23 febrero 2014

Brillantes estrenos a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional

Fotos: GTN

Por Gonzalo Tello (Ópera Perú)

Este viernes la Orquesta Sinfónica Nacional tuvo su segundo concierto de temporada de verano 2014, en el cual hubo un estreno mundial y un estreno nacional. Programa interesante en que ambas obras de artistas de diferente origen y época supieron amalgamarse.

El estreno mundial fue el concierto para violín y orquesta del compositor peruano contemporáneo Sadiel Cuentas, el cual estuvo presente y escribió las notas de su obra en el programa que voy a reproducir a continuación.

“Entre los años 1980 y 2000 se vivió en Perú un conflicto armado interno que costó la vida a aproximadamente 69,280 personas. Esta cifra es superior a todas las muertes causadas por guerras externas y civiles durante toda la historia republicana de nuestro país. Sendero Luminoso fue responsable del 46% de las muertes. Agentes del Estado peruano fueron responsables del 30%. El 79% de las víctimas vivía en zonas rurales. El 56% se dedicaba a actividades agropecuarias. Más de un millar de militares y policías fallecieron o quedaron discapacitados en el cumplimiento de su deber.

El concierto para violín y orquesta está escrito en memoria de todos los fallecidos a causa de este conflicto, con la esperanza de rendirles un justo homenaje. Es la primera obra sinfónica escrita por un peruano que aborda el tema de la guerra contra el terrorismo en Perú. Fue comisionada por el violinista Carlos Johnson en agosto del 2010. El concierto sigue un programa que busca retratar tres momentos de este conflicto: Sus inicios, caracterizados por la imposición de la violencia sobre la sociedad peruana; la etapa intermedia y el dolor causado por las pérdidas humanas y la victoria sobre el terrorismo y resolución del enfrentamiento.

El primer movimiento se basa en una oposición entre el violín y la orquesta, en cuyo desenlace el violín es temporalmente sometido por un tema presentado en los metales, que representa a la violencia. El segundo movimiento es un passacaglia cuya línea de bajo ha sido tomada del himno quechua “Hanacpachaq cussicuinin”, coral religioso atribuido a Juan Pérez de Bocanegra, y considerado la obra musical más antigua escrita en Perú y en Latinoamérica. El violín desarrollará sobre el bajo de dicho coral una serie de variaciones, a las cuales seguirá un lamento, de carácter religioso, en memoria de los fallecidos. El tercer movimiento constituye la pieza central del concierto. Se inicia con la presentación en el violín de un tema de danza, basado en el huayno, que representa la celebración por haber superado la época del terrorismo. La danza, sin embargo, es constantemente interrumpida por fragmentos del tema presentado por los metales en el primer movimiento, originando de esta forma una confrontación entre ambos temas. Sucederá al clímax de este enfrentamiento la presentación, nuevamente, del Hanacpachaq, que servirá de marco para el inicio de un episodio lírico a cargo del violín. Una vez culminado este episodio, regresará el tema de la danza, que será de nuevo interrumpido por los metales, pero en esta ocasión con menor fuerza, hasta que finalmente logre imponerse la danza sobre la violencia.

Se ha querido representar en este tercer movimiento la alegría y esperanza por haber dejado atrás uno de los episodios más oscuros de nuestra historia, pero sin perder de vista que las profundas desigualdades en la sociedad peruana, que alimentaron el conflicto, aún no han sido solucionadas, y en tanto ello persista la victoria sobre el terrorismo no será completa. Sadiel Cuentas.


Violinista Carlos Johnson
La obra de Cuentas es viva y a la vez dramática pero dinámica, presenta una escritura virtuosa para el violín que sabe ejecutar con destreza el violinista Carlos Johnson, debido claramente al profundo conocimiento que tiene de la obra. Es una obra clara y directa, con sus dos primeros movimientos mas cortos que el tercero. La orquestación es grande y destacan en la escritura las cuerdas y los metales. Es una obra moderna con toques folklóricos muy sutiles. Esto, con la explicación que nos da el compositor nos puede dar una idea. Ojalá y esta obra pueda recorrer el mundo, ya que tiene un valor musical interesante, además de exponer un tema reciente en nuestra historia que es pertinente contar.

La segunda parte de este concierto estuvo dedicado al estreno nacional de “Ein Heldenleben” o “una vida de héroe” del compositor Richard Strauss, del cual en 2014 se celebran los 150 años de su nacimiento. Uno de los más importantes compositores alemanes del siglo XX y quizá el último gran romántico. Este poema sinfónico es contemporáneo a sus más grandes creaciones, como “Muerte y transfiguración”, las óperas “Salome” y “Elektra” y “Así habló Zarathustra”. Estas obras de finales del siglo XIX e inicios del XX fueron su etapa más grandilocuente, volviéndose el mismo un compositor más introspectivo, desarrollando posteriormente música de cámara, canciones y óperas con un carácter más neoclasicista, en homenaje a Mozart y contemporáneos.

Pablo Sabat Mindreau dirigíó a la OSN

“Ein heldenleben” narra la vida de un héroe (los críticos de la época acusan a Strauss de haber compuesto un obra autobiográfica) donde se describe con un tema principal recurrente a lo largo de la obra, describe a sus adversarios, a su compañera, a sus obras y su final. Se dice que incluso describiría una escena de sexo.

Este poema es muy lírico, y un violín solista toma parte importante en el. El mismo Carlos Johnson ocupa el lugar del concertino en esta interpretación y nos da una lectura sumamente profunda, inspirada y virtuosa. Su interpretación deja sin aliento. La orquesta dirigida por Pablo Sabat Mindreau ha trabajado con profundidad y minuciosidad la complejidad de la obra, ofreciendo un sinnúmero de matices, brillo, volumen e introspección adecuados. Salvo ciertos problemas con los cornos, la orquesta destaca especialmente en ambos grupos de violines, flautas y trompetas. La percusión no se quedó atrás. Sabat le imprime fuerza cuando es necesario, tiempos muy correctos y controla perfectamente el balance de la orquesta durante los 40 minutos que dura esta obra aproximadamente.


Este es un ejemplo de trabajo en grupo cuando se trabaja con esmero una obra. La diferencia de interpretación fue muy grande comparada con la insípida performance del concierto inaugural de temporada. Luego de la excelente interpretación de “Muerte y transfiguración” de Strauss el año pasado, sabemos que la orquesta está preparada para afrontar un repertorio tan exigente como el de este compositor y otros, ess solo cuestión de ponerle empeño. Da gusto saber también, que con motivo del 150 aniversario de Strauss, escucharemos mas obras de este compositor, como la “Sinfonía Alpina” y las “Cuatro últimas canciones”, entre otras. Punto a favor del elenco.

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