Por Gonzalo Tello (Ópera Perú).- Este viernes y domingo, la Orquesta Sinfónica Nacional y Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil ofrecieron conciertos de temporada en el Gran Teatro Nacional.
La OSN ofreció en dos fechas, el viernes y domingo, un programa dirigida por el búlgaro Rossen Milanov. Este director es reconocido por su trabajo en la Orquesta de Philadelphia, por la cual han pasado los mas importantes músicos solistas. Este director fue el encargado de preparar dos obras para gran orquesta: "Atmósferas" de György Ligeti, y "Una sinfonía alpina" de Richard Strauss. Ambas obras requieren una orquestación muy grande, por lo cual la OSN contó con músicos complementarios que hicieron crecer el número de intérpretes a 104. "Atmósferas" fue estrenada en 1961 y toda una revolución musical para la época.
"Una sinfonía alpina" Op. 64 de Richard Strauss es considerado el último poema sinfónico del compositor, ya que practicamente no retoma el género mas adelante, salvo ciertos conciertos u obras de cámara. Se estrenó en 1915 y para Strauss fue su poema mejor orquestrado. Este poema trata de la ascensión a un pico de los Alpes bávaros y su descenso.
No sólo la sonoridad era especial con tanto músicos, sino la destreza como cada grupo musical resuelve su parte. La batuta de Milanov, de una técnica y destreza impresionante, llevó a la orquesta por tremendo viaje. Este debe ser el mejor concierto que la OSN ha interpretado este año, por la exigencia y resultados.
La OSNJ fue dirigida por el director invitado Óscar Bohórquez, oboista peruano radicado en Alemania, que interpretó un programa variado: Obertura de "Don Giovanni" de Mozart, concierto para fagot y orquesta de Weber, sinfonía "inconclusa" de Schubert y "Marcha eslava" de Tchaikovsky. El solista fue Iván Palomino. En general la interpretación de la orquesta en todas las obras fue buena, pero destacaron sobretodo en una "inconclusa" con pasajes ricos e inspirados y adecuados balances conducidos por Bohórquez. La marcha eslava concluyo brillantemente un interesante programa.
Musicalmente la OSNJ está cumpliendo objetivos, pero siento que ahora toca al Ministerio y dirección de elencos aprovechar este crecimiento artístico. La OSNJ tiene mucho menos promoción, difusión y movimiento que su contraparte adulta. Incluso los programas de mano son mucho mas escuetos y pobres. El público de la OSNJ es mucho menos preparado y conocedor que otros, les falta mucho por aprender, tanto de las obras como de comportamiento en la sala. Urge que haya mas información, sobretodo didáctica dentro de los programas. Guías para los padres y maestros de colegio que puedan compartir con los alumnos. Ir al teatro es una experiencia maravillosa, que si no cuenta con todos los recursos de este tipo, puede jugar en contra. Vivimos en una sociedad llena de violencia, espectáculo barato y muy poco sentido común. Todos estamos contaminados de eso y es imprescindible darles las herramientas a los niños para que aprendan todo sobre esta experiencia. Historia de los compositores, historia de las obras, qué esperar de las obras, cómo comportarse, qué hacer y qué no. Los niños aprenden rápido y lo disfrutarán.
Otra cosa importante es, así como en la temporada de ópera se hicieron conversatorios y exposiciones, los conciertos de la OSNJ (incluso la OSN) deberían contar también con ellos. Es una manera directa de que padres e hijos entren en contacto previamente con lo que van a ver a continuación, despejen dudas y disfruten mejor la experiencia.
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