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Reparto:
Markus Marquardt (Sir Humphrey) bajo,
Regina Klepper (Malwine) soprano,
Jonas Kaufmann (Edgar Aubry) tenor,
Franz Hawlata (Lord Ruthven, El Vampiro) barítono
Anke Hoffman (Janthe, Emmy) soprano
Hein Heidbuchel, (Sir Berkley) bajo
Orquesta y Coro de la Radio de Colonia
Director: Helmuth Froschauer
Delta Music, 1999.
La ópera se realiza normalmente en la edición de 1924 de Hans Pfitzner.
Nace en Zitau, Sajonia el 16 agosto 1795, hijo de un artesano de la Bohemia, que había tocado la flauta y el arpa, su madre era cantante. Marschner estudia música de muy joven con Karl Hering y empieza a componer muy joven obras basadas en melodías populares, entre ellas una primera ópera dramática "Die Kindsmörderin" (El asesino del niño), compuesta cuando tenía 13 años.
Para agradar a sus padres estudia abogacía en Leipzig, aunque no termina los estudios. Mientras sigue estudiando música en serio, especialmente entusiasmado por las Sinfonías de Beethoven. Dando un recital de piano conoce al Conde Varkony, un conocido mecenas de origen húngaro que le organiza un encuentro con Beethoven. Esta visita le empresionó fuertemente pues Beethoven se interesó por sus obras y le pidió que le enviara las que fuera haciendo. Gracias a su mecenas logra un puesto de preceptor entre la nobleza en 1816, con lo que se asegura su porvenir económico. Se casa pero su esposa muere muy pronto. Vuelve a casarse a los dos años con una pianista.
Tras algunos fracasos, envía su ópera "Enrique IV" (basada en un libreto de su amigo Hornsbortel) a Weber, que dirigía la Opera de Dresde, y era famoso por ayudar a los compositores alemanes que escribían óperas en alemán. Esta obra fue estrenada en Dresde en 1820, bajo la dirección del propio Weber, aunque sin gran éxito. Weber ya entonces luchaba denodadamente contra la ópera italiana, que la nobleza, y en especial el Rey de Sajonia, tenía como única muestra del "buen gusto". Pero el pueblo apoyaba los intentos de mostrar un "arte alemán" que superase el amaneramiento italianizante, y que además incorporase temas humanos, el drama, elementos populares, que eran la base del romanticismo, escritos en alemán, una lengua que los italianizantes consideraban "inadecuada" para el canto elegante.
Se traslada a Dresde y se dedica a dar conciertos y componer, pero sin mejorar su situación. En 1824 logra el cargo de director de Música de la Opera. Esto suscitó resentimiento por parte de Weber, que no le gustaba el carácter de Marschner y no le aceptó entre sus protegidos.
Marschner estrena "Der Holzdieb" y lanza su famosa proclama en favor de la creación de una Opera Alemana.
Su segunda esposa muere en 1825, dejando desesperado a Marschner. Se casó por tercera vez con una cantante que realmente fue la mujer de su vida y le ayudó siempre. Su biógrafo Münzer resalta la ayuda que significó siempre esta tercera esposa.
Weber muere en 1826, pero no logra Marschner el cargo en la Opera de Dresde, sino el de Director de la Orquesta de Hanover.
Allí lee un libreto sacado de una novela del médico John Polidori, médico personal y compañero de viaje de Lord Byron, sobre la misteriosa historia de los vampiros. Sobre este tema su cuñado W. A. Wohlbrück escribe el libreto de la ópera "Der Vampyr", representada por primera vez en 1828 en Leipzig, obteniendo un gran éxito. Es invitado a dirigir esta ópera en Londres el año siguiente, pero la mala suerte hace que la Royal House se incendie justo antes del estreno.
Leyendo más literatura inglesa conoce "Ivanhoe" de Walter Scott, de donde también Wohlbrück saca el libreto de su ópera "El Templario y la Judía", estrenada en 1829. En esta ópera, al contrario que en "El Vampiro", la historia dramática es interior, está en los personajes, y es una obra precursora del wagnerianismo. La compuso en sólo 5 meses y se trata de una gran obra en 3 actos. Hay un gran paralelismo entre la escena del "Juicio de Dios" de esta obra y el mismo tema en "Lohengrin".
Así mismo compone en 1833 "Hans Heiling", sobre un libreto de Edouard Devrier, considerada la obra cumbre de Marschner, y estrenada en Berlín el 24 de Mayo de 1833.
Pfitzner dijo de esta obra: "Por el verso y el texto, esta ópera es una anticipación ideal del drama musical tal como se iba después a concretar en Wagner.
En una escena del II Acto, cuando la Reina de los espíritus de la Tierra salva a Anna, se presenta un motivo que muchos han encontrado similar al de la escena IV del acto II de "La Walkiria".
En 1860 viaja a París para pedir al emperador Napoleón III que se representen sus obras en París, pero no tuvo éxito.
Con una vida dura y desgraciada, murieron 8 de sus 10 hijos, y su tercera esposa en 1854, Marschner murió en 1861 en Hanover.
Compuso también numerosas obras de cámara y sinfónicas, así como unos 100 Coros y cerca de 400 lieder.
EL VAMPIRO
Marschner es considerado el anillo de unión entre Weber y Wagner, al tomar del primero el gusto por lo fantástico y demoníaco, y los temas populares, mientras se acerca al segundo al iniciar el tratamiento dramático y mítico, aunque sea de forma muy incompleta aún.
A los 20 años Wagner dirigió "Der Vampyr" en Wurzburg, e intervino en la redacción del II Acto, dando mayor relieve al personaje de Aubry e insertando algunas piezas musicales suyas. Hans von Bülow consideraba "Der Vampyr" como la mejor obra de Marschner. En 1925 Fritz Busch dirigió en Dresde una nueva puesta en escena de "Der Vampyr" con una revisión de Pfitzner.
El libreto contiene escenas de horror y carácter tenebroso, junto con temas populares. El protagonista, Lord Ruthven une el carácter de Kaspar (de "El Cazador Furtivo" de Weber) al de "Don Giovanni", o sea el tema demoniaco junto a la necesidad de conquistar 3 mujeres a la vez. Pero sin duda lo que resalta en esta obra son los temas de carácter demoníaco y de horror.
Mucho se ha hablado de que en el personaje de Malwina y Aubry hay algo de la idea de redención por amor, de fidelidad y confianza en el amor y en la Fe, todo ello tan propio después en Wagner.
Marschner usa la estructura del Singspiel, o sea abandona los recitales clásicos de la ópera y nos lleva a la división entre trozos musicales y declamación dramática, o sea nos acerca a la idea de obra dramática sobre el de ópera. De todas formas mantiene el sistema de Arias, Duettos, etc propio de la ópera clásica.
Esta ópera gótica, muy parecida en su textura a la de "El Cazador Furtivo" de Weber (con la que tiene parecidos muy significativos, tanto en la descripción demoníaca por la música, como en arias amorosas y temas populares) tiene sus mismos principios de acción. De un romanticismo exaltado la música es bellísima y está especialmente inspirada en el aquelarre inicial. Sin duda Marschner es un maestro en reflejar el ambiente endemoniado, usa para ello el registro más sombrío de la madera. Parece ser que la inspiración la tomaba haciendo largos paseos al atardecer por un cementerio aislado de Magdebourg. Un ejemplo de como usa la música para reflejar temas del argumento puede verse en como trata musicalmente el tema de los rayos de la Luna que curan al Vampiro. Esta escena es dramáticamente magnífica.
La trama dramática es clásica en estas obras, pero en este caso está bastante bien dibujada y se basa fundamentalmente en tres pilares:
-El poder del infierno contra Dios en el alma de los humanos, los deseos y pasiones frente a la confianza sencilla en lo divino.
-El tema de la conquista por engaño de la mujer.
-El amor sencillo y puro, frente a las dudas de Aubry por el Juramente, el Honor, sus límites, lo que se puede jurar y cumplir.
Es fácil distinguir por la música en carácter de cada uno de estos temas centrales. Los coros de campesinos reflejan perfectamente el origen en la música popular. La introducción es una obra maestra del género demoníaco en la música. Y diversos duettos y arias reflejan el tema amoroso.
Los caracteres de los personajes están bien dibujados, la tragedia y el horror está muy resaltado en el texto. Se dejan ver claramente los principios básicos de la obra, el infierno y el pueblo, los deseos, la confianza en Dios...
Quizás el principal problema dramático es el acto del juramente de Aubry al Vampiro de que no le delatará. Aubry fue salvado antes por Lord Ruthven, y entonces juró "hacer por mi cualquier cosa que te pidiera", y en base a ello jura no delatarle, además de salvarle la vida llevándolo a recibir los rayos lunares, pese a conocer ya el horror del Vampiro. Este juramente es complejo y en todo caso culpable.
Pero esto es poco importante pues las obras góticas no están pensadas tanto para reflejar los sentimientos internos tanto como el ambiente externo. Aun así el propio Vampiro, Lord Ruthven, está bien dibujado, pues no es meramente la maldad sino que en el texto se expresa muy bien su propio sufrimiento, su propia consciencia del horror que trae, pero al que es incapaz de oponerse.
El personaje de Aubry, quien duda entre el Juramente de Honor efectuado y la amenaza de condenar su alma si perjura, frente a la vida de su amada, es difícil de asumir totalmente, pero en todo caso es interesante. El dilema es que dude en salvar el horrible destino de su amada por miedo a su condena por romper el juramento, y que esta duda dure tanto, incluso cuando ha conocido el horrible destino de otras víctimas del Vampiro.
La fe sencilla y cristiana del Malwina es muy adecuada, y refleja perfectamente el mismo carácter de Elisabeth en "Tannhäuser".
Toda la obra desprende un profundo sentido religioso, como pasa en las obras "góticas" en las que intervienen las fuerzas diabólicas. La música es brillante y ajustada al tema.
Este sentimiento religioso, que es evidente también en el final de "El Cazador Furtivo", puede ser el culpable de que no sean tan agradables estas obras románticas-góticas al mundo moderno, y por ello esta obra no ha sido casi representada. Precisamente se ha intentado a veces convertirla en una "opereta de miedo" en vez de captar el mensaje romántico original de la obra.
Marschner fue abandonando los temas populares para volcarse más en el drama mismo, en la expresión de sentimientos y personalidades, de forma que en "Hans Heiling" ya no hay esta forma popular sino un auténtico drama personal.
(Texto tomado de la Revista Wagneriana)