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Por Gonzalo Tello (Ópera Perú) .- Uno de las más interesantes violinistas de la actualidad es el taiwanés-australiano Ray Chen. Considerado un niño prodigio, comenzó con el instrumento a los 4 años y antes de los 10 ya había completado todos los niveles del método Suzuki. Llegó a estudiar en el prestigioso Instituto Curtis de Philadelphia, uno de los más exigentes centros de estudio musical del mundo. Chen llamó la atención del famoso violinista Maxim Vengerov, quien fue jurado en la competencia Yehudi Menuhin que Chen ganó en el 2008. Vengerov luego lo invitó a hacer giras en Rusia y Azerbaijan. “Ray ha probado ser un músico puro, con todas las habilidades de un auténtico intérprete musical, con bello tono juvenil, vitalidad y liviandad.” Ha dicho Vengerov sobre él.
Mientras tanto, la prensa especializada ha comparado a Chen con el mismo Vengerov. El Corriere della Sera dice sobre su grabaciones, “Es difícil decir algo nuevo sobre estas celebradas obras. Sin embargo, Ray Chen las interpreta con la clase de autoridad que lo pone en la misma categoría que Maxim Vengerov”. Las prestigiosas revistas The Strad y Gramophone hablan de Chen como “un artista en el cual hay que fijarse”. Todo esto pasa mientras Chen no cumplía los 20 años.
En 2012 ofreció su recital debut en nuestra ciudad gracias a la Sociedad Filarmónica de Lima. Este concierto, hasta el momento, es de los que mas se recuerda entre conocedores y abonados, ya que en las obras de Bach, Beethoven, Gershwin y Franck que nos ofreció esa noche, sentimos esa energía particular y virtuosidad de la que todos hablan.
Esta vez Ray Chen regresa, para entusiasmo de quienes lo recordamos, habiendo logrado grandes éxitos en esta carrera meteórica que sigue llevando y lo sigue encumbrando. El se presentará en un recital este martes 12 de agosto en el Auditorio Santa Úrsula, junto a la pianista Riko Higuma, interpretando la Sonata para violín y piano en la mayor, K.305 de Mozart, Danzas españolas, op. 21 (No. 2 “Habanera”), Danzas españolas, op. 23 (No. 2 “Playera”) y Aires gitanos, op. 20 de Sarasate, y Sonata para violín y piano Nº 9 en la mayor, op. 47 “Sonata Kreutzer” de Beethoven. Al día siguiente, en el Gran Teatro Nacional, junto a la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil, dirigida por Pablo Sabat, interpretará el famoso Concierto para violín de Mendelssohn. Ambos eventos se realizan para celebrar los 107 años de la Sociedad Filarmónica de Lima.
Tuve la suerte de conversar con el sobre su carrera, grabaciones y repertorio. Chen recordó su primera visita a Lima con mucho gusto y demostró gran entusiasmo por volver y disfrutar de nuevo de todo lo que ofrece nuestra ciudad, asi como su entusiasmo por interpretar junto a muy jóvenes músicos en la orquesta. El, como joven también, está avocado a que las nuevas generaciones se interesen por la música clásica y dejen de lado el cliché de que es aburrida.
¿Cuándo crees que fue el momento en el cual dejaste de ser un estudiante y comenzaste tu carrera profesional?
Primero que nada, creo que nunca dejas de estudiar. Estudiar en Curtis con solo 160 alumnos es algo que te exige mucho. Gané la competencia Menuhin y al año siguiente me gradué. Es difícil decir un momento especial en que realmente comencé profesionalmente…
¿A veces piensas en lo rápido que has avanzado y logrado tantos éxitos? pues han sido muchos…
Gracias, ha sido un gran viaje. Nunca me olvido de como comencé. Yo crecí en Australia y hay una gran diferencia con Europa respecto a la música clásica, ya que había mucho menos que ofrecer. Por suerte ahora cada vez hay más. Empecé a estudiar el violín desde muy joven y terminé joven. Cuando llegué a Estados Unidos pensaba que era joven y no me di cuenta el abismo de exigencia que hay entre Australia y EEUU. En Curtis hay mucha competencia y hay que ser prodigios para poder triunfar. ¿Conoces la película “Los juegos del hambre”? Es algo así (ríe). Si no superas a los demás ni a ti mismo, te vas a casa.
¿Hablando de una mejora en la música clásica en Australia, consideras que tú también haces la diferencia allí?
Los que realmente hacen la diferencia son los maestros, que están permanentemente trabajando con sus alumnos. Pienso que puedo aportar como inspiración, ayudando a mis estudiantes y a otros. Trato de regresar cuanto puedo y dar de mi tiempo cuanto puedo. Pero los maestros son los que hacen la diferencia.
Tus recitales y conciertos tienen mucha energía. ¿Consideras que eres un músico “virtuoso”, de esos que hacen que las composiciones más difíciles suenen fáciles?
Primero que nada, ¿qué entendemos por lo que significa virtuoso? Puedo decir que significa eso, pero para mí significa más. Es también hablar de una performance excepcional, lo que entregamos en un concierto. El violín es un instrumento virtuoso, es muy rápido o lento, agudo o grave, así que ser virtuoso con el violín significa tener maestría completa.
Es algo que quería compartir. Pienso que escoger repertorio es mostrar algo de ti. Lo hice con mis primeros discos y ahora le tocaba a Mozart. Quizá no es tan virtuoso como los otros, sin embargo Mozart lo fue en su momento, cuando compuso estas obras. Lo interesante de este álbum es que yo mismo he escrito las cadenzas, y además trabajamos con una orquesta de músicos jóvenes, la Schleswig-Holstein Music Festival Orchestra, dirigida por Christoph Eschenbach.
El programa que traes a Lima incluye a Mozart, Sarasate y Beethoven. Es el mismo de tu actual gira. ¿Qué tienen de especial estas obras?
Decidí hacer un programa que no sea el tradicional, en que se empieza con una obra convencional y se va aliviando hacia el final o se va ´in crescendo´. Decidí hacerlo como un buffet, con el postre en el medio, que es Sarasate. La Sonata “Kreutzer” de Beethoven, desde que la descubrí, me cautivó y es una obra que me gusta mucho.
Y para el concierto para violín y orquesta de Mendelssohn, uno de los más conocidos del repertorio, ¿qué crees que puedes aportar a este?
Este concierto, junto con el de Tchaikovsky, son los conciertos con los que gané los dos primeros premios con los que inicié mi carrera. También los grabé y son conciertos que son parte de mí. Mendelssohn también fue un virtuoso en su momento. Este concierto tiene una relación muy especial conmigo.
Las entradas para ambos conciertos se pueden encontrar en Teleticket. Seguramente serán eventos que serán recordados por esa vibra y energía que Chen sabe ofrecer.
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