El alcalde de Lima ya nos va acostumbrando a su ineficacia e incompetencia para la gestión edil. Primero la mancha con la pésima reorganización del tránsito en la ciudad, que nos tuvo perjudicados durante todo un año. "Paciencia" nos pedia, y respondia con insultos a sus criticos. No se le puede tener paciencia a la desorganización e incompetencia.
Luego pretende postular a la presidencia y desde ya hace política con fondos públicos construyendo "hospitales de la solidaridad" en todo el país, con los colores y lema de su partido. Al mismo estilo de Fujimori con el lema "País con futuro" que iba a utilizar para reelegirse en el 2000, con fondos públicos también.
Ahora la ineficacia e informalidad (¿he repetido mucho la palabra ineficacia?) van precisamente a la obra del icono que nos compete: el Teatro Municipal. Con bombos y platillos se anuncia su reconstrucción, y hasta se anuncia fecha de reapertura. Lo cierto es que nadie sabe nada y mucho menos hay interés por hacer públicos los hechos.
Una más de Castañeda Lossio. El Comercio publica hoy como noticia principal la historia de este caso, que esperemos vea solución pronto.
UNA OBRA EN DOS ACTOS Y UN FINAL POR ESCLARECER Dejaron de lado proyecto del consorcio Puerta de Tierra, aprobado por elINC, el Ministerio de Vivienda y el Indeci. No se convocó a licitación pública y se encargó la obra a la Empresa Municipal Inmobiliaria de Lima.La reconstrucción del Teatro Municipal no se hace con diseño ganador
La reconstrucción del Teatro Municipal, obra iniciada hace ocho meses por la Empresa Municipal Inmobiliaria de Lima (Emilima) y que desde su primer anuncio había despertado el entusiasmo de los limeños, genera hoy graves cuestionamientos.
A la denuncia de que las obras no cuentan con la aprobación del Instituto Nacional de Cultura (INC), se suma ahora la confirmación por parte de los arquitectos del consorcio Puerta de Tierra de que los trabajos no corresponden al proyecto original ganador de la buena pro. “Nosotros no nos responsabilizamos por las obras que lleva a cabo el municipio de Lima en el Teatro Municipal”, señaló José Bentín Diez Canseco, gerente general de José Bentín Arquitectos, empresa que forma parte del consorcio Puerta de Tierra.
“Nuestro proyecto fue entregado a satisfacción de la municipalidad con todas las aprobaciones exigidas en todas sus instancias: por el INC, el Ministerio de Vivienda, el Instituto Nacional de Defensa Civil, así como de las mismas comisiones revisoras del municipio”, explicó.
El arquitecto Bentín lamentó que después de que el proyecto fuera entregado al alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, ahora se construya una obra totalmente distinta. “Entre gallos y medianoche la municipalidad preparó en tres meses otro proyecto”, señaló.
En enero pasado el consorcio Puerta de Tierra había enviado una carta al Invermet (Instituto de Inversiones Metropolitanas) para informar que no se harían responsables de la obra ejecutada si esta no se construía a partir de su proyecto. “Entonces no estábamos seguros, pero luego de ver lo que publica la prensa, estamos seguros de que lo que hace la municipalidad no tiene nada que ver con nuestro proyecto”, remarcó. Por cierto, Invermet nunca contestó la carta.
“Nos llamó la atención que las personas que trabajaban en el nuevo proyecto nos dijeran que no tenían planos, fotografías antiguas, ni información que abundaba en nuestro proyecto. Entonces descubrimos que no estaban trabajando con nuestros planos.
Además, ni el monto de la obra ni el área por construir ni las especificaciones técnicas ofrecidas por la municipalidad coincidían con nuestro proyecto”, dijo Bentín.
OBRA SIN LICITACIÓN Como se sabe, toda obra pública realizada por cualquier organismo del Estado se origina de un concurso de méritos. La Municipalidad de Lima lo convocó para la reconstrucción del Teatro Municipal en octubre del 2004 y el consorcio Puerta de Tierra fue el ganador. Sus arquitectos desarrollaron una propuesta, tramitaron todas las aprobaciones y entregaron el proyecto final a la gestión del alcalde Castañeda, quien cumplió con la liquidación económica. El paso siguiente era convocar una licitación pública para la construcción de la obra.
“La municipalidad no ha convocado a licitación pública. En el interín, ellos mismos hicieron otro proyecto. Se supone que una obra que es licitada y que ha ganado un concurso de méritos tiene que ser construida. Tú no puedes construir otro proyecto, ni utilizar dinero público para hacer lo mismo que ya habías contratado. Eso se llama malversación de fondos”, consideró el arquitecto limeño.
“La municipalidad pretende decir que simplemente han realizado una ampliación de nuestro proyecto, algo que tampoco puede hacerse. Nadie puede meter la mano en un proyecto ajeno. Es una violación del código de ética”, añadió.
LA VERSIÓN MUNICIPAL Por su parte, la arquitecta Flor de María Valladolid, presidenta de Emilima y jefa del proyecto de restauración del Teatro Municipal, se reafirmó en que las obras se realizan a partir del proyecto de Puerta de Tierra, y que por ello no requieren autorización alguna del INC, por cuanto el que ellos ejecutan es una ampliación del diseño original, que ya contaba con el permiso respectivo.
Estas declaraciones contradicen las de la propia Valladolid dadas a este Diario y publicadas el miércoles 18 de marzo en las que afirma que las obras se ejecutan con planos y expedientes elaborados por arquitectos e ingenieros de Emilima.
Sobre este punto, la arquitec-ta aclaró que “los planos de Emilima son un reajuste de los originales, son los que se presentan para la conformidad de obra”, y no requieren pasar nuevamente por el Instituto Nacional de Cultura. En opinión de Valladolid, el proyecto que había aprobado el INC era una restauración de aproximadamente el 50% del edificio, por lo tanto el 100% no lo requiere porque se trata de un reajuste.
Ante la insistencia de este Diario de si el 50% adicional en la restauración requería también del aval del INC, sostuvo que no.
“Cuando usted tiene un proyecto aprobado para hacer cinco pisos, usted puede hacer dos pisos exactamente iguales y no requiere nada porque ya tiene la aprobación de los cinco pisos”, justificó.
Agregó que la técnica y los procedimientos por emplear durante la restauración tampoco necesitan ser aprobados por el INC porque si se aprobaron para el 50%, entonces el 100% no lo necesita.
CUESTIÓN DE COSTOS Sin embargo, el arquitecto Bentín no piensa lo mismo. Sostuvo que los cambios tenían que ver con un fuerte recorte económico del proyecto que, según el municipio, costará 30 millones de soles, la tercera parte de lo que demandaría el proyecto original, calculado en 30 millones de dólares.
“El proyecto era más caro y grande porque las bases de la licitación incluían un bulevar con tiendas de arte, un museo, un estacionamiento de dos niveles y medio, etc. Se proyectaban 30 mil metros cuadrados de área techada, mientras que el plan actual solo considera 6.800 metros cuadrados”, precisó.
“La verdad es que Castañeda nunca tuvo interés en el (Teatro) Municipal ni en la cultura. Nos ha boicoteado todo el tiempo.
Recién ahora se le ocurre trabajar en el teatro. Lo que sucede es que tenían un presupuesto más pequeño y no han podido seguir nuestro proyecto”, agregó.
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