambiente – pero es lo que más se le acerca, y le da la posibilidad de participar a un público mucho más amplio.
La versión fue extraordinaria, y me convenció plenamente, lo que no había sucedido en las jornadas previas. Esta es una obra de arte total, como lo hubiera querido Wagner, quien ya se había atrevido a usar la tecnología disponible en su época en el teatro de Bayreuth – como las hijas del Rhin, suspendidas en arneses y flotando mientras cantaban. La maquinaria de Robert LePage aquí acompañaba perfectamente cada escena, con algunas que destacaron plenamente, como la del coro del segundo acto o la de la Muerte de Sigfrido. A diferencia de las jornadas anteriores, aquí la enorme maquinaria que Lepage ideó para el escenario estuvo inmóvil en muchos momentos, dándole solidez. En realidad, es una escenografía moderna y a la vez tradicional. Sólo podría criticar cuando usa las enormes palancas como toboganes, tanto para las Hijas del Rhin, como para la Cabalgata de las Walkirias, en la segunda jornada, lo que, al igual que el dragón en Sigfrido, raya en lo ridículo. .
Todos los cantantes excelentes. Aquí Jay Hunter Morris, como Siegfried, demostró que tiene un enorme porvenir ante él. No sólo consiguió mantener la fuerza durante toda la ópera, donde está presente en casi todo momento, sino que supo imprimirle a Siegfried por momentos el carácter adolescente juguetón que lo identifica, pero también su heroísmo. Su dominio del alemán naturalmente no ha mejorado en este corto período pero, francamente, ello no molestó ante su presencia física y su calidad de canto.
La soprano americana Deborah Voigt, como Brunilda, supo mantener la tensión permanentemente y tuvo una voz más afiatada aquí que en "Siegfried". Se desempeña mejor en los agudos que en las notas graves. Quizás debería trabajar más en su actuación, ya que en muchas ocasiones trágicas, y aún en el aria final siempre tenía un esbozo de sonrisa. Pero aun así, extraordinaria.
A su lado como Waltraute: Waltraud Meier, la gran Isolda, Kundry, Sieglinde y Leonora – un ejemplo de perfección en canto y presencia, quien dice de sí: “el canto es la expresión máxima de una personalidad – es el espejo de uno mismo”
El Hagen de Hans Peter König impresionó por su presencia, dominio e interpretación; el Gunter de Iain Paterson, un joven cantante escocés que levantó un personaje un poco “pálido” a una altura que pocas veces escuché. Seguramente pronto lo veremos interpretando el rol de Wotan. La Gudrune de Wendy Bryn Harmer fue perfecta en su papel, otra hermosa voz que dará que hablar. Y finalmente el Alberich de Eric Owens, dotado de una potente voz, pero que sin embargo sobreactúa.
En los papeles secundarios todos convencieron plenamente: las tres normas, y las tres hijas del Rhin.
La orquesta, fabulosa. Fabio Luisi demostró ser un gran director. Le dio “aire” a los cantantes cuando era necesario, y desarrolló el máximo volumen, manteniendo una claridad excepcional en los momentos culminantes, como en la escena del coro del segundo acto, en la muerte de Sigfrido, y en la escena final, con una sonoridad imponente. Ya Levine ha declarado que tampoco podrá dirigir en la próxima temporada, de manera que Fabio Luisi, quien comenzó como director principal invitado, y es ahora Director Principal del Metropolitan. Será probablemente el sucesor de Levine, a pesar que a mediados de este año tomará el puesto de director de la Opera de Zürich, habiéndolo sido antes en Dresden, El público le brindó a él y los cantantes una gran “standing ovation”, como pocas veces se ve en el Metropolitan. Fue una noche para el recuerdo.
"Götterdämmerung" se repite en diferido este sábado 18 a las 10 am en UVK Caminos del Inca. Venta de entradas en la boletería del cine.
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