"No al decreto infame" dice la banderola con que los trabajadores de La Scala de Milán se presentaron antes de iniciarse una función de "Simón Boccanegra". Protestan contra la nueva ley de fundaciones lírico-sinfónicas firmada por el presidente y que entra en vigor en dos meses.
Son 5600 trabajadores los que verían afectados sus ingresos entre 10% y 20%. Conciertos y funciones de ópera ya han sido cancelados y seguirán haciéndolo conforme pasen los días en diferentes instituciones en Italia.
Esta ley reformula la forma como el estado otorga las ayudas a estas instituciones, las cuales vienen sufriendo perdidas durante los últimos años. Italia es uno de los países en Europa que menos ayuda publica otorga a las instituciones culturales, pese a ser la cuna de la lírica.
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