Chun Wang interpretará el concierto para piano y orquesta no. 2 de Chopin
Este domingo, continuando con los conciertos de verano que la Orquesta Sinfónica Nacional presenta cada domingo en el Museo de la Nación, veremos nuevamente al pianista chino Chun Wang, quien nos visitó el año pasado para dos conciertos con la OSN.
En esta ocasión es mas que propicio su retorno, para celebrar el bicentenario del nacimiento del compositor polaco Frédéric Chopin. De este interpretara el concierto para piano y orquesta no. 2, uno de los conciertos para piano mas reconocidos. El director titular de la OSN, Matteo Pagliari, acompañara otra vez a Wang, este domingo a las 7:00 pm, horario de verano de los conciertos de la OSN. Este programa se completa con la sinfonia no. 103 "Redoble de timbales" de Joseph Haydn.
La significación de Chopin en la historia de la música es, esencialmente, la del «genio del piano», cuyas obras, salvo unas cuantas para conjuntos de cámara y algunas series de canciones, están dedicadas exclusivamente a dicho instrumento. En sus melodías descubrimos todo el panorama espiritual de su alma, cruzado de fervores patrióticos y pasiones amorosas cuya expresión musical se vuelca en elegantes piezas de salón, polonesas, nocturnos, baladas, valses, preludios, estudios, entre otras, de acabado virtuosismo.
El Concierto Nº 2 para piano y orquesta en fa menor, a pesar de su numeración, es anterior al Nº 1. Tiene tres movimientos: maestoso, larghetto y allegro vivace, aunque entre las dos primeras partes Chopin intercala una especie de divertimento para trompa. El primer movimiento comienza con una exposición orquestal con dos temas de inspiración polaca, que luego retoma el solista. El segundo de los movimientos es de singular belleza y lirismo, a modo de nocturno nostálgico, mientras que el movimiento final, entre un vals y un rondó, es de un gran virtuosismo sonoro y brillantez.
La simplicidad de la invención, la gracia y la frescura del lenguaje, la elegancia de los contrastes tímbricos, su sentido del humor, sus ideas revolucionarias, nos presentan hoy a Haydn como un músico genial, conocido como el “Padre de la Sinfonía”.
Haydn desarrolló la gran parte de su trayectoria musical cerca de Viena al servicio de los príncipes de Esterházy, pero la muerte del Príncipe Nicolás en 1790 le ocasionó la oportunidad de aceptar las atractivas ofertas del empresario Johann Salomón para viajar a Londres.
La Sinfonía Nº 103 en Mi bemol Mayor, fue compuesta durante el segundo viaje de Haydn a Londres, animado por el éxito de sus obras en su primer viaje a esta misma ciudad. Su música era ya bien conocida en Inglaterra mucho antes de que el compositor viajara allí, y fue el público el que impulsó que el compositor volviera a Londres para presentar sus obras. Así, escribió esta sinfonía durante su estancia en la ciudad en el invierno de 1794.
El “Redoble de timbal”, recibe su apodo porque la sinfonía comienza sorpresivamente con un redoble de dicho instrumento. Ya que en la partitura original no figura ninguna anotación de dinámica, la sonoridad varía en cada interpretación. Esta obra es la penúltima sinfonía de Haydn, una de tres que compuso para la temporada de los “Opera Concerts” de 1795, producidos por el violinista y compositor Giovanni Battista Viotti y con el propio compositor dirigiendo desde el pianoforte. Como gesto de aprecio hacia Viotti, Haydn incluyó un largo solo de violín en el movimiento lento de la obra.
La sinfonía no solo fue atípica para la estética de la época por el comienzo del timbal, también fue innovadora en cuanto a que la orquesta utilizada para su ejecución era inusualmente grande, ya que estaba formada por alrededor de sesenta músicos al tratarse de grandes conciertos públicos y no para entornos íntimos como los estrenos de sus obras para la familia Esterházy.
El transcurso de la sinfonía se encuentra enmarcado dentro de lo que en el momento eran los parámetros normales para componer este tipo de piezas. El primer movimiento se inicia con un adagio a modo de introducción, que es bastante característico en muchas de las últimas sinfonías de Haydn, para en seguida atacar con un allegro monotemático. En dicha introducción se encuentra citadas las primeras notas de la conocida secuencia “Dies Irae”. El Allegro del primer movimiento está basado en esta introducción lenta citando en ocasiones el redoble de timbal que inauguró el moviendo. El segundo movimiento se encuentra, también, dentro de la línea innovadora, pues se basa en dos temas de origen folklórico europeo y sus variaciones. Tras un tercer movimiento con forma de minueto, comienza un frenético cuarto movimiento basado, siguiendo las tendencias precedentes del compositor, en un solo tema pero tratado de tal manera que logra mantener la atención del oyente durante el transcurso del movimiento.
Matteo Pagliari Panizzi nació en Parma en 1974. Estudió piano con Mario Borciani en el Conservatorio Arrigo Boito de Parma y en el Conservatorio Giuseppe Verdi, en donde se diplomó y comenzó sus estudios de Composición.
Los estudios de Dirección de Orquesta los inició en la Academia Musical de Pescara con Gilberto Serembe y los terminó en el 2002 en el Conservatorio Arrigo Boito donde estudió con Pietro Veneri.
Desde 1998 a 2001 fue Director Artístico y Principal del coro “Ciudad de Parma” con el cual tuvo numerosos conciertos a cappella y con la Orquesta Sinfónica de Emilia Romagna “Arturo Toscanini”.
Desde el 2002 ha trabajado en varias producciones operísticas como el Macbeth del Festival de Spoleto, La fille du regiment en Lecce, el Tancredi del Teatro Real de Madrid y ha sido asistente del maestro Roberto Abbado en varios conciertos sinfónicos.
En el 2005 ganó el Concurso “Vakhtang Jordania International Conducting Competition” en Kharkov (Ucrania); fue el único italiano seleccionado en el Concurso Pedrotti de Trento (Italia) en el 2006 y en el 2008 obtuvo el segundo lugar en el importante concurso internacional “Jesús López Cobos” del Teatro Real de Madrid.
Actualmente dicta la cátedra de Técnica Directoral en la Academia de la Opera del Teatro Comunal de Bologna.
Chun Wang nació en Fuzhou, ciudad ubicada al sur de China, en 1990. Comenzó a estudiar música a la temprana edad de 5 años. A los 8 años, aprendió a tocar el piano con el maestro Yifu Yang, y cuatro años más tarde se trasladó a Beijing, la capital de China, donde continuó su educación profesional en la Music School Attached to the Central Conservatory of Music bajo las enseñanzas del maestro Jin Zhang.
Siendo muy joven, Chun Wang ganó numerosos premios nacionales en China, y el primer reconocimiento internacional lo obtuvo a los 14 años cuando se le otorgó el tercer puesto de la Primera Competencia Internacional de Piano Franz Liszt para pianistas jóvenes en Weimar (Alemania). Después de ello, el pianista ha continuado ganando distintos premios internacionales en competencias en la categoría adultos. Obtuvo, por ejemplo, el primer puesto en el Concurso Internacional Villa-Lobos realizado en Sao Paulo (Brasil) en el 2006.
Asimismo, se ha presentado en numerosas y prestigiosas salas de ciudades como Beijing, París, Londres, Río de Janeiro, Sao Paulo, Buenos Aires, Johannesburgo, etc. Se ha presentado también con destacadas orquestas de los cinco continentes, entre ellas, la Calgary Philharmonic Orchestra (Canadá), Symphony Orchestra of Kharkov Philharmonic (Ucrania), Tokyo Symphony Orchestra (Japón), Orquesta Sinfónica del Estado de Sao Paulo (Brasil), Orchestre Philharmonique du Maroc (Marruecos), Chamber Orchestra of South Africa, Teatro Colón Filarmónica de Buenos Aires (Argentina), entre otras.
En el 2009 realizó una gira con la Orquesta Filarmónica de China.
El director John Neschling opina que estamos ante un nuevo fenómeno Argerich y que se trata, sin duda alguna, de una revelación mundial.
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