Por Gonzalo Tello
Operaperu.com
Fotos: Ken Howard / Metropolitan Opera
"Faust” es uno de los clásicos de la ópera romántica, con gran valor ya por si misma, por lo que las comparaciones con la obra de Goethe no son tan relevantes en estos días. Es un clásico del romanticismo francés de mitad del siglo XIX escrito por el compositor francés Charles Gounod, con libreto de Jules Barbier y Michel Carré, y es una obra con todos los elementos para el éxito: Un preludio intimo y romantico, arias, escenas, coros y ballet estupendos, y una estructura bien pensada. Esta obra trasciende el circuito operístico y es conocida gracias a películas, o series que han utilizado la música de la obra, o han situado escenas durante la representación de esta obra en alguna película reconocida.
“Faust” fue la obra que inauguró el Teatro de la Ópera Metropolitana de Nueva York allá por 1883, en ese antiguo teatro que se encontraba en Broadway con la calle 39, local que fue dejado por la compañía para mudarse al Lincoln Center desde los 1960s. Es una obra que han interpretado grandes tenores y bajos desde su estreno en 1859. De los primeros se exige: matices, bello legato, notas tanto graves como agudas, y mucha presencia. De los segundos: una voz cuajada y mucho temperamento para interpretar a Mefistófeles, el cual es un reto para todo bajo que llegue a interpretarlo.
Si bien el Met no ha tenido muchas producciones de “Faust” durante los últimos años se han montado varias, siempre en el caso de este teatro, con los mejores tenores para el rol. De estos podemos destacar a Alfredo Kraus, Neil Shicoff, Ramón Vargas, Roberto Alagna (uno de los más intensos), y más recientemente al gran tenor polaco Piotr Beczala. La ultima producción no tuvo mayor relevancia, por lo que se invita a un interesante director de teatro y musicales a presentar una nueva producción que se estrena previamente en la English National Opera.
Este sábado 10 pudimos ver en vivo la producción dirigida por el doble ganador del Premio Tony, Des McAnuff, interpretada por el tenor alemán Jonas Kaufmann en el rol protagónico, el bajo René Pape como Mefistofeles y la soprano rusa Marina Poplavskaya como Marguerite. Completan el reparto el barítono Russell Braun, la mezzo Michéle Losier y la soprano Wendy White. Dirige el competente y dinámico director canadiense Yannick Nézet-Séguin.
La puesta de McAnuff sitúa la historia entre las guerras mundiales del siglo XX, y se centra en un Faust consumido por su trabajo incesante creando la Bomba Atómica. Este trabajo lo agota y este lamenta haber gastado su vida y no haber conocido tantos otros placeres. La puesta, que incluye proyecciones en 3D, gran despliegue de bailarines, coro y actores que con coreografía perfecta, ilustran cada escena, la cual se inicia en el laboratorio de Faust, y aparentemente no sale de ahí. No sabemos si es un sueño de Faust, o una alucinación real creada por el demonio. Los movimientos muy propios de la época son de destacar, asi como detalles muy precisos, como el delirio de uno de los soldados cuando estalla el flash de una cámara mientras son fotografiados, o el roponcito que Marguerite teje para su pequeño hijo durante su lamento del cuarto acto. Esto además de los efectos visuales del diablo. Lo que no queda muy claro hacia el final es si todo está dentro de la cabeza de Faust, como es de notar al final de la obra. McAnuff salea escena a saludar al público y recibe algunos abucheos, algo común en el Met con nuevas producciones que se salen de lo común. Personalmente me parece una puesta muy arriesgada pero que encuentra en los detalles su fortaleza, y no desentona, ya que maneja efectivamente tanto el texto como la dirección escénica y trae la clásica puesta actualizada a un publico que ya no se asusta viendo a un diablo con cola, malla roja y cachos. Algunos críticos ya destruyen esta producción en Nueva York, tildando al director de " no tener idea que hacer en ópera"
A diferencia de la obra de Goethe, en que Marguerite tiene un papel muy secundario, esta obra de Gounod es básicamente de ella, pues es el personaje por el que los otros personajes se desenvuelven, y vemos su evolución. Para este rol cada soprano debe ir ‘in crescendo’ vocal y actoralmente. La Marguerite del inicio es timida, y con una voz dulce, algo pequeña y con pinceladas de coloratura (el aria de las joyas). Mientras que es mas lirica hacia el dúo con Faust del tercer acto. Termina los dos últimos actos devastada emocionalmente, habiendo pasado por diversos pecados y estados de histeria. Su psicología es similar a la de Lucia de Lammermoor, si queremos compararla.
Jonas Kaufmann, el tenor más excitante del momento para la crítica y público, interpreta un Faust con gran intensidad y timbre espectacular que lo caracteriza. Adecuado y muy correcto con la dirección de McAnuff y realmente dio en la interpretación de un hombre de inicios de siglo XX. Detalles importantes, como la frase dicha a Marguerite "Je t'aime" en un diminuendo impresionante, o la finura como interpreta su aria del tercer acto lo hacen un gran interprete en este rol. Muy pocos cantantes logran interpretar tan bien roles tan opuestos como el de Faust y wagnerianos, como si lo logra Kaufmann.
René Pape, como siempre, interpreta a un Mephistopheles mas elegante que aterrador. Musicalmente algo flojo al inicio, fue mejorando sobretodo en el dúo de la iglesia con Marguerite. Divertidos sus numeros de magia, es un artista plenamente competente que mejora cualquier puesta en escena.
Marina Poplavskaya nos recuerda en el timbre de voz (y en la cara) a una joven Joan Sutherland. Tiene la versatilidad requerida para el rol de Marguerite, una no tan fragil e ingenua como las producciones tradicionales muestran, sino una inocente pero no tonta, y luego agresiva y bipolar. Gran dominio escenico y mimetizacion con la puesta.
Es de destacar al barítono canadiense Russell Braun como Valentin, el hermano que antes de morir, maldice a Marguerite. Gran interpretación de un cantante mas conocido por óperas contemporáneas. Correcta la interpretación de la mezzo Michèle Losier en el rol de Siebel. Excesivamente amanerados y sobre actuados el Wagner de Jonathan Beyer y la Marthe de Wendy White.
Nézet-Séguin logra imprimir gran intimismo en la partitura, con momentos realmente estupendos. El Coro esta a la altura de las circunstancias, mas no destaca especialmente.
En el caso de esta producción, el protagónico será interpretado por los tres tenores más atractivos en este rol en el mundo actualmente: Jonas Kaufmann, Piotr Beczala y Roberto Alagna. Un lujo que pocos como el Met pueden darse.
"Faust" se exhibe en diferido el miércoles 14 a las 7:30 pm en UVK Larcomar y el sabado 17 a las 11 am en UVK Caminos del Inca.
Charles Gounod
FAUST
Metropolitan Opera, 10 de diciembre de 2011
Acto 3
Faust: Jonas Kaufmann
Marguerite: Marina Poplavskaya
Méphistophélès: René Pape
Valentin: Russell Braun
Siebel: Michèle Losier
Marthe: Wendy White
Wagner: Jonathan Beyer
Coro y Orquesta del Metropolitan Opera House
Director: Yannick Nézet-Séguin