Escena de "Demetrio y Polibio" de Rossini. Festival de Pésaro 2010
Nuestra colaboradora en Italia, Giosetta Guerra nos envía criticas de las obras que se presentaron este verano en el Festival de Pésaro 2010, festival dedicado integramente a obras de Gioacchino Rossini. "Demetrio y Polibio", "La Cenerentola" y "Sigismondo" fueron los titulos que se ofrecieron, con grandes artistas como Daniela Barcellona, Lawrence Brownlee, Marianna Pizzolato, Yves Abel, Nicola Alaimo, entre otros.
DEMETRIO Y POLIBIO
"Demetrio y Polibio" drama serio en dos actos de Vincenzina Vigano Mombelli. Funcion realizada el 10 de agosto del 2010 en el Teatro Rossini de Pesaro. Elenco: María José Moreno (Lisinga), Victoria Saytseva (Siveno), Yijie Shi (Eumene), Mirko Palazzi (Polibio). Direccion escénica: Davide Livermore. Escenografia y vestuarios: Acccademia di Belle Arte di Uribino. Coro de Camara de Praga: Lubomir Matl. Orquesta Sinfonica G. Rossini. Director musical: Corrado Rovaris.
(Por Giosetta Guerra) La escena se abrió mostrando un escenario visto desde la parte de atrás, por lo que el foso iluminado y la cortina se veían al fondo, y detrás uno se imaginaba la presencia de público. !Wow! exclamé, porque no había visto una idea parecida. Una idea brillante del regista Davide Livermore, quien optó por un lectura moderna de la opera. La Sinfonía de inicio, no pertenece a Rossini, si no a Domenico Mombelli, cantante y compositor a quien el joven Rossini le encargaba obras. De Mombelli serian también otras partes de la opera como el aria de Siveno del segundo acto o el aria de Eumene. Los personajes fueron solo cuatro pero bastaron para construir una historia mas enredada, típica de los libretos de la época, y como no tienen un espesor psicológico y teatral consistente, por ello Livermore los presentó como fantasmas que desaparecían, y que de noche vagaban por un viejo escenario desierto. Guardarropas de vestuarios de teatro, espejos, pianos, contrapesos que subían y bajaban gracias a los efectos espéciales del mago Alexander, candelabros suspendidos volaban por el aire en todas direcciones. En el plano vocal destacó el bajo Mirko Palazzi (Polibio), con su voz suave, dúctil y de grato color, poderos y portentoso en los duetos y graves bien apoyados. Eumene fue interpretado por el tenor chino Yijie Shi, tenor contraltino bastante ágil pero con sonidos agudos no siempre pulidos. Victoria Zaytseva (Demetrio-Siveno) es una ágil mezzosoprano con sonidos rotundos y emisión natural, muy buena en el canto de coloratura en la música ligera y brillante. La soprano española María José Moreno (Lisinga, el papel vocalmente mas difícil de la opera) mostro una voz pequeña, que supo maniobrar entre las agudas y virtuosas acrobacias y con delicadeza en algunos dúos. Buena fue la prueba de la Orquesta Sinfónica Rossini, dirigida por Corrado Rovaris y del Coro de cámara de Praga, dirigido por Lubomír Mátl.
LA CENERENTOLA
"La Cenerentola", drama jocoso en dos actos de Giacomo Ferreti. Funcion del dia 11 de agosto del 2010 en el Adriatic Arena de Pesaro, Italia. Elenco: Lawrence Brownlee (Don Ramiro), Nicola Alaimo (Dandini), Paolo Borgodna (Don Magnific0), Manon Strauss Evrard (Clorinda), Cristina Faus (Tisbe), Marianna Pizzolato (Angelina), Alex Esposito (Alidoro). Orquesta y coro del Teatro Comunal de Bolonia. Puesta en escena y dirección artística: Luca Ronconi. Director Musical: Yves Abel.
(Por Giosetta Guerra) La Cenerentola debería ser la opera oficial del ROF, en el sentido que debería estar en la cartelera de todos los años como en Verona se hace con Aida. La edición de este año retomó la producción de Luca Ronconi de hace doce años, y satisfizo plenamente al publico por una serie de motivos. Primero, por la belleza absoluta de la música en la lectura que Yves Abel (director principal de la Deutsche Opera Berlín y afianzado interprete rossiniano) obtuvo de la formidable orquesta y coro del Teatro Comunal de Bolonia. En perfecta sintonía con la escena, el director sostuvo la bravura de los artistas quienes entraron con naturaleza en el juego escénico y en una una espiral sonora, restituyendo el carácter de los personajes, exaltado por los vestuarios de Carlo Drappi. La escena tuvo a la vista módulos arquitectónicos girantes. La escenografía y la dirección que en su momento nos había dejado un poco perplejos, hoy la apreciamos por su originalidad y funcionalidad.
Las peculiaridades vocales y la inteligencia interpretativa de los protagonistas, permeada de ironía que no cayó nunca en lo burlesco, jugaron un papel importante para restituir el gran vitalismo contenido en la invención rossiniana. Marianna Pizzolato (Cenerentola) posee una gracia particular en su interpretación con una voz cálida y supo dar agudos y adherirse con extrema bravura al canto y a los embellecimientos de la coloratura rossiniana. Lawrence Brownlee (Don Ramiro) mostro una clara pronunciación, y una voz suave con graves plenos y naturales, así como brillantes agudos y otras cualidades que lo conducen a una orbita sobrehumana y la dúctil que es su medio vocal lo convierte en un valido ejecutor del alto virtuosismo rossiniano. Nicola Alaimo (Dandini) fue un buen intérprete y buen bel cantista, poderoso en los concertantes gracias a una voz flexible e imponente. Paolo Bordogna (Don Magnifico) tiene optimas cualidades actorales y vocales, y canta bien pero su voz fue un poco clara para este papel y por momentos lo cubrió la orquesta. Alex Esposito (Alidoro) tiene el carisma de mago con su magnifica voz de bajo cantante, vibrante y pareja. Escénicamente expresivas pero vocalmente carentes estuvieron las dos hermanastras. Manon Strass Evrard (Clorinda) e Cristina Faus (Tisbe).
SIGISMONDO
Sigismondo, drama a música de dos actos de Giuseppe Foppa. Función del 15 agosto del 2010 en el Teatro Rossini de Pesaro. Elenco: Daniela Barcellona (Sigismono), Andrea Concetti (Ulderico), Olga Peretyatko (Aldimira), Antonino Siragusa (Ladislao), Manuela Bisceglie (Anagilda), Enea Scala (Radoski). Dirección de escena: Damiano Michieletto. Puesta escénica: Paolo Fantin. Orquesta y coro del Teatro Comunal de Bolonia. Director musical: Michele Mariotti.
(Por Giosetta Guerra) Michieletto… Michieletto … ¡yo sabia que debíamos tenerte en cuenta! Ya que nos has dado una lección de cómo debe ser un luminoso hospital psiquiátrico, pulido, lineal y con médicos y enfermeras listas para atender, como le sucede a Sigismondo enloquecido por una elección criminal contra su mujer pero que recobra el sentido cuando se reencuentra con ella. Los ataques de locura de Sigismondo, rey de Polonia, con gritos animalescos y la visión de fantasmas con el aspecto de su mujer Aldimira, entre otros, le dieron a Damiano Michieletto la idea para ambientar este drama en dos actos de Rossini, en el amplio pabellón de un moderno nosocomio, todo blanco, con ventanas altas, camas blancas ocupadas por enfermos mentales. En el segundo acto las paredes se cambiaron a madera marrón y las ventanas se convierten en vitrales, para estar en la sala de un palacio real. El espectáculo fue estudiado y refinado en cada detalle. Las producciones de este director escénico continúan sorprendiéndonos y dejan una sensación de frescura. Su idea fue apoyada por Paolo Fantin, quien se encargó de las escenografías y de Carla Teti, con el vestuario.
Otra magia fue la magnifica prueba de Daniela Barcellona en el papel travesti de Sigismondo. Vocalmente dejo salir toda la voz de mezzosoprano que hay en ella, con un sonido cálido y rotundo, agudos estratosféricos, naturaleza en la emisión y línea de canto perfecta. Olga Peretyatko (Aldimira) posee una voz de soprano melodiosa, y fue una virtuosa en la zona grave cantando con buena técnica. Antonino Siragusa interpretó con incisivo acento y propiedad de estilo las arias de Ladislao. Andrea Concetti, en el doble papel del medico Ulderico y del noble polaco Zenovito, tuvo una bella forma de interpretación con voz suave, densa y oscura. Manuela Bisceglie, como Anagilda, y Enea Scala como Radoski, estuvieron correctos. Michele Mariotti, debutando en su ciudad, dirigió con mano ligera a la orquesta y al coro del Teatro Comunale de Bolonia y contribuyo al éxito del espectáculo.