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01 abril 2019

Sinfónica de Londres y Sir Simon Rattle llegan en mayo

© LSO (Ranald Mackechnie) 

Como se anunció el año pasado, la centenaria Orquesta Sinfónica de Londres LSO junto a su nuevo director titular, Sir Simon Rattle, vendrán por primera vez a Sudamérica para ofrecer una gira de conciertos y llegarán por primera vez a Lima para presentar un programa con grandes obras de Benjamin Britten y Gustav Mahler. 

 La cita es el 14 de mayo en el Gran Teatro Nacional y las entradas ya están a la venta en Teleticket.







27 junio 2013

Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil presenta un homenaje a BenjaminBritten

(Difusión) La Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil (OSNJ), elenco artístico del Ministerio de Cultura, dedicará el segundo concierto de su Temporada 2013 a homenajear al centenario del natalicio de Benjamin Britten, uno de los grandes compositores del siglo XX, con un concierto consagrado al músico británico.
Conducido por el maestro Pablo Sabat, director titular de la OSNJ, el concierto tendrá como principales atractivos el estreno en Perú de las obras de Britten, Serenata para tenor, corno y cuerdas y el cuartetoFantasía para oboe, violín, viola y violoncello; así como la presentación de la Guía orquestal para la juventud, una de las piezas más recurrentes en los programas de educación musical para niños en el mundo.
Guía orquestal para la juventud fue escrita por Britten en 1946, para el documental educativo Los instrumentos de la orquesta, que presentaba a la Orquesta Sinfónica de Londres. Está basada en un rondó de la música incidental de Abdelazar, compuesta por Henry Purcell, y se estructura de forma que muestra las sonoridades de las que son capaces las secciones de una orquesta (vientos, metales, cuerdas y percusión).
Como parte de los estrenos de Serenata para tenor, corno y cuerdas y el cuarteto Fantasía para oboe, violín, viola y violoncello, la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil contará con la participación del destacado tenor argentino Matías Tomasetto, el cornista Ricardo Ponciano (Cuba-Perú), la violinista Meriline Rivero, el violista Rafael Gargate, la cellista Brenda Urtecho y el oboísta Piero del Mar Palacios.
Además de compositor, el primero en recibir un título nobiliario, Benjamín Britten (1913-1976) fue director de orquesta y pianista. Poseedor de un extraordinario talento y sed de exploración, cultivó con brillantez géneros disímiles y para formatos diversos como la ópera, la canción, la música orquestal, de cámara y el oratorio.
Retomando el horario dominical de conciertos que antes ocupaba la Orquesta Sinfónica Nacional, la OSNJ presentará su Homenaje a Benjamin Britten este domingo 30 de junio, a partir de las 11:30 de la mañana, en el Gran Teatro Nacional (Av. Javier Prado Este 24 S/N, San Borja).
Las entradas para este espectáculo pueden adquirirse desde 15 soles en Teleticket de Wong y Metro y en la boletería del GTN, de martes a sábado, de 14 a 21 horas. Hay descuento del 50% para niños, estudiantes, jubilados, jóvenes del Servicio Militar y miembros del CONADIS.
Si desea recibir mayor información de la programación de la OSNJ puede escribir a los correos electrónicos psabat@mcultura.gob.pe, emachicao@mcultura.gob.pe o llamar al 476-9933 anexo 2342.

26 octubre 2012

Ministerio de Cultura anuncia su temporada de ópera en noviembre en el Gran Teatro Nacional


En noviembre, el Ministerio de Cultura estrenará la Temporada de Ópera 2012 en el Gran Teatro Nacional con la puesta de escena de Las Bodas de Fígaro, a cargo del Coro Nacional y la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil; y El Diluvio de Noé, espectáculo en el que participará el Coro Nacional de Niños y el ensamble Artifex.

La dirección escénica de ambas producciones estará a cargo del maestro venezolano Víctor García Sierra, cantante lírico, quien además realizará el protagónico rol de Noé. Como director de escena en ópera y teatro ha dirigido conocidas piezas como La Boheme, Madama Butterfly, El Barbero de Sevilla y L'elisir d'amore.

El Diluvio de Noé es una ópera infantil en un acto creada en 1958 por el británico Benjamin Britten. Será protagonizada por el Coro Nacional de Niños, dirigido por la maestra Mónica Canales, y tendrá como invitados al barítono venezolano Víctor García Sierra y la mezzosoprano cubana Caridad Herrera en los roles de Noé y su esposa, acompañados por jóvenes cantantes del Coro Nacional y del ambiente lírico limeño.

Esta puesta en escena, que se inaugura el 10 de noviembre en el Gran Teatro Nacional, estará en manos del maestro Javier Súnico, y en ella participará el ensamble Artifex interpretando música en vivo. El vestuario será diseñado por Sumy Kujón y la escenografía por Carlos Mesta.

Las Bodas de Fígaro de Wolfgang Amadeus Mozart, obra que también forma parte de la Temporada de Ópera 2012, es una de las óperas más hilarantes, aplaudidas y representadas en el mundo desde su estreno en Viena en 1786. Es también la segunda parte de El Barbero de Sevilla.

Será estrenada el 15 de noviembre y tendrá como protagonistas al barítono italiano Antonio Vincenzo Serra en el rol de Fígaro, y a la soprano argentina Jaquelina Livieri en el papel de Susanna.

Ellos estarán acompañados por destacados solistas nacionales como la soprano Jacqueline Terry, la mezzosoprano Josefina Brivio, el barítono Xavier Fernandez y el tenor Juan Antonio de Dompablo entre otros, así como Elizabeth Guerrero, Zenón García, Carlos Martínez y Fernando Vizcarra, solistas del Coro Nacional. La música de este espectáculo será interpretada por la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil dirigida por el maestro Pablo Sabat.

Las funciones de El Diluvio de Noé serán el sábado 10, 17 y 24 y domingo 11, 18 y 25 de noviembre a las 11:30 hrs; mientras que las de Las Bodas de Fígaro están programadas para los jueves 15 y 22, sábados 17 y 24 y martes 20 de noviembre a las 20:00 hrs. 

Adquiera sus entradas para ambos espectáculos en los módulos de Teleticket de tiendas Wong y Metro y en la boletería del Gran Teatro Nacional, martes a sábado de 14:00 a 19:00 hrs. Se aplica un 50% de descuento para niños, estudiantes universitarios, jubilados y CONADIS.


06 agosto 2009

Muerte en Venecia de Britten en México



Por José Noé Mercado

(Vía ProÓpera)

No posaré.

No diré que soy un entusiasta de Muerte en Venecia de Benjamin Britten, ni que el tema de la novela de Thomas Mann me quita el sueño o que prefiero la película de Luchino Visconti a Crepúsculo. Existe un mar de disquisiciones estético-filosóficas menos plomizas y hasta entretenidas que me parecen prioritarias.

Ya, lo dije. Es mejor así. Con sinceridad pueden entenderse las personas y el arte.
En ese sentido, asistí al estreno en México de Muerte en Venecia, título con el que la Compañía Nacional de Ópera continuó su Temporada 2009, presentado en cuatro funciones: 5, 7, 9 y 12 de julio, en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque. Acaso sin demasiada expectativa al entrar, salí muy satisfecho del espectáculo.
Y no por la temática que muestra el conflicto entre lo apolíneo y lo dionisiaco a través de una serie de emociones vitales ante la vejez y la muerte y una retahíla interminable de divagaciones y peroratas interiores que el protagonista pronuncia en su contemplación psicologizante para, al final de cuentas, justificar, pero no aceptar, atormentándose por ello, que se le está haciendo agua la góndola. Puesto que ahí, donde él mira la belleza más platónica, un buga es ciego o simplemente desinteresado, indiferente. Tampoco la partitura de un compositor avezado en su bagaje técnico-musical al servicio del drama, de particular belleza en pasajes dancísticos, que sin embargo en su estreno no tuvo la resonancia de otras óperas de su catálogo, me pareció lo más memorable en esta ocasión.

Lo que me hizo valorar particularmente esta serie de funciones fue sin duda la puesta en escena, su interpretación. Jorge Ballina logró hacer magia auténtica, que como sabemos no es más, pero tampoco menos, que un artilugio que logra hacernos creer lo que no es. Su diseño de escenografía pareció decirnos nada por aquí, nada por allá, para de pronto, con un mecanismo preciso e ingenioso, continuo, hacer aparecer embarcaciones navegantes, puertos, lobbys y cuartos de hotel, playas, muros, callejones, canales de agua y muchos otros contextos y escenarios necesarios para el desenvolvimiento puntual de la trama.

Ballina dejó en claro que como escenógrafo es un ilusionista. Y su dirección escénica, debutante, no desmereció, llena de fluidez y teatralidad pocas veces vistas en la escena operística nacional, estuvo en perfecta sincronía en concepto y ejecución con la iluminación de Víctor Zapatero, el vestuario de Tolita y María Figueroa y el movimiento corporal de Verónica Falcón.

La parte canora fue encabezada por el tenor estadounidense Ted Schmitz, de voz más bien delgada y poco voluminosa, pero de gran resistencia y musicalidad, que unió a un conocimiento perfecto del rol de Gustav von Aschenbach. El barítono Armando Gama interpretó los siete papeles breves de la obra (Viajero, Catrín, Gondolero, Gerente de hotel, Barbero, Jefe de cómicos, Voz de Dioniso), con una prestancia vocal e histriónica incuestionables. Como la voz de Apolo, el contratenor Santiago Cumplido cumplió pero con un instrumento destemplado y de afinación incierta.
La Orquesta y el Coro del Teatro de Bellas Artes —esta vez preparado por Cara Tasher— cumplieron con un desempeño elevado para su media, manteniendo la tensión dramática y dando relieve a los pasajes solistas, con la batuta concertadora de Christopher Franklin, quien hace algunos meses también visitara nuestro país: Guadalajara, Jalisco, para dirigir un concierto con el tenor peruano Juan Diego Flórez.
Pero la verdad, y alguien tiene que decirla, lo más valorado y sobrevalorado para muchos de los asistentes que llenaron el teatro (lo que en fechas recientes ni Rigoletto consigue) pero a ratos dormitaban bajo el sopor de la obra, fue el Tadzio del bailarín Ignacio Pereda, quien, como a Aschenbach, hizo suspirar a más de uno hasta la locura. O loquera. Será que como afirmara festivo un señor a su joven pareja antes de iniciar la función, “Muerte en Venecia es para la comunidad lírica gay como que a los franceses les toquen La Marsella o a los mexicanos el México lindo y querido”. Yo respeto, como dijera Velibor Bora.

11 mayo 2009

Londres reestrena sombría "Peter Grimes" de Benjamin Britten

(REUTERS) Algunas personas visitan la localidad de Aldeburgh, sobre la pedregosa costa este de Inglaterra, para ver el lugar donde el autor Benjamin Britten ambientó su desgarradora ópera de venganza colectiva "Peter Grimes".

Muchos ignoran que la visita es el equivalente en el cine a acudir al Bates Motel de la película "Psycho".

"No escuchamos hablar mucho sobre Benjamin Britten", dijo Norma Condy de Bexley Heath, en Kent, mientras estacionaba una bicicleta cerca del banco un día ventoso.

"¿Se trata de rock pesado?", preguntó la mujer.

Ella y su esposo caminaban hasta una escultura en forma de ostión de cuatro metros de alto, sin saber que se trata de un tributo a la obra maestra de Britten sobre una comunidad ficticia, "el pueblo", que clama por la cabeza del pescador Grimes después de que éste pierde dos aprendices en altamar.

Grabada sobre el borde de la concha de acero, puede leerse una línea de "Peter Grimes": "Escucho esas voces que no se ahogarán", contra el cielo gris que cubre el condado natal de Britten, Suffolk, y el Mar del Norte rasgando la costa.

Es una obra oscura como pocas.

A punto de reestrenarse el sábado en la cuarta nueva producción del English National Opera (ENO, por su sigla en inglés), sucesora de la compañía que montó el estreno en 1945, parece que "Peter Grimes" no ha perdido su capacidad de escandalizar y entretener.

"Es la historia de un forastero y la comunidad, se trata de esta eterna y terrible lucha entre alguien que es diferente y que trasgrede las leyes de una comunidad, y de una comunidad que necesita un chivo expiatorio", dijo el director David Alden, de 58 años.

Su puesta en escena hará que la ópera sea más oscura aún. El pueblo será más claramente culpable de la muerte del segundo aprendiz de Grimes y la dama que cuida la posada y atiende el pub "The Boar" es un travesti masculino, según la producción.

"Grimes" fue un éxito instantáneo en la Londres de posguerra hambrienta de cultura y su influencia tuvo tal alcance que según cuenta la historia un conductor de colectivos -poco proclive a ir a la ópera- les anunciaba a sus pasajeros: "Esta es la parada para Peter Grimes".

Montada por primera vez en Sadler's Wells, su impacto fue similar al de una obra maestra fundamental como la oscura y poderosa "Wozzeck" de Alban Berg de 1925. Su lado musical es comparable con "West Side Story" de Leonard Bernstein, y su morbosidad se asemeja a la de la popular operetta "Sweeney Todd" de Stephen Sondheim.

Uno de los momentos más terroríficos de la ópera ocurre cuando "el pueblo" se vuelve contra Grimes después de que éste pierde su segundo aprendiz.

Cuando el coro de 72 cantantes ruge "GRIMES" a todo volumen "provoca que se me erice el cabello", dijo el cronista de ENO, David Dyer.

EL SONIDO DEL MAR
La ópera está inspirada en el poema del siglo XVIII "The Borough" (El pueblo) de George Crabbe, una colección de esbozos sobre la vida y la gente de Aldeburgh, entre los que se encontraba un sádico pescador llamado Peter Grimes. Que lo haya escrito Britten no es sorpresa.

El y su compañero, el tenor Peter Pears, eran pacifistas que huyeron a Estados Unidos de la Gran Bretaña en 1939, regresando en 1942 en parte porque Britten había desarrollado una fascinación por el poema de Crabbe.

Pulieron las partes más burdas, haciendo a Grimes parecer poético y visionario. Pero él sigue siendo un forastero. Como uno de los más famosos homosexuales semi-asumidos de la Gran Bretaña de mediados de siglo XX, Britten sabía lo que eso significaba.

Por una ley del Parlamento en 1967, la homosexualidad quedó legalizada entre los mayores de edad y en principio sólo en Inglaterra y Gales.

Britten creció en Lowestoft, no lejos de Aldeburgh, su hogar durante gran parte de su vida adulta. El conocía el terreno y el sonido del mar, capturado inolvidablemente en cuatro interludios orquestales.

Los lugares donde la ópera se desarrolla -el Moot Hall al estilo Tudor de la escena del juicio inicial, y pubs como The Boar -todavía existen, en una versión real de un set de rodaje de Hollywood.

"Ah, ya entiendo. Veo completamente de dónde proviene esta música, veo completamente de donde viene esta historia", dijo Stuart Skelton, el corpulento tenor australiano que hará de Grimes para ENO, después de visitar Aldeburgh.

Pescadores barbudos remiendan redes en la playa: "Como un túnel del tiempo", dijo Skelton.

Sin embargo Nicholas Clark, un bibliotecario de la Fundación Britten-Pears que conserva 80.000 objetos de correspondencia en la sencilla casa de Aldeburgh donde ambos vivieron, dice que el ángulo autobiográfico, especialmente el énfasis en la homosexualidad, puede ser exagerado.

"Britten y Pears eran marginales, objetores de conciencia y pacifistas durante la guerra, lo habían pasado bastante mal y por supuesto eran ambos homosexuales", dijo Clark.

"Pero esencialmente era una representación ficticia. Creo que Britten mismo dijo que no sólo estaba ambientada en Aldeburgh, es una ciudad universal y propia de todo hombre. Y resalta los peligros de enfrentar a un hombre con la sociedad, o en efecto enfrentar a la sociedad con un hombre", agregó.

Britten y Pears imprimieron vida a una oscura aldea de pescadores con la fundación del Festival Aldeburgh de música y arte, que ha estado funcionando durante más de 60 años y cada verano atrae a miles de turistas.

"Ellos vinieron a una comunidad que realmente los aceptó", dijo Clark.

Dicho eso, con la aldea real y la ópera ficticia confundiéndose tan fácilmente, es difícil no pensar en que hay algo profundamente personal sobre la obra.

 





13 mayo 2008

La complejidad de Britten y su "Muerte en Venecia"


Hoy se estrena en Barcelona una de las puestas más interesantes de la temporada. "Muerte en Venecia" de Britten. Aquí un artículo de EFE al respecto:

Barcelona. (EFE).- El Gran Teatro del Liceo estrenará el 13 de mayo una nueva producción de la ópera 'Muerte en Venecia', de Benjamin Britten, que nunca se había representado en España, con una puesta en escena con ritmo cinematográfico a cargo de Willy Decker.

Con experiencia en montajes y obras de Britten, Decker está acabando de montar en el Liceo una ópera con dirección musical de Sebastian Weigle y que no programan muchos teatros, según el director artístico del teatro lírico barcelonés, Joan Matabosch.

Con algunas proyecciones, pocas, la dramaturgia de Decker para la ópera hará cabalgar a ritmo cinematográfico diecisiete escenas destinadas a mostrar la agitación interior del personaje.

El personaje de la ópera de Benjamin Britten basada en el relato que publicó en 1912 Thomas Mann es Gustav von Aschenbach, un escritor y músico de prestigio reconocido que sufre una crisis de creatividad y se encuentra solo, abandonado por su mujer y su hija.

Decker, en su primera producción nueva para el Liceo en una obra que trata sobre la vida y la belleza, ha tenido en cuenta también para su puesta en escena la película homónima de Visconti, aunque la ha llevado a otro extremo, un extremo onírico y de simplicidad.

Interpretado por el tenor alemán Hans Schöplin, Aschenbach es un hombre maduro, solitario, que siempre ha intentado ahuyentar sus sentimientos pero que en Venecia quiere relajar la disciplina que le ha perseguido toda su vida hasta que aparece Tadzio.

El joven y bello Tadzio, objeto de los pensamientos oníricos de Aschenbach, está interpretado por el bailarín alemán Uli Kirsch en un elenco de una treintena de intérpretes entre los que se halla el barítono estadounidense Scott Hendricks, que interpreta al viajero y a varios personajes más.

Decker ha dejado bien claro que ha tardado en enfrentarse a esta obra, la quinta Britten que pone en escena, aunque ahora cree que el Liceo es el lugar idóneo para ella por lo espacioso del teatro.

Ha puntualizado que 'Muerte en Venecia' no es una obra sobre el descubrimiento de las tendencias homosexuales de un hombre en la madurez de su vida, y que precisamente esto es lo que "no nos explica la obra, o mejor dicho: es un aspecto muy superficial de lo que Britten cuenta".

Britten escribió 'Muerte en Venecia' cuando ya estaba muy enfermo y veía llegar el desenlace de su propia muerte, pero esta obra "no trata sobre la muerte, sino sobre la vida", ha insistido.

Es uno de los espectáculos más importantes de la temporada 2007-2008 del Liceo y se ofrecerá en 6 funciones los días 13, 16, 20, 27, 25 y 30 de mayo. 'Muerte en Venecia' se estrena en el Liceo en coproducción con el Teatro Real de Madrid y la Deutsch Oper am Rhein Düsseldorf-Duisburg.

Estrenada en 1973 en el Festival de Aldeburgh (Reino Unido), 'Muerte en Venecia', la última ópera escrita por Benjamin Britten, es una ópera en dos actos con libreto de Myfanwy Piper basada en el relato 'Der Tod in Veneding' de Thomas Mann.

El Liceo presenta la ópera haciéndola coincidir en el escenario con la versión coreográfica del mismo cuento realizada por John Neumeier, que será interpretada por el Ballet de Hamburgo los días 19, 21, 22, 23 y 24 de mayo, una interpretación de música coral de Britten y la proyección del filme de Visconti.