09 noviembre 2009

"Turandot" en directo desde el Met: Puro lujo en alta definición


Por Gonzalo Tello
Operaperu.com

Este sábado vimos en directo desde el Metropolitan una de las producciones mas grandes que ha tenido el Met en su historia reciente. La celebrada “Turandot” de Puccini es bien servida gracias a la meticulosidad de Franco Zeffirelli, quien preparó en 1987 una puesta recargada hasta el mínimo detalle, y con movimientos escénicos acertados y que denotan un gran entendimiento no sólo de la trama sino del entorno cultural de la obra. La dirección para este revival fue de David Kneuss.

Abre el telón y lo que vemos son techos y calles oscuras de Pekín, donde extras y coreutas no paran de moverse, dando una impresión dramática y cinematográfica a la escena. En esta confusión van apareciendo los protagonistas, quienes se confunden con esa multitud donde aparecen también dragones, danzantes y niños. La breve aparición de Turandot se da cuando sus aposentos se elevan desde el fondo, causando impacto en la escena y justificando esa impresión que le deja a Calaf, pues antes de verla, solo le tiene odio por mandar a asesinar a tantos príncipes que han pedido su mano. Luego de verla solo piensa en poseerla.

El segundo acto empieza con la escena muy bien interpretada de Ping, Pang y Pong, en la que vemos detalles que se lucen tremendamente bien en la pantalla, en los accesorios y utileria, asi como en el detalle de cada vestuario, que es simplemente espectacular. La escenografía de la segunda escena del acto es la más imponente, sobretodo por la transición que se da de la oscuridad hacia una gran escena dorada impactante.

"Turandot" es una ópera masoquista. Calaf se enamora al instante perdidamente de la princesa, a costa de la vida de su padre y la esclava que lo acompaña. No le importa ni el sufrimiento del pueblo ni las advertencias: nada impedirá que posea a Turandot.

Esta actitud precisamente se refleja en el aria “Nessun dorma” que el tenor italiano Marcello Giordani interpretó sin mayor gracia, solo apoyado en su gran voz y su facilidad para los agudos. Esto hablando solo del aria, pues definitivamente su voz es una de las mejores del momento en mi opinión, y estuvo pareja durante toda su interpretación. Tampoco me pareció adecuada la decisión del director que cortar la escena para fomentar el aplauso.

La Turandot de Maria Guleghina comenzó fría, con una “In questa reggia” insegura, pues es una escena tremendamente exigente, sobretodo cuando es lo primero que ella canta. Parecía que se iba a quebrar en cualquier momento, incluso la sobrevivió con un color feo y falta de aire por momentos. Luego se emparejó, cantando a dúo con Calaf por casi 20 minutos en plenitud de facultades al final de la ópera. El chorro de voz de la Guleghina es idóneo para este papel.


Guleghina Cantando el aria, en Valencia.

Quien destacó fue la Liú de Marina Poplavskaya. Voz lírica muy interesante y expresiva. Samuel Ramey fue Timur, padre de Calaf y Rey en el exilio, quien la verdad ya no está para nada en facultades y debería pensar en retirarse pronto. Otro que también debe pensar en retirarse pronto, pese a poseer el record de mayores roles y presentaciones, es Charles Anthony, quien interpretó al Emperador Altoum.

El Coro es uno de los elementos mas importantes de esta ópera, pues participa en gran medida, especialmente en el segundo acto. Zeffirelli tuvo mucho cuidado con que este coro participara activamente, a través de coreografías bien pensadas y preparadas por el coreógrafo Chiang Ching, y que el Coro del Met, con tantos años actuando y cantando esta producción, conoce al detalle. Este es un gran mérito del director, quien no logra el mismo efecto en otras obras suyas.

El director latviano Andris Nelsons, con sólo 30 años, debuta frente de la orquesta del Met. Le saca tiempos por momentos excesivamente rápidos a la orquesta durante el primer acto, perdiendo el control de la orquesta y coro brevemente, aunque sus matices en ciertos pasajes, sobretodo los del coro cantándole a la luna, son estupendos. Su interpretación del segundo acto es magistral, sobretodo en los cambios de tiempos, durante los momentos más solemnes de la partitura.

Nadie puede perderse "Turandot", pues es uno de los grandes eventos de la temporada del Met. Por suerte esta ópera tendrá tres repeticiones, el 9, 11 y 16 d noviembre.

3 comentarios:

MariaElena dijo...

Realmente espectacular, la tensiòn, creo, se podìa cortar en la sala

Anónimo dijo...

Efectivamente, fue todo un espectáculo verlo en HD! Para mí es realmente lo mejor que ha hecho Zefirelli como puesta en escena. Todos estuvieron a la altura, Guleghina me parece que dio finalmente la talla (de voz). Lo único decepcionante fue un Giordani irregular (salvo como dices en los agudos y aún eso...) y con una interpretación que casi llegó a lo aburrido cuando tendría que haber sido todo lo contrario, él es el motor de la historia! (por supuesto a leguas de distancia de los Calaf de Domingo, Carreras y ni qué decir de Corelli). Dejando de lado este bache que felizmente no afectó tanto el conjunto, quedé efectivamente cautivado por la Liu de Poplavskaya, hay que echarle el ojo.... Me he dado cuerda comentando, ya que como puede deducirse ésta siempre fue una de mis óperas favoritas de Puccini.

E

Anónimo dijo...

pienso igual. Sin detrimento del placer que provoca, eso si