"Réquiem" de Giuseppe Verdi en el Teatro Municipal de Lima. Abril 2011.
Festival internacional de Ópera "Alejandro Granda"
Intérpretes:
Radostina Nikolaeva, soprano
Elisabetta Fiorillo, Mezzosoprano
Gregory Kunde, tenor
Orlin Anastassov, bajo
Coro Nacional del Perú. Director: Javier Súnico
Orquesta de la Universidad de Lima.
Director de orquesta: Matteo Pagliari
Por Gonzalo Tello
operaperu.com
Por un año mas el Festival de Ópera Alejandro Granda nos vuelve a entregar satisfacciones con una temporada de alto nivel internacional. Esta vez la satisfacción llega pro partida doble pues su nueva sede, el Teatro Municipal de Lima el cual reabre coincidiendo con esta temporada hacen de esta experiencia una mágica.
Coincidiendo con la semana santa se presentó la Misa de Réquiem de Giuseppe Verdi, reconocida obra del periodo tardio del compositor. Escrita y estrenada hacia 1874, esta obra tuvo sus primeros intentos en una misa por la muerte de Gioacchino Rossini que no se pudo concretar ni estrenar como lo planificado.
El director italiano Matteo Pagliari, conocido por todos por haber pasado varios meses frente a la Orquesta sinfónica Nacional, plasmó un sello especial a la interpretación de esta obra, la cual conducía por primera vez. Pagliari había confesado tener predilección por la interpretación de Arturo Toscanini, y efectivamente podemos percibirla con una dirección algo apresurada y con mucho matiz dramático, al mejor estilo operático de “Aida” u “Otello”. La uniformidad que logra con la orquesta y el coro en los pasajes tan complicados del “Dies Irae” y “Sanctus” son de gran efecto y excelencia. Los fortes retumban en el teatro, las trompetas en el “Tuba Mirum” (Hay trompetas en escena y en dos balcones del teatro) resuenan perfectamente. Pagliari ademas apoya a los cantantes y miembros del coro permanentemente, gracias a su experiencia como director coral. Esta obra careció por momentos de las sutilezas que en ciertos fragmentos requiere. Esta es una versión que busca deslumbrar al público y lo hace de una admirable manera.
La mezzo Elisabetta Fiorillo es reconocida por su gran facilidad entonando las notas bajas de su registro. Fiorillo da cátedra de una técnica pulida sobre todo durante el “Liber scriptus”, “Lacrymosa”, y “Lux Aeterna”. Graves poderosos y gran efecto dramático la de esta intérprete, voces como estas se escuchan muy contadas y especiales veces en Lima.
La joven soprano búlgara Radostina Nikolaeva mostro gran lirismo y mucha magia en su interpretación bastante personal de la obra. Esta soprano posee potencia, lirismo, belleza vocal y bellos pianissimos. Su momento más importante llega cuando debe cerrar la misa con el “Libera me”, la cual fue el primer fragmento compuesto por Verdi para la misa de Rossini, y que finalmente aterrizó en este Réquiem.
Un lujo tener en Lima a Gregory Kunde, tenor lirico ligero que durante décadas ha sorprendido con una voz poderosa, y con gran facilidad para la coloratura y sobreagudos que lo han hecho uno de los tenores rossinianos más importantes de la historia. Bella voz, gran poder de emisión, un color agradablemente opaco propio de un “baritenor” nos ofreció un “Ingemisco” de manera magistral y destacando además en el “Quid sum miser” y el “Domine Jesu – Hostias”.
Orlin Anastassov tiene una voz poderosa, recia y tanto el como Kunde fueron dos presencias imponentes en escena. Anastassov dio el carácter profundo y dramático a la misa.
Mención especial cabe para el Coro Nacional reforzado por varias voces más, entre maestros de diferentes canteras y miembros de otros coros, los cuales a través de mas de 90 voces interpretaron magistralmente las difíciles pasajes de la misa, tanto con balances extremos, desde los casi imperceptibles pianissimos del “Requiem aeternam” hasta los fortes del “Dies Irae”. La orquesta Universidad de lima es reconocida por contar con los mejores músicos del país, lo cual se pudo comprobar con un sonido parejo, afinado, y a la altura del elenco de primer nivel con el que alternaba.
Gran noche histórica para nuestro primer teatro con una obra que sobrepasó las expectativas generales. Buena decisión la de incluir la Misa de Réquiem dentro de la temporada del Festival y considerar necesario que Lima necesitaba escucharla con este nivel de excelencia. Seria muy interesante poder presentar otras obras sinfónico-corales de este tipo y con cantantes de primera. Asi como, quien sabe, retomar dentro de las temporadas de ópera las versiones en concierto de obras menos populares. Esta es una práctica que la realizan los mejores teatros y permite a un publico disfrutar de una obra que difícilmente puede ver montada en escena.
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