Por Giosetta Guerra (Colaboración para operaperu.com)
LE COMTE ORY de Rossini. Elenco: Yijie Shi, Lorenzo Ragazzo, Laura Polverelli, Roberto de Candia, Maria Jose Moreno, Natalia Gavrilan, Rinnat Moriah. Coro de Camara de Praga. Orquesta del Teatro Comunal de Bolonia. Director: Paolo Carignani. Dirección escénica, iluminación y vestuarios. Lluis Pasqual. Teatro Rossini. 19 de agosto.
El Rossini Opera Festival 2009 de Pesaro le encomendó el papel del conde a un estudiante de la Accademia Rossiniana 2008, el jovencísimo y diminuto tenor chino Yijie Shi,privado de experiencia, pero lleno de buena voluntad sobretodo para debutar un papel tan arduo. El tenor no brilló por presencia escénica, pero no es mal actor, tampoco por dotes vocales y técnica. El timbre de su voz no es bello, y su volumen fue limitado, pero sus agudos y sobreagudos fueron sobresalientes en el aria “Que les destins prospères”, pero es un interprete que tendremos que dejarlo crecer. Por otra parte, resaltó la bella voz de María José Moreno (la condesa Adèle), que fue “squillante” y comunicativa en los luminosos agudos, flexible, y capaz de plegarse a largos filados sonoros y penetrante media voz, que fue brillante y segura en las hermosas escalas descendentes. No fue menos el bajo Lorenzo Ragazzo (le Gouverneur), con la banda de gobernador y el calzado celeste, exhibiendo notas graves y profundas. En el papel en trasvesti de Isolier, Laura Polverelli demostró seguridad en escena y evidenció un hermoso timbre de mezzosoprano, aunque poco controlado en los agudos. El buen barítono Roberto De Candia (Raimbaud) posee un apreciable medio vocal, ágil y bien administrado y Natalia Gavrilan (Ragonde) es una mezzosoprano que presiona un poco el sonido. Rinnat Moriah fue Alice. Los papeles secundarios, estuvieron verdaderamente lucidos, así como de rara belleza estuvieron las partes corales femeniles que fueron cantadas de maravilla. El coro de Cámara de Praga, dirigido por Lubomír Mátl, mostró una potencia sonora increíble. Se escucharon los virtuosos violines, de una orquesta que se infló con robusta sonoridad en los concertantes, y se hizo más suave y flexible con la languidez de la condesa y en el terceto final. La orquesta del Teatro Comunal de Bolonia, en esta ocasión, fue dirigida por Paolo Carignani. La puesta escénica de Lluis Pasqual, vista en Pesaro en el 2003, se ambientó en un hipotético Grand Hotel Rossini, arreglado con cortinas rojas y espejos, y candelabros de cristal de varias formas y mesas ovaladas. Pasqual se encargó también de la regia, en la que pudo equilibrar lo cómico con lo licencioso, con ocurrencias escénicas exhilarantes, y una alternancia entre lo sacro y lo profano, como la condesa presentada sobre una mesa como la estatua de la madona dolorosa, cambios de personajes para burlar al burlador, y todo esto con la ayuda de la iluminación del propio Pasqual y de Wolfgang Von Zoubek, y con agraciados vestuarios. Una opera divertida con gran parte de la música de Viaggio a Reims.
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