Nuestro amable colaborador Carlos Corzo envía comentarios desde Madrid para Ópera Perú de "Marina", que hoy está en cartelera en el Teatro de la Zarzuela con primeras figuras españolas y con espectacular vestuario hecho en Perú. Esta producción de "Marina" podrá ser vista vía satélite este 3 de abril desde la 1:50 pm exclusivamente por estudiantes en el Gran Teatro Nacional de Lima. La asistencia es gratuita previa inscripción al correo:
publicos.gtn@mcultura.gob.pe Capacidad limitada.
Fotos: Neil Becerra. Teatro de la Zarzuela de Madrid |
Por Carlos Corzo Castañeda,
desde Madrid para Ópera
Perú
Luego
de un año de preparación y de varias semanas de intensos ensayos, el viernes 15
de marzo se estrenó en el Teatro de la Zarzuela de Madrid la nueva producción
de Marina, que constituye la primera escenificación en el siglo XXI de esta
emblemática obra del género lírico español en el sesquicentenario coliseo de la
calle Jovellanos.
Marina,
con música de Emilio Arrieta y libro de Francisco Camprodón y Miguel Ramos
Carrión, es por muchas razones una pieza única en su género: es una zarzuela
que se convirtió en ópera, es la primera ópera que se escribió en idioma
castellano, incorpora por primera vez en una ópera aires hispanos como las
seguidillas y la habanera y, a pesar de llevar el nombre de la heroína, es
considerada por muchos como una “ópera para tenor”. Fue estrenada como zarzuela
en el Teatro Circo de Madrid en 1855, transformada por Arrieta en ópera a
pedido del famoso tenor italiano de origen rumano Enrico Tamberlick y
presentada como tal en el Teatro Real de Madrid en 1871.
En
nuestro medio goza de gran popularidad y se ha representado cientos de veces a
través de los años con intérpretes de la talla de María Francisca Caballer,
cuya grabación del año 1954 en disco de vinilo es probablemente las más
difundida de la obra y en este momento se encuentra en exhibición, junto con
otros documentos relativos a Arrieta y a Marina, en el ambigú del teatro de la
Zarzuela. La Caballer vino a Lima en varias ocasiones en la década de 1960 con
la compañía de Pepita Embil y Plácido Domingo (padre), destacando además como
Concha en El Niño Judío.
Como
preludio a la temporada de Marina, que va del 15 de marzo al 21 de abril e
incluye 26 presentaciones de la obra, el lunes 11 el prestigioso programa Los
Clásicos de Radio Nacional de España se transmitió en directo desde el Teatro
de la Zarzuela y, además de selecciones de Marina cantadas por cuatro de los
solistas, incluyó el dúo de Julián y Susana de la zarzuela La Verbena de la
Paloma, cantado por un grupo de niños y niñas de dos colegios locales. El
presentador, la presentadora y los cuatro cantantes dialogaron con gran fluidez
y de manera muy amena, ilustrando a los oyentes sobre la obra. Ese mismo día el
eminente musicólogo Emilio Casares disertó sobre Marina, generando tal interés
que la sala resultó pequeña y numerosos asistentes tuvieron que escuchar la
conferencia de pie.
La
versión del Director de Escena Ignacio García se aparta de la tradicional y
folclórica, que hemos disfrutado por décadas pero que ya resulta un poco
trillada y anticuada, trasladándose la acción de Lloret de Mar 1855 a un pueblo
pesquero no identificado de la costa levantina en las postrimerías de la era
industrial y dándole un carácter mucho más realista, reforzando así la
credibilidad de la trama. Su propuesta se plasma estéticamente con el
apoyo de la bella y original
escenografía de Juan Sanz y Miguel Ángel Coso, el vestuario de Pepe Corzo, que empleando
materiales experimentales logra sutiles matices, y la iluminación de Paco
Ariza.
A
diferencia de otras versiones en las que el mar se observa sólo en el fondo, en
este caso el lado del escenario que da a la platea es una playa con agua y
arena, en la que inclusive un simpático pescador desarrolla su faena a lo largo
de la obra.
Durante
la ejecución de los preludios del primer y tercer acto el telón se levanta y se
produce movimiento escénico, dando mayor continuidad a la parte teatral pero
restando protagonismo a la musical, especialmente al famoso solo de trompa, que
pasa desapercibido.
Bajo
la dirección musical del maestro Cristóbal Soler, doce destacadas figuras
internacionales de la lírica, todos ellos españoles, conforman tres repartos
diferentes, que en ocasiones se combinan, para los cuatro roles principales de
la obra.
En
el rol protagónico la eminente tiple ligera granadina Mariola Cantarero deleitó
al público con su hermosa voz, la también tiple ligera Sonia de Munck, con su
presencia escénica y solvencia vocal, encantó a la audiencia y encarnó a la Marina ideal y Carmen Romeu ofreció
una grata variante con su registro de tiple lírica pero con amplio dominio de
la coloratura.
Como
Jorge, el afamado tenor canario Celso Albelo lució su notable dominio del registro
agudo, Antonio Gandía resultó el Jorge ideal con su registro de lírico spinto y
su excelente legato y el tenor lírico Mikeldi Atxalandabaso destacó por su
musicalidad y bello timbre de voz.
En
el papel de Roque, los barítonos Juan Jesús Rodríguez y Ángel Ódena fueron muy
aplaudidos por la gran calidad de sus voces, mientras que Luis Cansino destacó
además por su acertada interpretación del viejo lobo de mar decepcionado de las
mujeres y amante de la bebida.
El
bajo-barítono Simón Orfila y el barítono Marco Moncloa cantaron y actuaron muy
bien en el rol de Pascual, pero el que lo interpretó con mayor propiedad fue
Ruben Amoretti, por tratarse de un bajo, cuerda para la que lo concibió el
compositor navarro. La diferencia se nota particularmente en los cuartetos y en
los concertantes.
De
estos artistas han actuado en nuestro medio Sonia de Munck (Doña Francisquita),
Marco Moncloa (La del Manojo de Rosas), Luis Cansino (Luisa Fernanda, La
Leyenda del Beso, Don Giovanni, La Boheme), Rubén Amoretti (Turandot) y Simón
Orfila (Norma).
Cabe
destacar la participación como el capitán Alberto del barítono Gerardo Bullón,
quien a pesar de su breve intervención fue muy aplaudido.
La
orquesta, bajo la batuta de Cristóbal Soler y el coro, dirigido por Antonio
Fauró, aportaron el marco adecuado para el desarrollo de la obra.
En
esta versión, gracias al trabajo de María Encina Cortizo, se han recuperado dos
números, ambos en el segundo acto, que figuraron en la partitura original y que
con el tiempo se habían perdido. Se trata de un bello dúo entre Marina y Roque
y de una sardana, elegante danza catalana bailada inicialmente por un pequeño
grupo al que luego se va uniendo todo el coro.
Si
bien el desarrollo de esta Marina cautiva al espectador de principio a fin, si
tuviéramos que elegir un número como el mejor logrado optaríamos por el
cuarteto del primer acto, con cualquiera de los repartos.
La
combinación inédita de una partitura belcantista con una puesta en escena
verista dio, en este caso, un excelente resultado. Las funciones se vienen
dando a teatro lleno y son entusiastamente recibidas por el público, que goza
con el espectáculo y lo premia con sus sostenidos aplausos.
Esta
nueva producción de Marina constituye un importante hito en el cumplimiento del
objetivo que el musicólogo veneciano Paolo Pinamonti, Director del Teatro de la
Zarzuela, se ha trazado de poner en valor el género lírico español, tan
apreciado en España e Hispanoamérica, y proyectarlo a nivel global, como
corresponde a su riqueza musical y teatral.