Aclamado violinista vuelve a Lima para homenajear a su mentor, junto a la Orquesta de Cámara de Basilea. Fotos: Renzo Baglietto / SFL |
Ciclo Sinfónico de la Sociedad Filarmónica de Lima en el Gran Teatro Nacional. Obras de Vivaldi, Bach, Bartók, Mendelssohn-Bartholdy, El Khoury y Birth.
Por Gonzalo Tello
Es un acontecimiento local volver a ver a la estrella del violín, Daniel Hope, de renombre internacional por su trabajo prolífico, sobriedad y elegancia al interpretar obras de lo mas variadas, desde Bach o Vivaldi, a mas de 30 obras que el mismo ha encargado a compositores contemporáneos. Los numerosos premios recibidos, y el éxito de ventas de su disco “Vivaldi Recomposed”, reafirman su lugar como uno de los mas aclamados hoy.
Esta vez Hope llega al Ciclo Sinfónico de la Sociedad Filarmónica de Lima, en el Gran Teatro Nacional, acompañado por la Orquesta de Cámara de Basilea, uno de los grandes elencos de Europa por su sonido y cohesión de tal precisión y belleza que es de lo mejor que ha llegado en años recientes.
El motivo de esta gira de conciertos es celebrar el centenario del nacimiento del que fuera mentor de Hope y principal inspiración: El legendario Yehudi Menuhin. Las obras de este programa giran en torno al hombre que marcó el siglo XX con su técnica y gran devoción musical.
Este se inicia con el Concierto para dos violines RV 522 de Vivaldi, que Hope interpreta junto al concertino invitado Anders Kjellberg Nilsson con complicidad coreográfica, ritmo y energía, mientras que la orquesta apoya con inspirados balances y bello sonido barroco. Lo mismo ocurre con el famoso Concierto para dos violines BWV 1043 de Bach, en que Hope y Kjellberg se complementan dando toques de lirismo en el Andante, con una hermosa amalgama de las cuerdas y el clavecín.
La orquesta demostró talento, elegancia, destreza y bello trabajo conjunto en el Divertimento para orquesta de cuerdas de Bela Bartók, compleja obra que muestra las principales características del autor, desde danzas folklóricas inspiradas y bellos pasajes sombríos y decadentes. Los suizos dan una interpretación insuperable.
El momento contemporáneo llega con “The unfinished Journey” del franco-libanés Bechara El Khoury, comisionada en el décimo aniversario de la muerte de Menuhin. Hope nos ofrece un relato emotivo e íntimo, que parece evocar el viaje al mas allá del violinista, en un ida y vuelta que no termina de consumarse. “Through the looking glass” de Stefan Wirth presenta una escritura compleja y moderna. Hope y la orquesta ofrecen un viaje de sensaciones, sonoridades, ritmos, volúmenes y texturas.
El concierto concluye con el Concierto para violín y cuerdas de Mendelssohn-Bartholdy, que compuso a los 13 años y fue redescubierto por Menuhin en 1952. Desde el primer movimiento, Hope llega a la cadenza a salvo, pues ya demostró el abanico de posibilidades virtuosas. La complejidad de la obra demuestra el genio del autor.
Una versión a violín solo de “Guten Abend, Gute Nacht” de Brahms, con variaciones, cierra una espectacular presentación.
(Publicada en Luces de El Comercio el 10 de mayo del 2016).
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