10 junio 2014

Concierto de Gala “Lo mejor de la Zarzuela” en el Gran Teatro Nacional

Fotos: GTN
Por Carlos Corzo Castañeda para Ópera Perú

A sala llena se realizó el martes 3 en el Gran Teatro Nacional el concierto de gala “Lo mejor de la Zarzuela”.

El evento fue organizado por la Asociación Emergencia Ayacucho con el fin de recaudar fondos para la loable obra social que viene desarrollando desde su fundación en 1985 con ocasión de la visita a esa localidad de San Juan Pablo II, y contó con el auspicio de la Embajada de España, el Ministerio de Cultura e importantes instituciones académicas y empresariales y con la participación de solistas de la Compañía Sevillana de Zarzuela.

La Compañía Sevillana de Zarzuela se creó en 2008 en el seno de la Universidad de Sevilla con un doble propósito: ofrecer al público las actuaciones de una compañía de zarzuelas afincada en la región y generar recursos para donarlos a instituciones solidarias. Desde entonces ha realizado una intensa labor, presentando en diversas ciudades de Andalucía obras emblemáticas del género lírico español, como “La Verbena de la Paloma”, “Agua, Azucarillos y Aguardiente”, “La Gran Vía”, “La Corte de Faraón”, “Bohemios”, “La Dolorosa”, y por supuesto las de ambiente andaluz como “La Tempranica”, “La Reina Mora”, “Cádiz”, “La Torre del Oro” y “El Puñao de Rosas”, siempre con un alto nivel de calidad. La próxima semana estarán ofreciendo “El Dúo de la Africana”, a razón de dos funciones diarias, en el Teatro Cajasol de Sevilla, a beneficio de la Asociación de Síndrome de Down de dicha ciudad.


Fue un verdadero lujo para los aficionados limeños escuchar en el teatro más moderno de Sudamérica sus romanzas, dúos y coros de zarzuela favoritos en el marco de un coro de primer nivel, como es el Coro Nacional dirigido por Javier Súnico y una orquesta sinfónica integrada por los más talentosos y experimentados músicos de la ciudad y conducida por un prestigioso director internacional, el maestro jerezano Ángel Hortas, y cantados y bailados por destacados intérpretes. Todo ello con un bello vestuario y una variada y ágil coreografía. Más de cien artistas escena.

El tenor gaditano Arturo Garralón mostró un bello timbre, gran musicalidad y seguros agudos, destacando en la romanza “No puede ser”, de “La Tabernera del Puerto”, de Pablo Sorozábal, y en las escenas de “La Leyenda del Beso”, de Reveriano Soutullo y Juan Vert.

El barítono madrileño Andrés del Pino, de potente voz, lució notables facultades histriónicas que deleitaron al público y contribuyeron a crear el ambiente propio del género. En el aspecto vocal destacó en el dúo de “La Revoltosa”, de Ruperto Chapí, y en el brindis de “La Leyenda del Beso”.


Fue emocionante la aparición de la joven tiple lírica madrileña Chantal García iniciando su participación en el espectáculo y debutando en nuestro país con la Canción de Concha, de “El Niño Judío”, de Pablo Luna, más conocida como la Canción Española (De España vengo, de España soy, y mi cara serrana lo va diciendo, que he nacido en España, por donde voy…). Esta romanza la canta dicho personaje al inicio del segundo acto de la obra, a su llegada a Alepo (Siria) acompañada de Samuel (el niño judío), y ha sido la carta de presentación de sopranos y mezzosopranos españolas desde Conchita Supervía y Victoria de los Ángeles hasta María José Montiel y Milagros Martín, pasando por Teresa Berganza, Pilar Lorengar y Montserrat Caballé. Forma también parte del repertorio de concierto de cantantes no españolas, como la letona Elina Garanca y la norteamericana Jacquelyn Wagner, demostrándose así el potencial de proyección global que posee la zarzuela. En nuestro medio recordamos con especial nostalgia la hermosa versión de la tiple ligera española María Francisca Caballer. La interpretación de Chantal García fue muy bonita y algo distinta a la convencional por su tesitura, tendiente a soprano lírico spinto. Le auguramos un brillante futuro tanto en el campo de la zarzuela como en el de la ópera.

El grupo de baile, integrado por las bailarinas Fátima Moreno, Vanesa Cobano, Patricia López y María Tavora y el bailarín Cristian Pérez dio realce al espectáculo tanto al acompañar los diversos números cantados como en las piezas para baile. Resultaron muy vistosas sus interpretaciones coreográficas de los intermedios de “La Boda de Luis Alonso”, de Gerónimo Giménez, y “La Leyenda del Beso”.  

La orquesta superó airosamente el difícil reto de interpretar obras que hemos escuchado y seguimos escuchando en grabaciones de estudio por grandes orquestas. Fue premiada con nutridos aplausos, especialmente en el preludio de “La Revoltosa”. 


A manera de encore el elenco en pleno ofreció  el himno de la amistad, de “Los Gavilanes”, de Jacinto Guerrero,  que como es habitual fue acompañado por las palmas de la concurrencia. Ante la insistencia del público se añadió un segundo encore, la repetición de la mazurca de las sombrillas, de “Luisa Fernanda”, de Federico Moreno Torroba, en la que se nos sorprendió con una coreografía diferente a la anterior, donde Cristian Pérez puso la nota original con unos pasos de mazurca aflamencada. 


En esta oportunidad, después de mucho tiempo, el tradicional y conocedor público zarzuelero limeño acudió en pleno al teatro y disfrutó plenamente de su espectáculo predilecto, lográndose la compenetración entre artistas y público característica del género.       

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