Teresa Berganza a viva voz
Por Enrique Sánchez Hernani
Estuvo de paso por Lima para participar en el concierto de despedida de su gran amigo, el tenor Luis Alva. La reconocida mezzosoprano española, es famosa por sus apasionadas interpretaciones de Carmen, de Bizet, y por haberse mantenido fiel a un repertorio breve pero que llevó hasta la perfección. Esa disciplina es parte de una concepción del arte lírico que la lleva a ser muy crítica con lo que sucede en la escena actual y que comparte con nosotros en esta entrevista.
¿Por qué dijo alguna vez que pasarán más de cien años para que podamos volver a tener temporadas de ópera como las que hubo en los años 50 y 60?
De los 50 a los 80 fueron unos años increíbles para la música lírica. Si uno echa atrás el recuerdo y piensa en los cantantes que actuaban en aquella época ¡Qué nombres! Renata Tebaldi, Giuseppe Di Stefano, María Callas y otros como los alemanes Christa Ludwig, Elisabeth Schwarzkopf, gente de primera categoría, muy exigente.
Eso educó a un público igualmente exigente supongo
Claro. Al público se le educaba para que oyese las óperas como son, en su mayor pureza. Se respetaba escrupulosamente hasta la puesta en escena. Los directores de orquesta como Von Karajan, Guiulini, Soldi no dejaban que venga un pobre desgraciado --me va a tener que disculpar la palabra-- como director de escena para que le voltee una obra como se ve ahora.
¿Qué echa de menos de esa época?
Que falta fuerza y personalidad en los directores de orquesta, de escena y de teatro. Nadie llama al orden a los directores de escena que están degradando la ópera, y no respetan la partitura ni la época. Yo supongo que Luis Alva nunca permitió que se hiciera ninguna barbaridad con las óperas. Vi esta semana su Madama Butterfly, que tenía tan poco pero qué bonita era.
¿Dónde se ve más ese deterioro del que habla?
En Alemania, en Europa, en todas partes. Llegó un momento en que dije: ¿para qué ir a la ópera si voy a ver lo que no quiero ver? ¿Para qué ver una Butterfly, una Tosca a la que la están poniendo en el siglo XXI? Eso a mí me ofende porque ofende a los compositores.
¿Están apareciendo nuevos compositores para suplir esas faltas que usted nota?
No, porque si existieran compositores contemporáneos que lo hicieran muy bien, en vez de tratar mal a Mozart, a Puccini, a Strauss, harían las obras contemporáneas. Pero esas se hacen dos veces y nadie las vuelve a poner.
¿Es fácil hacer amigos en el ambiente lírico?
No lo crea, hay muchas envidias, mucho divismo. Pero afortunadamente ni Lucho Alva, mi gran amigo, ni yo nos lo hemos creído nunca. Yo solo soy un ser humano que he salido con un arte especial.
¿Hay que cuidarse mucho en el canto lírico?
Yo lo hago, aunque otros se cuidan menos.
No se puede trasnochar
Ah, nunca. Además no me gusta. Yo soy una mujer divertida, me gusta estar en fiestas, pero hasta antes de las 12 de la noche. Cuando canto no hay fiestas, ni penas, ni copas. Me encierro como una monja.
Pero es feliz
Muy feliz. Tuve una vida tan intensa que estoy escribiendo un libro.
¿Fuera de la ópera, qué música le gusta? ¿Escucha música popular?
La de ahora no me gusta, porque es más ruido que otra cosa. Pero claro que me gusta la música popular de mi época: los couplés, la bossa nova, Frank Sinatra y algo que me apasiona: el tango. Ahora estoy cantando mucho tango de Piazzola, al que le he hecho arreglos. Piazzola era el Brahms de los tangos. También llegué a bailar el rock'n roll pero nada más.
¿Cuál es la importancia de la voz dentro de la música?
La voz es el instrumento más perfecto y bonito que existe, si es bonita la voz. Pero eso no quiere decir que todo vaya con voz. A mí me encantan los conciertos de orquesta, los duetos, los tercetos. Soy loca por la buena música.
2 comentarios:
Nunca me había fijado en que tanto se "destruye la ópera" pero creo que como en todo arte, y en este caso me fijo en la pintura que aprecio un poco mas, uno debe conocer lo clásico y lo básico en su esencia y en su originalidad para poder entender lo actual. Aparte que con la esencia de las artes uno se educa como cuando se aprenden los colores uno empieza por los básicos "rojo, azul, amarillo" y ya luego aprendidos y entendidos conocerán el ceruleo, el guinda, ocres, etc...
Para nada se destruye, mas bien se complementa y se adapta a los tiempos. Como arte vivo, debe renovarse, y no es lo mismo q una pintura o una escultura, que son obras tangibles, y terminan ahi. Este es un tema polemico q polariza y apasiona a muchos, pero de algo si estoy seguro, es que gente que vivio la opera en el pasado, y sobretodo en la mitad del siglo XX es reacia al cambio y a lo novedoso, por eso este tipo d comentarios. Berganza no por haber sido importante en su epoca, tiene peso en su opinion, que me parece muy sesgada.
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